Enrique Solís, el 'amor' de Vicky Martin Berrocal
Un aprendiz de 'bon vivant' de la jet set con origen aristocrático.
El empresario sevillano Enrique Solís es una de las figuras más desconocidas en el ámbito de la crónica social pese a formar parte de una de las familias aristocráticas más influyentes de la ciudad de Sevilla. Su nombre está vinculado a la saga de los Alba y a familias tan notorias de la prensa rosa nacional como lo son los Preysler.
Durante muchos años el empresario fue tildado, al igual que el también aristócrata Rafael Medina, como uno de los ‘cachorros de la jet set’ y uno de los ‘solteros de oro’ al que se le atribuyeron diversos romances. El último, muy sonado para la prensa rosa nacional. Era esta pasada semana cuando la revista Diez Minutos publicaba en su portada las fotografías en las que el empresario hotelero aparecía, de manera cómplice, junto a la diseñadora Vicky Martín Berrocal con quien, según revela su perfil personal de la red social Instagram, ya había coincidido en diversos eventos.
Estas instantáneas demostrarían el supuesto romance que habría iniciado Solís con la expareja del torero Manuel Díaz ‘el Cordobés’. Un hecho por el que el sevillano habría dejado de ser uno de los ‘solteros de oro’ de la jet set. Atractivo, elegante, emprendedor, un empresario exitoso y, tal y como se define en sus redes, ‘aprendiz de bon vivant’, pero, ¿quién es realmente Enrique Solís?.
Origen aristocrático y guerras familiares
Enrique Solís, nacido el 5 de junio de 1990 en la ciudad de Sevilla, pertenece a uno de los clanes aristocráticos más influyentes de la capital hispalense. Es uno de los cuatro hijos —además de Carmen, Miguel Ángel y Fernando— de Miguel Ángel de Solís-Beaumont y Martínez de Campos, marqués de la Motilla, y de la exmarquesa de Valencina Carmen Tello, la inseparable amiga de la duquesa de Alba y con quien permaneció hasta sus últimos días. Fue en 1991 cuando el matrimonio se separó, siendo este divorcio uno de los temas que más resonó en los círculos de la alta sociedad sevillana y, cinco años después, la aristócrata comenzó una historia de amor con el torero Curro Romero con quien pasó por la vicaria este pasado 2022.
Además de con el marquesado de Valencina, Enrique también mantiene vínculos con la saga de los Alba puesto que su tía es Matilde Solís, exmujer de Carlos Fitz-James Stuart, quien ostenta el cargo de duque de Alba y, en la actualidad, mantiene una magnífica relación con sus primos Fernando Fitz-James, duque de Huéscar, y Carlos Fitz-James, conde de Osorno.
Como en otras sagas aristocráticas, el clan de los Solís no ha estado exento de las guerras familiares que comenzaron este pasado año a raíz del Palacio de la Motilla, la histórica residencia de la familia. Fue el 31 de enero de 2023 cuando la residencia familiar dejó de pertenecer a los Solís debido a los elevados gastos que requería su mantenimiento. La venta ha generado un conflicto sin precedentes entre Fernando, hermano mayor de Enrique, y su padre.
Educación exquisita y trayectoria empresarial brillante
La educación que recibió el hijo del marqués de la Motilla ha sido exquisita. El empresario sevillano comenzó su formación educativa en el colegio Fomento Tabladilla, un exclusivo centro privado bilingüe ubicado en la ciudad de Sevilla que pertenece al Opus Dei. Un centro en el que también han estudiado otros rostros mediáticos como Juan Ruiz de Rato, hijo de ‘Espartaco’ y Patricia Rato. Posteriormente se trasladó desde la capital hispalense a Madrid con el fin de comenzar un Grado en Administración y Dirección de Empresas en el Centro Universitario Villanueva. Además, completó sus estudios en las prestigiosas instituciones de European Business School de París y en el Berkley College de la ciudad de Nueva York. Tras poner fin a su formación universitaria, Enrique inició un máster de Empresa familiar en la escuela de negocios San Telmo y, posteriormente, hizo un Máster en Administración de Empresas y especialización en Finanzas en el Instituto de Estudios Bursátiles (IEB).
Fue en el Grupo Porcelanosa, emblema de los negocios publicitarios de la socialité filipina Isabel Preysler, donde el aristócrata realizó las prácticas. Concretamente en las sedes que la firma posee en las ciudades de Londres y Nueva Jersey. Es más, el empresario sevillano ha sido uno de los asistentes a las tradicionales cenas que la firma ha organizado en el marco del Castillo de Windsor, como la que organizó el grupo junto al rey Carlos III. A lo largo de su trayectoria laboral el hijo de Carmen Tello también ha trabajado para la firma de consultoría PWC y fue en 2013 cuando decidió emprender fundando la cadena de hoteles boutique One Shot Hotels, la cual “se vincula directamente a la fotografía, una disciplina artística que nos apasiona”.
La compañía cuenta con alojamientos en ciudades como Madrid, Valencia, Sevilla, Barcelona y Oporto. Tal y como reza en su perfil personal de la red social Linkedin, el empresario también desempeña el cargo de gestor de inversiones en MHRE, una socimi hotelera líder en España, especializada en la adquisición y conversión de activos en hoteles de lujo con los operadores hoteleros Tier 1. Además del sector hotelero, la moda es otra de sus grandes pasiones y, por ello, en septiembre de 2016 junto a Gonzalo Yuste fundó ‘The Seëlk’, marca de moda masculina que se define por una oferta de "prendas bien confeccionadas, de estilo atemporal, para un hombre sofisticadamente sencillo” y la cual posee una ‘flagship’ en el madrileño barrio de Salamanca.
El ‘soltero de oro’ de la jet
Ha pasado una década desde que comenzaran los rumores entre el supuesto romance del empresario junto a la aristócrata Tamara Falcó. Y cabe remarcar el término supuesto puesto que nunca se dio una confirmación oficial por parte de ninguno de los dos. Tanto Enrique como Tamara compartían paseos por la capital española, photocalls en eventos organizados por firmas como Pronovias e incluso la marquesa de Griñón fue su acompañante a la boda de Ángel Solís, hermano de Enrique. Tal eran las especulaciones sobre la supuesta historia de amor entre ambos que fue Carmen Tello quien reveló ante los medios de comunicación que “le gustaría que fueran pareja porque Tamara es un encanto de niña”. No obstante, todo ello se quedó en una amistad y en rumores.
Si con la hija de la socialité filipina no hubo confirmación oficial de un romance, sí la hubo en 2018 con la estilista y experta en comunicación sevillana Alejandra Domínguez, con quien protagonizó su primera aparición pública en la boda de su primo Fernando y Sofía Palazuelo. Una joven a la que conoció en el colegio y con la que mantenía una estrecha amistad. La joven es una de las figuras más discretas de la jet set sevillana aunque con una brillante carrera en el mundo de la moda, marcada por sus vínculos con firmas como Dior, Rabat o Elizabeth Arden. Era este pasado año cuando la pareja ponía fin a su relación y fueron diversos medios de comunicación quienes apuntaron que uno de los motivos pudo haber sido “anteponer lo profesional a lo personal”.
‘Aprendiz de bon vivant’
El turismo es una de las grandes pasiones de Enrique Solís. Y como empresario hotelero ha recorrido ciudades como Venecia, Ibiza, Santiago de Compostela, Mallorca o países como Grecia. Como buen sevillano, el aristócrata no duda en asistir a la Feria de Abril o disfruta de los pasos de Semana Santa que se dan en la capital hispalense.
Además, el hijo del marqués de la Motilla es un gran amante de la gastronomía y entre las paradas obligatorias de su ruta culinaria están el Asador Exebarri, Saddle, Casa Jondal, Toto o Lana. Es en sus redes donde el empresario también ha revelado otra de sus pasiones, el deporte, y más concretamente, disciplinas como el esquí, que suele practicar en Baqueira Beret, o el running.
Entre las figuras a las que admira el sevillano se encuentra el icónico Jaime de Mora y Aragón, los actores Jesús Castro o Iván Sánchez y el futbolista Mario Suárez. Es ahora cuando el conocido como ‘aprendiz de bon vivant’ ha vuelto a saltar a la palestra mediática por su supuesto romance con la diseñadora sevillana, aunque tal y como ya reveló en su día, “si llegara a ser un personaje público, solo me llenaría si es por mi éxito empresarial”.
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