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Un jugador de fútbol celebrando frente a una multitud.
CULTURA

Fichaje de Sergio Ramos: cariño del Pizjuán y rechazo de los Biris Norte

El grupo radical del Sevilla FC llama al regreso de Sergio Ramos "una falta de respeto".

En la mañana del pasado lunes, día 4 de septiembre, una multitud de periodistas esperaba en la salida de la terminal del aeropuerto de Sevilla a un hombre: Sergio Ramos. El futbolista aterrizaba en la capital hispalense para firmar por el club de su vida, el Sevilla FC, después de dieciocho años de su marcha.

El club lo oficializaba esa misma tarde y el mundo del fútbol se reconciliaba con sus aficionados más románticos. El oriundo de Camas rechazó ofertas mareantes durante el verano. El veterano central español dijo no a los 20 millones por dos temporadas que le ofrecía el Al – Ittihad. De hecho, en Jeddah ya se preparaban para la llegada del camero, pero un giro de última hora le llevó a Nervión de nuevo. Su ficha en el Sevilla rondará el millón de euros por campaña.

“Es una deuda con mi abuelo, con mi padre, con el sevillismo, con Puerta”, eran las primeras palabras del nuevo número cuatro del Sevilla nada más poner un pie en suelo hispalense. A ello se suma que el miércoles se fijó el día como fecha para la presentación del camero ante el Sánchez Pizjuán.

La afición sevillista no defraudó y dio un recibimiento por todo lo alto a uno de sus hijos pródigo. Más de 23.000 personas acudieron al templo hispalense en la noche del miércoles para vitorear el nombre de su nuevo fichaje. Una alegría y agradecimiento desmesurado que llevaron hasta las lágrimas a un emocionado Sergio Ramos.

Sergio Ramos y el perdón

"Hoy es un día muy especial y emocionante para mí.  Por fin vuelvo a casa, estoy deseando poner este escudo de nuevo en mi pecho.  Pasaron 18 años desde que me fui y creo que he cometido errores", son las palabras de Sergio Ramos durante su vídeo de presentación.

"Quiero aprovechar la oportunidad para  disculparme en primera persona y pedir perdón a cualquier sevillista que se haya sentido ofendido por cosas y gestos que pude hacer en su momento. Creo que estamos todos en el mismo barco y somos todos la misma familia", añade el veterano zaguero.

La rendición del camero se hizo patente durante la rueda de prensa de presentación de su fichaje. "Es un tema que está encima de la mesa, quiero ser muy respetuoso con la opinión de todo el sevillismo y los que siguen molestos por los gestos. Ojalá con rendimiento, mis disculpas, pueda cambiar la opinión  del resto de la gente que queda. Demasiados enemigos tenemos fuera como para pelearnos nosotros mismos. Tenemos que remar en la misma dirección", comentaba el veterano central a cerca de su relación con ese sector de la grada. 

Los Biris Norte y el 'no' a Ramos

La emotividad y alegría vivida en la jornada nocturna del miércoles contrasta con el rechazo mostrado por una parte de la afición hispalense: los ultras.

Como grupo ultra del Sevilla FC desde hace casi 50 años, queremos expresar nuestro rechazo a quienes propusieron este fichaje. No nos mueve el odio ni el rencor, sino el amor y el orgullo por nuestro club, su historia y su afición. Creemos que la sola propuesta de este fichaje ya suponía una falta de respeto a los valores que nos han hecho grandes, a los símbolos y leyendas que han defendido nuestro escudo, y a los miles de sevillistas que han sufrido los desprecios de este jugador en el pasado”, comenzaba el comunicado emitido por dicha agrupación.

Una relación que se rompió hace 18 años. Hay que remontarse hasta 2005 para entender el rechazo a Sergio Ramos por parte de los Biris Norte. A sus 19 años y tras disputar sus dos primeras temporadas,  el Real Madrid se hacía con los servicios del futbolista por una cifra cercana a los 30 millones de euros.

Por aquel entonces, Del Nido presidía el club y echó al futbolista a los leones al dar continuidad a un relato falso. La operación fue un traspaso pactado entre ambos clubes y no mediante el depósito de la cláusula del futbolista como se hizo creer. Un hecho que molestó a la afición.

Un jugador de fútbol sosteniendo una camiseta del Real Madrid con su nombre en un estadio.
Sergio Ramos durante su presentación con el Real Madrid. | El Cierre Digital

Sus posteriores visitas al Ramón Sánchez Pizjuán estuvieron cargadas de polémicas por aquellos hechos y el futbolista era recibido tanto con insultos como pitadas desde cierto sector.

El Panenka de la discordia

En 2017 la relación estalló por los aires. El Real Madrid visitaba el templo sevillista por un partido de Copa del Rey. El Fondo Norte, donde se encuentran los Biris Norte, se arrojaron insultos hacia el futbolista y su familia. Sergio Ramos no dudó en responder y festejó el tanto señalándose su nombre, además de ponerse las manos en las orejas mientras los abucheos iban in crescendo.

Un jugador de fútbol con el número 4 en su camiseta, de espaldas, se tapa los oídos mientras una multitud de aficionados en las gradas le grita y gesticula.
Sergio Ramos durante la celebración del gol. | El Cierre Digital

En el mismo festejo el capitán del Real Madrid, por aquel entonces, hizo un gesto al resto del estadio pidiendo perdón y señalando a la zona de los Biris Norte al terminar.

Tras aquella nefasta noche, el presidente del Sevilla, Pepe Castro, solicitó a Antiviolencia estudiar la celebración de Ramos por si fuese constitutiva “de infracción del Código Disciplinario de la RFEF”. Seis años más tarde se decretaba el cierre parcial de grada baja del Fondo Norte por un partido.

El cabreo de Ramos se trasladó a la zona mixta: "parte de la afición del Sevilla no merece mi respeto. A Rakitic y Alves, que no han mamado de aquí, se les recibe como dioses. A mí, se acuerdan e insultan a mi madre". Además cerró la polémica con otro acto de amor hacia el club que le vio nacer: "El día que me entierren será así, con una bandera del Madrid y otra del Sevilla".

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