Mari Pau Domínguez y su nuevo libro inspirado por La Fornarina.
La periodista presenta el 22 de abril en Madrid su novela "La magia de la libélula", sobre la histórica cupletista.
La periodista y escritora española Mari Pau Domínguez (Sabadell, 1963) presenta su nueva novela, 'La magia de la libélula', en la Filmoteca Española (calle Santa Isabel 3, Sala 1) de Madrid, el próximo lunes 22 de abril, a las 19.30h. Al acto le acompañará, como en ocasiones anteriores, la escritora Carmen Posadas.
Mari Pau Domínguez ha trabajado en diferentes medios de comunicación, tanto en radio como en televisión, destacando algunos programas de entrevistas de TVE, Telemadrid, la Cadena SER, Radio y Televisión Pública de Cataluña, así como en Castilla La Mancha TV y en La Sexta y 13TV.
Como escritora debutó en el año 2000 con su novela 'La tumba del irlandés'. Desde entonces, ha escrito varias obras entre las que destacan 'La casa de los siete pecados' (por la cual recibió el I Premio Caja Granada de Novela Histórica), 'No habrá otra primavera', 'Dime que no eres tú', 'El diamante de la reina', 'Una diosa para el rey' o 'La nostalgia del limonero'. Además, es autora del poemario 'Universo en ciernes', con la colaboración de Ana Belén, Miguel Ríos, Víctor Manuel y Luis Eduardo Aute.
Elcierredigital.com ha podido conversar con Mari Pau Domínguez, que afirma tener con respecto a su nuevo libro “sensaciones muy buenas y positivas" porque cree que "esta novela me hace estar en mi mejor momento como escritora. Siento que la novela tiene un alma y la he escrito de una manera diferente a las anteriores”. Hablamos con ella.
- ¿De qué trata 'La magia de la libélula'?
- Es la historia de una mujer que vivió en el tránsito del siglo XIX al siglo XX. Fue la cupletista más famosa y aclamada de esa época, pero creo que va más allá de la historia de una artista. Yo creo que hoy en día sería un ejemplo de superación, de una mujer nace en un contexto social determinado, muy limitado, como es el caso de la Fornarina, que nació en la pobreza más extrema. Y siendo analfabeta y no teniendo formación, consigue superarse: aprendió a leer, a escribir, hablaba varios idiomas y fue amante del arte.
El nombre de la Fornarina se debe a un cuadro de Rafael Sanzio que se llama igual. En aquella época era muy difícil para las mujeres tener oportunidades y ella, como se suele decir, se puso el mundo por montera con mucho tesón, mucho esfuerzo, y llegó a codearse con la intelectualidad del París de finales del XIX.
Es una historia muy apasionante vivida en muy pocos años, porque murió con 31, muy joven. Y en 13 años tuvo una vida completísima y admirable.
- ¿Qué le inspiró esta obra sobre la Fornarina?
- Estaba haciendo un artículo, un relato sobre la persona que fue precisamente su gran amor, José Juan Cadenas, una persona que formó parte de su vida, y encontré a la Fornarina. Me pareció que la historia atractiva y atrayente estaba en Cadenas, pero, sobre todo, residía en ella y entonces me fui de cabeza hacia la Fornarina.
José Juan Cadenas era uno de los intelectuales de principios del siglo XX de los que ya no hay. Era periodista, autor precisamente del mejor repertorio de la Fornarina. Un hombre muy avanzado, intelectual, con un carisma innegable, que se enamoró de ella. Se llevaban unos 13 años de diferencia. Se enamoró y vivieron una historia apasionada de altibajos. Ella decía que había sido casi un mar en calma y al mismo tiempo un mar tempestuoso. Pero fue sin duda el artífice de que ella tuviera esas inquietudes intelectuales que luego demostró, a pesar de ser una analfabeta absoluta que no sabía ni leer ni escribir.
Cadenas fue corresponsal de un periódico en, entre otras capitales europeas, París. Por eso la Fornarina vivió con él aquellos años apasionantes, previos a la eclosión de los años XX. Él acabó siendo empresario teatral y portó de Francia los espectáculos atrevidos que aquí eran escandalosos por sus variedades. Fue cuando creó teatros como el de Reina Victoria.
Son vidas que, en sí mismas, por sus numerosos personajes, constituirían una novela también. Eso da mucha riqueza a la hora de escribir. Encontrar en la realidad un material literario que no tienes que inventar, que lo encuentras en la propia realidad.
- ¿Qué expectativas tiene ante la presentación del libro el lunes 22?
- Tengo sensaciones muy buenas y positivas, porque creo que esta novela me hace estar en mi mejor momento como escritora. Cuando un autor va a publicar una novela, siempre cree que ese momento es el más importante, pero es que yo realmente lo creo, porque esta novela tiene un alma y la he escrito de una manera diferente a las anteriores. Me ha conducido, como no me había pasado hasta ahora, de una manera muy fácil y llevadera por la propia historia y el propio personaje.
Es curioso cómo a veces se producen estos momentos en la creatividad. Yo soy periodista, pero además soy escritora. Esa doble condición de mezclar la inmediatez del periodismo, la rapidez, con un tempo más pausado es apasionante y, en este caso, ese tempo ha sido mucho más fascinante porque ha sido una escritura muy fresca. El personaje me ha procurado escribir de una manera diferente. He sentido conexión con la Fornarina, porque me encantan las historias de superación en momentos difíciles. Sobre todo, por su potencial emotivo, de una talla humana innegable. Realmente era muy difícil no sintonizar con un personaje así.
Además, contiene todos los ingredientes que un escritor necesita cuando va a abordar una historia literaria, y eso es mágico. Cuando encuentras en la propia vida las condiciones que se tienen que dar en una novela, en una historia de ficción, se produce una magia muy particular, y de ahí viene también un poco el título de la magia.
- ¿La libélula de la portada representa esa magia de la Fornarina?
- La libélula es una recreación de una obra del maestro Lalique, en la que una mujer es poderosa. Representa el querer avanzar y emerger en un contexto muy complicado, y demostrar toda la fuerza que se puede tener, como la tuvo la Fornarina, y ese símil me gustó y es el que dio origen al título y se mantiene durante toda la historia como hilo conductor.
La libélula, por tanto, sí representa la magia de la Fornarina. Tenía un don muy particular, no solo como artista, sino como persona. Se iluminaba. En el libro se habla de los seres de luz y ella es un claro ejemplo de ello. Creo que la gente que está tocada por esa luminosidad tiene un algo, y a ella le pasaba.
- ¿Cómo se siente al presentar su libro junto a una periodista como Carmen Posadas?
- Carmen y yo tenemos una relación muy bonita desde hace muchos años, y mantenemos una amistad. Ella ya me presentó una novela hace años, la penúltima, "La nostalgia del limonero".
Curiosamente, para mí, Carmen Posadas también es un ser de luz. Es una persona absolutamente magnética, interesantísima, culta, pero además muy sencilla. Porque hay gente culta que tiene una especie de prepotencia intelectual que se hace insufrible. Carmen es todo lo contrario. Es una persona cultísima, muy formada, pero en ese sentido muy humilde.
Además, es una mujer con una visión de la vida que a mí me encanta y que creo que compartimos. Es maravilloso que en un momento así, y con una novela tan diferente para mí y tan importante, haya querido volver a acompañarme. Es un lujazo. En definitiva, Carmen es otro ejemplo de un ser de luz absoluto.
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