Las enfermerías de plazas de toros en Francia, en el foco: 'Son muy precarias'

El pasado 7 de julio el banderillero español José Mora sufrió una grave cogida en la plaza de Céret en Francia.  Mora sufrió una cornada de un toro de José Escolar que le afectó al recto y le perforó la vejiga. El banderillero ha tenido que ser operado en dos ocasiones y todavía se encuentra ingresado en el Hospital de Perpiñán.  Este grave incidente ha vuelto a poner en tela de juicio a las enfermerías taurinas en Francia. 

En lo que respecta a la atención a toreros que han sufrido cornadas la realidad es muy diferente entre Francia y España, ya que en el país galo a los toreros se les traslada a hospitales con las heridas abiertas en vez de atajar las lesiones en la propia plaza. Es decir, de acuerdo con la legislación sanitaria nacional, tras estabilizar al paciente se le deriva al centro médico más cercano, pero no se opera en la plaza. Es relevante que el torero Iván Fandiño falleció en Francia en 2017 tras recibir una cornada en el costado derecho en la plaza de  Aire Sur L’Adour.

Tras llegar a la enfermeria prácticamente sin pulso el torero fue trasladado al hospital de Mont de Marsan, a donde llegó clínicamente muerto tras sufrir dos paradas cardiacas en el traslado. Pese a esto, nada ha cambiado en Francia y muestra de ello es lo ocurrido a José Mora, ya que tuvo que esperar tres horas y media para ser intervenido. La realidad es que una espera tan larga a ser intervenido puede desembocar en consecuencias fatales para el torero en cuestión. 

En un primer momento Mora fue atendido en la enfermería de la plaza de Céret. Allí se concluyó que tenía una cornada limpia y fue trasladado al centro hospitalario de Céret. Una vez en el hospital se conoció que tenía perforada la vejiga, pero el hospital no contaba con los medios para afrontar esa intervención. Por ello, Mora tuvo que ser trasladado al Hospital de Perpiñán, donde también se averiguó que la cornada no era limpia, ya que presentaba roturas en el colon y en el recto. 

La problemática respecto a las enfermerías en plazas de toros francesas

Desde el país galo aluden a que esta derivación del paciente se deba al gran número de hospitales que hay en el país, aunque no todos están preparados para realizar cualquier tipo e intervención, En Francia carecen de un reglamento taurino, de hecho cuentan con una copia del español que carece de obligatoriedad de cumplimiento. Además, la tauromaquia no depende de ningún organismo oficial. 

Fuentes taurinas consultadas por elcierredigital.com indican que “nadie ha reclamado ante la presente situación en la atención a los pacientes en las enfermerías de las plazas de toros de Francia. Los toreros no protestan y se ciñen a confiar en que todo vaya bien. Tampoco lo hacen los aficionados ni las entidades del mundo del toro. Parece que quieren creer que el problema no existe, cuando es algo más que evidente. Hoy en día no consta denuncia alguna por parte de nadie”.

A la lentitud de las intervenciones se le suma la prohibición de que las enfermerías dispongan de bolsas de sangre, que tienen que ser solicitadas a un hospital. También está prohibido que se emitan partes médicos del alcance de los percances para preservar el secreto profesional. A esto se le suma que la ambulancia que hay en las lazas no se trata de una UVI móvil, lo que genera que haya que esperar para que esta acuda mientras hay una vida en juego. 

“La actuación inmediata es fundamental. En este caso la actuación sobre una lesión donde las heces salen a cavidad abdominal, tiene que ser inmediata para evitar complicaciones posteriores. En el caso de José Mora se ha tardado mucho tiempo al tener que ir de peregrinación de hospital a hospital", añaden las fuentes taurinas. 

En una conversación con elcierredigital.com el médico taurino Enrique Crespo señala que “desde tiempos inmemoriales la tradición es completamente distinta en España y en Francia, donde tienen la tradición de no operar en la enfermería salvo en casos de extrema gravedad. Afortunadamente, casi todos los pueblos en Francia tienen un hospital cercano, cosa que lamentablemente no pasa en España en plazas de pueblo. En Francia no se opera en las plazas porque su seguro de responsabilidad civil no les cubre posibles errores”.

“Las enfermerías taurinas de las plazas en Francia son precarias en cierta medida.  No obstante, hay una cosa buena y es que muchas plazas pequeñas cuentan con mucho personal sanitario capacitado profesionalmente. Lo que está ocurriendo es que la gente que recibe al torero herido en el hospital no está habituado a operar cornadas, algo que también pasa en España. En los últimos años he tenido que reoperar a varios toreros o recortadores heridos y atendidos en Francia”, añade Enrique Crespo.

El médico taurino indica que “el principal problema es que en Francia no tienen la voluntad de operar porque están incapacitados por temas legales, pero hay grandes profesionales en los equipos de allí y casi siempre resuelven bien las heridas. Ser trasladado y no atendido en la propia plaza supone un riesgo para la vida del torero herido. Cuanto más se tarda en operar más riesgo hay”.

“Siempre he dicho que el 90 por ciento de cornadas se pueden solucionar radicalmente en la propia enfermería de la plaza de toros. Soy partidario de que cuando haya una herida se opere de inmediato. Ya no solo porque salves la vida, sino porque cuanto más tiempo tiene una cornada más posibilidades hay de que pueda infectarse. También habría que preocuparse por la situación sanitaria de las enfermerías en plazas españolas de cuarta y de tercera, que también es un problema”, concluye Enrique Crespo.