Archivo El legado de Las Costus, los artistas que capturaron el alma de una generación
La nueva docuserie de Alaska invita a rememorar el revolucionario Madrid de los 80 con nombres propios como Las Costus
Con el reciente estreno de Alaska Revelada, muchos hemos vuelto la mirada al vibrante Madrid de los años 80. Un período marcado por la efervescencia cultural y el surgimiento de movimientos como la Movida Madrileña.
Este alzamiento redefinió la identidad de una sociedad. Que dejaba atrás las restricciones del franquismo, abriendo paso a una era de libertad creativa y experimentación artística. En este contexto, surgieron figuras icónicas que definieron una época.
Entre los protagonistas de esta revolución cultural emergió un dúo de artistas. Que capturó, con pinceladas vibrantes y provocadoras, el espíritu de una generación: Las Costus.
El Arte de Costus y la Movida Costus, compuesto por Enrique Naya y Juan Carrero, es un nombre icónico en el universo de la Movida Madrileña.
Conocidos como los "Warhol españoles". Transformaron su corta pero intensa vida profesional en la mayor producción de arte pop de los ochenta.
Su obra, cargada de referencias al kitsch, la cultura popular y una ironía punzante, se convirtió en una crónica visual. De los cambios sociales que transformaban España.
Inspirados en la Inmaculada de Murillo del Oratorio de San Felipe Neri en Cádiz, crearon obras que reflejaban tanto su amor por la tradición como su deseo de romper con ella.
La Casa Costus, epicentro creativo de una generación
La casa que compartían Enrique Naya y Juan Carrero. En la calle de La Palma, 14, 1º A en Madrid, se convirtió en el epicentro de la Movida Madrileña.
Era mucho más que su hogar y estudio. Era un lugar de encuentro para artistas, músicos y cineastas.
Tino Casal, Olvido Gara (Alaska), Carlos Berlanga, Ana Curra, Pedro Almodóvar, Fabio McNamara, Bernardo Bonezzi, entre otros muchos.
Fabio les dio el apodo de "Costus" debido a su meticuloso estilo. Que comparó con el de costureras.
En este ambiente nació y floreció un movimiento artístico, con canciones, obras y películas. Entre las que destaca "Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón," de Almodóvar.
Los Costus no solo participaron como actores secundarios, sino que también su residencia sirvió como una de las principales localizaciones del filme.
Influencia de Andy Warhol
Andy Warhol, figura emblemática del pop art, influyó significativamente en la Movida Madrileña.
Su visita a Madrid en enero de 1983 para inaugurar la exposición "Pistolas, cuchillos y cruces". En la galería de Fernando Vijande fue un acontecimiento. Que dejó una huella profunda en la escena artística local.
Su enfoque en la cultura de masas y la reproducción seriada resonó con la juventud española. Que buscaba romper con las tradiciones y explorar nuevas formas de expresión artística.
La obra de Las Costus reflejaba una clara influencia del pop art y, por ende, de Warhol. Su estilo, caracterizado por la incorporación de elementos de la cultura popular española y una estética kitsch, resonaba con las técnicas y temáticas que Warhol popularizó en Estados Unidos.
Alaska tuvo la oportunidad de conocer a Warhol durante su estancia en Madrid. En una entrevista recordó que a sus 19 años, se convirtió en la "Mujer desconocida" de Warhol.
Durante una fiesta en la que actuó con Dinarama. Alaska describió este encuentro como uno de los momentos más memorables de su juventud.
Chochonismo
La obra artística de Costus marcada por "chochonismo" está marcada por un estética que celebra lo absurdo y lo grotesco.
Esta obra sigue siendo un referente para entender la riqueza cultural de los ochenta. Este movimiento se caracterizó por una estética que abrazaba lo kitsch. También lo popular y lo extravagante.
Desafiando las convenciones artísticas tradicionales. Y reflejando el espíritu transgresor de la época.
Desempeñó un papel significativo en la Movida Madrileña al encapsular el deseo de ruptura con el pasado. Y la búsqueda de nuevas formas de expresión artística.
En 1981 se inauguró la exposición "El Chochonismo Ilustrado" en la Galería Vijande de Madrid. Fue un hito que consolida esta corriente dentro del panorama artístico de la época.
Un viaje a México y el inicio de "El Valle de los Caídos"
Tras cerrar la Casa Costus, los artistas se trasladaron con su amigo Pablo Pérez Mínguez. Para comenzar su obra más ambiciosa: "El Valle de los Caídos."
Posteriormente, viajaron a México en busca de inspiración e internacionalización de su arte.
Durante seis meses, convivieron con el escultor Luis Sanguino, tío de Juan, hasta su regreso a España.
Luis Sanguino, desempeñó un papel crucial tanto en la vida personal como en la profesional del dúo artístico.
Especialmente durante los momentos más delicados de su carrera. Sanguino era un reconocido escultor. Cuya obra también conectaba con el arte contemporáneo y la vanguardia.
Lo que le permitió tener un entendimiento profundo del trabajo de Costus y su potencial en el ámbito internacional.
Posteriormente, su vínculo con las Costus continuó siendo esencial. Especialmente en la producción de grandes obras como “El Valle de los Caídos". Donde su apoyo emocional y logístico fue indispensable.
Sanguino entendió el valor de lo que Costus representaba, no solo como artistas, sino como cronistas visuales de una España en transformación.
“El Valle de los Caídos”
"El Valle de los Caídos" es una serie emblemática de Las Costus. Donde interpretaron iconografías religiosas. Y patrióticas con un enfoque contemporáneo y provocador.
En esta colección, involucraron a figuras destacadas de la Movida Madrileña como modelos para sus obras.
Un ejemplo notable es el cuadro "Caudillo", donde Tino Casal, amigo cercano y símbolo de la época, es representado con melena al viento, blandiendo una bandera, en una postura que evoca liderazgo y carisma.
14 años de amor, 14 años de historia
La vida sentimental de Las Costus estuvo marcada por una relación profundamente intensa y simbiótica que trascendió lo personal para convertirse en el motor creativo de su obra.
Juntos compartieron 14 años de amor y colaboración artística, en los que fusionaron sus talentos y visiones para dar vida a un estilo único que marcó la Movida Madrileña.
En el año 1975 nació en las rocas de La Caleta (Cádiz) el famoso mito del jarrón.
Allí, Enrique Naya y Juan Carrero compraron un jarrón de barro y lo arrojaron desde lo alto de las rocas.
Según la creencia popular, los fragmentos en los que se rompiera el jarrón simbolizarían los años que permanecerían juntos. El resultado fue revelador: el jarrón se partió en 14 trozos, el tiempo exacto que duró su vida compartida y su legendaria colaboración artística.
De Cádiz a Sitges, sus últimos años
as Costus pasaron sus últimos años en Sitges, buscando un entorno más propicio para la salud de Enrique, quien padecía VIH.
Sitges, conocida por su ambiente artístico y tolerante, ofrecía mejores servicios médicos y un clima favorable.
Entrevista Enrique y Juan - Costus - 1987
Aunque enfrentaron desafíos, como la discriminación que vivieron debido a la enfermedad de Enrique, su vínculo se mantuvo como el eje central de sus vidas hasta el final.
La muerte de Enrique en 1989 dejó a Juan en una profunda depresión, y apenas un mes después, Juan falleció, sellando una historia de amor y arte que sigue resonando en la memoria cultural de España
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