Manuel Hernández de León: Tuve una relación de mucha confianza con don Juan Carlos.
La 'mirada' de EFE durante más de 40 años capturó las históricas instantáneas del 23-F en el Congreso.
Manuel Hernandez de Léon, uno de los más reconocidos fotoperiodistas de la historia de nuestro país, tiene a sus espaldas más de 60 años de oficio fotográfico y es, sin duda, uno de los protagonistas del mundo del periodismo en España. A los trece años publicaron su primera fotografía tras una noche en vela, y su vida cambiaría para siempre al entrar como aprendiz en la Agencia EFE y descubrir los entresijos del fotoperiodismo.
Sus fotografías del golpe de Estado del 23-F, las cuales llegaron a ocupar portadas de medios internacionales, y sus más de 30 años como fotógrafo informativo del Emérito le han valido para consagrarse como uno de los referentes fotográficos en el mundo de la comunicación. Sin embargo, Hernández de León va más allá de sus fotografías más icónicas.
“Mi primera fotografía fue a un taxi que se había accidentado, el coche estaba en bastante mal estado, pero mi padre no me dejó salir por la noche (momento en el que sucedió el siniestro), y tuve que esperar toda la noche en vela y con el primer rayo de sol ya estaba yo fuera buscando el taxi, que aún seguía allí”, ha explicado Hernández de León a elcierredigital.com sobre su primera fotografía informativa, publicada en el diario Arriba.
Con un descafeinado en la mano, Hernández de León se muestra cercano, inteligente, empático y sencillo, y no duda en reconocer que a lo largo de su carrera ha vivido situaciones inverosímiles que le han “marcado”, también reconoce haber sido testigo de momentos que probablemente hubieran generado polémicas de gran calado de haber sido registrados. Fotoperiodista “de calle”, Manuel a menudo llegaba a los escenarios de sus fotografías a través de métodos que hacen gala de una inteligencia a la altura de pocos.
“Entré como ‘botones’ a la Agencia EFE poco después de la fotografía del taxi, y allí era el ‘chico para todo’. Repartía cafés, ayudaba con el revelado de fotos etc. Allí me enamoré de este oficio, veía como mandaban a los fotoperiodistas a fotografíar los accidentes y atentados y para mí era realmente emocionante, luego veía las fotos reveladas y sentía auténtica pasión”, recordaba Hernández de León sobre sus comienzos.
Para Hernández de León “lo primero es la foto, lo demás es secundario”. Enamorado del fotoperiodismo, Manuel se fue ganando poco a poco un nombre en EFE, donde sus fotografías iban encontrando cada vez más huecos en las publicaciones de la agencia. “Después de llevar pocos meses en el laboratorio fotográfico descubrí que quería ‘hacer calle’ y empecé a hacer mis pinitos”, ha explicado el fotoperiodista, que acabó siendo periodista gráfico en 1977 y tiempo después ocuparía el puesto de redactor jefe de fotógrafos, labor que desarrolló hasta su jubilación en 2012.
Para estar al tanto de todas las emergencias, Manuel recuerda escuchar las comunicaciones de los bomberos y la policía para llegar al lugar de los hechos con rapidez. “He visto de todo, recuerdo llegar a escenarios de atentados de ETA y ver los cuerpos de guardias civiles con disparos y ensangrentados, algo que te impacta y te deja marcado”, revela Hernández de León a elcierredigital.com.
Él y su cámara siempre han sido inseparables. Hernández de León recuerda haber llevado varias escondidas por si se presentaba la ocasión de captar algún suceso noticiable. “Siempre he llevado una cámara encima, y en muchas ocasiones he llevado cámaras escondidas en los pantalones o a la altura del tobillo, y también me he encontrado con famosos de casualidad mientras cenaba y he acabado fotografiándolos”.
Hernández de León asegura haber sido "felicísimo" en su carrera, y no es para menos, pues el fotoperiodista ha recorrido "más de medio mundo" en la persecución de sus tomas. Además, ha recibido innumerables reconocimientos, entre los que destacan el VI Premio IPCO de periodismo gráfico que recibió en 1980, el Premio Nacional de Periodismo del 81, el Premio Rey Juan Carlos de Periodismo Iberoamericano y Premio Mingote de ABC de 1982. Además, a su nombre están varias medallas de oro en exposiciones internacionales y el Premio mundial de fotografía World Press Photode Holanda en 1984, junto con el Premio Fotopress del 85.
Se puede decir que nada está por encima del periodismo en la escala de prioridades de Hernández de León, entre risas reconoce que su mujer “ya está acostumbrada y lo sabe”. Prueba de este amor por la información es su viaje a Perú, Brasil y Argentina para fotografiar al Emérito apenas una semana después de su propia boda.
La relación de Hernández de León con la casa real
Y es que la relación profesional del fotoperiodista con Juan Carlos de Borbón se prolongó más de treinta años, desde 1978 Manuel fue periodista acreditado en La Zarzuela y acompañó a Juan Carlos durante sus viajes oficiales, “veraneos”, regatas, y un largo etcétera. “Es una etapa que recuerdo con mucho cariño y que me dio momentos increíbles, teníamos una relación de mucha confianza”, recordaba Hernández de León, que reconoce mantener menos contacto con el Emérito desde hace tiempo.
Una relación parecida mantuvo y mantiene con el actual rey, Felipe VI, a quien acompañó durante su formación militar en la Armada. Hernández de León ha recordado algunas anécdotas sobre el actual rey durante su estancia en el buque Juan Sebastián Elcano: “Felipe era el cadete Borbón y no tuvo ningún trato de favor, era uno más. De hecho, un día agarró una bandeja llena de huevos fritos para servir, la gran mayoría cuajados, el rey tropezó y la bandeja se cayó y desparramó los huevos por el suelo, enseguida Felipe se agachó para recogerlos todos”, recordaba con cariño y entre risas Hernández de León.
La relación entre la familia real y el fotoperiodista siempre ha gozado de buena salud. De hecho, Manuel ha asistido a las bodas de todas las infantas, también a la de Felipe VI: “hemos estado juntos en muchos momentos señalados, por su boda les regalé a Felipe y Letizia un álbum digital con las fotos de su boda, un regalo que creo que les hizo mucha ilusión”, ha recordado el fotoperiodista durante un encuentro con elcierredigital.com.
El 23-F: ‘capítulo estrella’ de la trayectoria de Hernández de León
El 23 de febrero de 1981 el destino de España se tambaleó y Manuel fue testigo directo. El teniente coronel Antonio Tejero irrumpió en el Congreso de los Diputados con la intención de dar un golpe de Estado. “Cuando empezó el jaleo creía que había entrado un comando de ETA y que los guardias civiles que veía venían a ayudar con la situación”, recuerda Hernández de León.
Manuel puede decir que fue uno de los dos fotoperiodistas que se encontraban en ese momento en el hemiciclo. De hecho, las fotografías que tomó ese día, cuyos negativos salieron escondidos en la ropa interior de Manuel, llegaron a las portadas de innumerables medios nacionales e internacionales. En una de las icónicas fotografías, se aprecia como Tejero mira a Manuel con un gesto serio, sin embargo, Tejero sólo estaba reconociendo a Hernández de León, pues ya se conocían de una entrevista realizada apenas quince días antes del golpe.
Las capturas de Hernández de León aquel día le valieron el reconocimiento internacional, tanto por su compromiso con la información como por su valentía al atreverse a fotografiar la impactante escena, con el peligro que podría entrañar. Sobre esto, el fotoperiodista ha señalado que un tiempo después, el ex ministro de Defensa, Manuel Gutiérrez Mellado, se dirigió a él durante un encuentro: “me dijo que si me hubieran pillado probablemente lo hubiera pasado muy mal”, recuerda Hernández de León.
El periodismo del pasado y del presente
Tras una carrera llena de portadas e imágenes icónicas, Hernández de León reconoce que “las cosas en el periodismo han cambiado muchísimo, todo el tema de los valores y los principios con los que nos criamos los periodistas de mi generación ha desaparecido, ahora los medios son verdaderas empresas y, por lo tanto, su verdadero objetivo es el dinero”, recalca el fotoperiodista.
“Las universidades están dando salida a cada vez más periodistas, sin embargo la demanda de periodistas no crece y nos encontramos con que hay demasiados periodistas para muy pocos puestos”, ha explicado Hernández de León para elcierredigital.com.
El fotoperiodista ha señalado que “entré con esa edad (13 años) a trabajar porque había que llevar dinero a casa, eran otros tiempos, las generaciones actuales han crecido en unas condiciones muy diferentes”. “Los tiempos han cambiado y la publicidad, sobre todo la institucional, es clave en la financiación de casi todos los medios de comunicación”, sostiene el fotoperiodista, que ha señalado que “una de las claves de este trabajo es tener amigos hasta en el infierno y ser profesional”.
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