
La labor oculta de las hijas de Nino Bravo: Así gestionan su patrimonio tras la muerte
Eva y Amparo Ferri preservan el legado del cantante valenciano que murió en un accidente y que hoy cumpliría 81 años
Este 3 de agosto se cumple el 81 aniversario del nacimiento deLuis Manuel Ferri Llopis, más conocido como Nino Bravo. Sus dos hijas continúan siendo las principales guardianas de un legado que trasciende generaciones. Eva y Amparo Ferri, de 51 y 53 años respectivamente, mantienen viva la memoria del cantante fallecido en 1973.
Las circunstancias de su nacimiento fueron dramáticas. Amparo apenas pudo disfrutar un año de su padre y Eva nació póstuma siete meses después del accidentede tráfico que acabó con la vida del cantante. Ambas hermanas han sabido transformar la ausencia paterna en una presencia constante.

Su madre, María Amparo Martínez Gil, quedó viuda con 23 años y embarazada de su segunda hija. A pesar de la tragedia, logró transmitir a sus descendientes la dimensión artística y humana de su esposo.
Este año, las hermanas Ferri se encuentran inmersas en una intensa actividad conmemorativa. Esta actividad culminará el 6 de septiembre con el concierto "Bravo, Nino" en el Roig Arena de Valencia. Eva participará junto a artistas como David Bisbal, Pablo López, Malú y Víctor Manuel, entre otros.
Eva Ferri: La voz que conecta generaciones
Eva Ferri representa la faceta más visible del legado familiar. Nacida el 27 de noviembre de 1973, nunca conoció físicamente a su padre. Su participación en homenajes la ha convertido en la embajadora más mediática de la herencia artística paterna.
La prueba más evidente de esta conexión se materializó en 1997 con el dueto virtual "Vuelve", incluido en el disco "Duetos 2". Gracias a la tecnología de la época, padre e hija pudieron cantar juntos una de las composiciones más emotivas del repertorio de Nino Bravo.
En su dimensión personal, Eva ha construido una familia propia. Su hija estudió en Irlanda, y durante esa estancia le prestó el gemelo de oro con las iniciales "NB" que siempre lleva al cuello. "Para que el abuelo la proteja", explicó entonces.
Amparo Ferri: La guardiana silenciosa
Amparo Ferri, la hija mayor, encarna un perfil más discreto pero igualmente comprometido. Nacida el 24 de enero de 1972, es la única de las dos hermanas que convivió con Nino Bravo durante su primer año de vida.
Su aproximación al legado es más institucional que mediática. Mientras Eva protagoniza los homenajes musicales, Amparo se centra en los aspectos técnicos y documentales.

Amparo es madre de un hijo que hoy cuenta con 17 años. Este joven representa la tercera generación de la saga familiar. "Ha escuchado a su abuelo desde pequeño, como muchos otros niños", explica Amparo.
Profesionalmente, Amparo trabaja como responsable de administración en una empresa. Mantiene una vida laboral normalizada que no interfiere con su dedicación al legado paterno.
Proyectos conjuntos y preservación patrimonial
La colaboración entre ambas hermanas se materializa en proyectos de gran envergadura. Su trabajo conjunto más destacado fue la supervisión del documental "Vivir",emitido por TVE en el 50º aniversario del fallecimiento de su padre. Paralelamente, las hermanas produjeron y condujeron "Querido Nino", un podcast de diez episodios que se emitió a través de Radiovalencia.es.
Su labor curatorial también se extiende a las exposiciones itinerantes. Han supervisado muestras fotográficas como "Nino Bravo, destino a la eternidad", cuyas 180 imágenes pueden verse en trenes AVE de la línea Madrid-Valencia. También han participado en la renovación del museo dedicado al artista en Aielo de Malferit, donde nació en agosto de 1944.

El árbol genealógico de Nino Bravo se ha expandido con una tercera generación. Sergio, Marta y Luis son los nietos del artista e hijos de Eva y Amparo. Han crecido conociendo y admirando la figura de su abuelo a través de los relatos familiares y su música.
Las hermanas también desarrollan una labor en la conservación del patrimonio material de su padre. Tras donar la mayoría de objetos personales del cantante al Museo Nino Bravo en Aielo de Malferit, han mantenido solo algunos recuerdos íntimos. Entre ellos figuran su cartera, sus carnés, su bolsito de mano y los gemelos, que Eva y Amparo se han repartido.
Reconocimiento y futuro
Tanto Amparo como Eva se mantienen en contacto con los clubs de fans del cantante y están al tanto de todas las actividades realizadas en Aielo de Malferit. Son parte necesaria e imprescindible en todos los homenajes dedicados al artista.
Para Eva y Amparo, el año 2025 representa un momento culminante en su carrera como guardianas del legado paterno.
Su trabajo trasciende a día de hoy y mantiene vivo el recuerdo de una de las voces más emblemáticas de la música española. Gracias a esta labor, nombre de Nino Bravo continúa resonando en futuras generaciones, tal como él hubiera deseado.
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