El escándalo de Leticia Sabater: Denuncian su 'ofensa' a la religión en su nuevo tema

La celebridad Leticia Sabater  ha incendiado las redes sociales con su nuevo remix Yo no soy esa mujer, de la canción de Paulina Rubio. El videoclip ha dividido a los internautas: entre aquellos a los que les ha gustado la versión y los que ven una clara “ofensa religiosa”. Lo cierto es que algunos comentarios ya han señalado su “parecido” conLike a Prayer de Madonna.

No es la primera vez que un cantante emplea de forma satírica o despectiva iconografía religiosa para promocionar su música en portadas y videoclips. El caso reciente más sonado fue el  disco 'Puta'de Zahara, pero también lo hicieron en su día Extremoduro  o Los Chikos del Maíz. Incluso en el plano internacional artistas como Madonna, Lady Gaga o Kanye West se han visto inmersos en esta controversia.

El videoclip del nuevo remix Yo no soy esa mujer comienza con Leticia Sabater disfrazada de monja rezando en el interior de una iglesia. También aparece sentada frente al confesionario, realizando el gesto de santiguarse  y simulando que bebe vino. Atado a su cuello se encuentra un crucifijo  de grandes dimensiones y sostiene en las manos un rosario  y un cuadernillo, que podría simbolizar la Biblia.

Posteriormente, se quita el hábito de monja y se queda en una especie de bikini con arneses y con cartucheras de pistola. De monja pasa a montarse en una moto y ser motera, para finalmente convertirse en una rapera de trenzas rubias.

“Hoy empieza el verano”, decía la presentadora en Instagram en alusión a su rutina anual de lanzar un tema controvertido en estas fechas. A través de TikTok ha dicho que si el vídeo alcanza los 50.000 likes se presentará el año que viene al Benidorm Fest, el concurso que elige al representante de Eurovisión.

El videoclip ha ganado sus adeptos. “Hay que admitir que este vídeo está más currado de lo que nos tiene acostumbrados”, señalaba un internauta. Otros señalan que “insulta la vida de las monjas”. Lo que es cierto es que este modo de utilizar la simbología cristiana no es nuevo  y que ya ha generado controversia en el pasado.

El disco 'Puta'de Zahara

En 2021, la artista indie Zahara  lanzaba un nuevo álbum, 'Puta', cuya la portada mostraba a la cantante vestida de virgen y fumando un cigarro. La publicación generó cierta controversia, llegando a ser retirado un cartel promocional de un concierto en el que además de vestirse como la virgen sostenía a un bebé. Ocurrió en Toledo, durante el ciclo de conciertos Toledo Alive, tras la presión ciudadana porque relacionaban la imagen con la Virgen del Sagrario.

El partido Vox fue el más crítico con el cartel, calificándolo de “ofensa extrema a la imagen de la Virgen”. Sus representantes llegaron incluso a exigir  la suspensión del concierto, que finalmente se realizó con otro cartel. La artista declaró en laSexta que la portada persigue “representar la presión con la que las mujeres tenemos que vivir para ser perfectas”.

El grupo Extremoduro

Otra pareja controvertida en varias ocasiones ha sido Extremoduro. Una de ellas fue la portada del álbum 'Yo, minoría absoluta' (2002). En él aparece un Jesucristo  con los brazos abajo y sus heridas singulares en las manos, las estigmas. Solo lleva unos calzoncillos  y unos revólveres  enfundados en unas cartucheras.

De ese álbum, la canción Jesucristo García es la más llamativa por su letra. “Hago milagros, convierto el agua en vino, me resucito si me hago un canutito”, canta. En 1990 tocaron esta canción en el programa Plast-X, con el cantante Robe vestido como si fuera Jesús con la corona de espinas.

El grupo de rap político Los Chikos del Maíz también ha sido crítico con la Iglesia y la religión católica en sus letras. En el videoclip de su canción No Pasarán (2019) aparece un arzobispo  y una persona disfrazada de eclesiástico  con una máscara de cerdo. “El arzobispo, el capellán es un puto pederasta que vomita mierda homófoba en todas las misas”, rapean en ese tramo de la canción.

En el plano internacional

El caso más sonado en el mundo fue el videoclip de la canción Like a Prayer (1989), de Madonna. En él, se podía ver a la artista besando a un santo negro y cruces en llamas, práctica asociada al Ku Klux Klan. La reacción por parte de grupos cristianos fue tal que hasta el Papa Juan Pablo II pidió que se realizase un boicot  a la cantante.

También Lady Gaga generó controversia con otro videoclip, el de Alejandro (2010). En un punto del vídeo la cantante se viste de monja, realiza coreografías eróticas  y se traga un rosario. La Liga Liga Católica por los Derechos Religiosos y Civiles llegó a decir que se había convertido en “la chica portada del cartel de la decadencia estadounidense”.