Eva Orúe, directora de la Feria del Libro de Madrid: 'El papel no está desapareciendo'

La 84ª edición de la Feria del Libro de Madrid ya se encuentra en su ecuador. Se celebra hasta el 15 de junio en el Parque de El Retiro, con el lema ‘Nueva York ilumina la Feria’. Este año 2025, la Feria ofrece 242.000 títulos diferentes y casi un millón de ejemplares, consolidándose como uno de los mayores escaparates del libro en español a nivel mundial.

La directora de esta celebración de la lectura, Eva Orúe, inauguró la Feria el pasado 30 de mayo acompañada de la reina Letizia. La periodista y escritora Orúe nació en Zaragoza en 1962. Ha trabajado en diferentes medios de comunicación, tanto en prensa, radio y televisión, en secciones informativas y programas de entretenimiento.

Durante su carrera, fue corresponsal en Londres y París antes de trasladarse a Moscú durante la presidencia de Borís Yeltsin. Su labor en Rusia le valió en 1994 el Premio del Club Internacional de Prensa al mejor trabajo periodístico en el extranjero.

Ahora, con motivo de esta 84ª Feria del Libro de Madrid, su directora conversa con elcierredigital.com sobre los retos y novedades de este año.

-Estamos en la mitad de la Feria del Libro de Madrid, ¿qué destacaría de esta?

-El hecho de que Nueva York sea nuestro tema central, de que en Nueva York ilumine la Feria, nos ha abierto un extraordinario abanico de posibilidades. No solo por la colaboración establecida con la Feria Internacional del libro de Nueva York, sino también con universidades de esa ciudad. Ha sido la señal para que nos visiten autores anglosajones que escriben en inglés y que nunca habían pisado El Retiro.

Lo más destacable de esta Feria 2025 es que venimos a demostrar que la colaboración con otras instituciones, con otros organismos, es posible y enriquecedora para ambos.

-En esta edición, los primeros días, la Feria ha sufrido unas pausas, ¿ha influido esto en el desarrollo normal?

-Siempre influyen, de entrada en el ánimo y muy probablemente en la facturación. El objetivo tras un parón es recuperar el ritmo y conseguir que esa detención, que en nuestro caso se debe a un protocolo meteorológico que nos comprometemos a obedecer, no nos afecte más de lo estrictamente necesario. Cuando venimos al Retiro sabemos a qué nos arriesgamos, y asumimos el riesgo con gusto.

-¿Qué libro es el más demandado y vendido en esta edición?

-Nosotros no sabemos cuáles son los libros más vendidos, ni los más demandados. No es un tipo de estudio que realicemos.

-Viendo que este año hay más casetas dedicadas a la literatura juvenil e infantil, ¿se puede decir que los niños son más aficionados a la lectura?

-Los estudios demuestran una y otra vez que los más pequeños son grandes lectores, que los adolescentes también leen. Si acaso, pierden el gusto por la lectura cuando llegan a una determinada edad en la que las distracciones son muchas y el tiempo escaso. Por eso, nosotros en la Feria procuramos ofrecerles todo aquello que quieren, o buscan, o necesitan. Queremos que esos lectores no dejen de serlo, queremos que conviertan la lectura en un hábito para el resto de sus vidas.

-Ha comentado que la Feria se hace a base de aciertos y errores. ¿Qué está fallando y que está funcionando en esta edición?

-Lo que está fallando me permitirá que no se lo diga, son cuestiones que debemos debatir y en su caso cambiar internamente. Respecto a lo que está funcionando es evidente que la colaboración con Repsol y nuestra apuesta por una energía cien por cien renovable (biocombustible, energía eléctrica limpia, placas solares). Está siendo una de las grandes noticias de la Feria. La apertura de un pabellón nuevo, además del de CaixaBank y el Europa que ya teníamos, el pabellón Iberoamericano también nos está dando grandes alegrías. Por lo demás, lo que siempre funciona es la conexión entre autores y lectores, esa es siempre la gran noticia de la Feria.

-Desde que está al frente de la Feria del Libro, es más sostenible. ¿Dónde se ha puesto el límite?

-No hay límite, tenemos que trabajar cada año para mejorar nuestras prestaciones, para estar mejor en El Retiro. Para demostrar que una Feria de estas características (grande, larga, multitudinaria) puede permanecer en un sitio como el que nos acoge respetándolo, cuidándolo.

-Este año, una de las novedades es la presencia del pabellón iberoamericano. ¿Cómo está funcionando?

-De momento muy bien. Nos hacía falta un lugar que nos permitiera visibilizar la presencia de los escritores, editores y libreros iberoamericanos. Cada día son más los que viven en España o nos visitan o pasan largas temporadas en nuestro país. Iberoamérica es una constante en la Feria del Libro de Madrid. Un pabellón como este, que financia el Ministerio de Asuntos Exteriores, nos da la oportunidad de convertir esa presencia en una bandera.

-Recorriendo la Feria del Libro estos días se ve una gran afluencia de público acudiendo a las casetas. ¿El libro en papel está vivo o está desapareciendo?

-La respuesta está en El Retiro. El papel no solo no ha desaparecido, no desaparece. Día a día se reivindica como el mejor soporte para la obra literaria, para la obra gráfica, para la experiencia lectora.

-¿Qué escritor le hubiera gustado traer a esta fiesta cultural y no ha podido?

-Me permitirás que me reserve esa pequeña frustración para mí.

-¿Ya tiene pensado lo que nos vamos a encontrar en la próxima edición?

-Anunciaremos el asunto central de la próxima edición el último día de la Feria 2025. Tenemos ya algunas ideas y no pocos planes en marcha.

-¿Se arrepiente de estar al frente de la Feria del libro? ¿Da muchos problemas?

-Da muchos disgustos, crea no pocos problemas. Pero en la balanza las alegrías pesan mucho más. Estar al frente de una Feria como esta es un orgullo, una responsabilidad. Y en un momento vital como el mío, cuando se acerca el final de mi vida profesional, un colofón magnífico.