Desestiman demanda por pornografía infantil del bebé de la portada de Nirvana.
El bebé de la portada de Nevermind pide indemnización por daños morales a Nirvana.
Spencer Elden, el niño que aparece en la famosísima portada de Nevermind (1991) de la banda Nirvana, demandó a los miembros de la histórica banda y a sus herederos, además de a los responsables de la portada, por “lucrarse de la pornografía infantil”. Esta demanda se interpuso justo cuando el álbum que ha generado polémica cumplía 30 años.
El que fuera el bebé de la portada del famoso álbum reclama una indemnización millonaria por daños morales, unos daños que, según dice la demanda, “ha sufrido y sufrirá de por vida”. En la demanda se acusa a la banda de rock de “promocionar la pornografía infantil de manera intencional y comercial”. Sin embargo, se ha criticado al demandante por haber recreado aquella imagen años antes –2008 y 2016–, aunque cubriéndose con un bañador.
Reclama una compensación económica
Kirk Weddle fue el encargado de fotografiar a Spencer cuando tenía apenas cuatro meses de vida. El fotógrafo mantenía una amistad con los padres del joven, que recibieron una compensación económica de 200 dólares gracias a la participación de la criatura. En la actualidad, Nevermind es uno de los mejores álbumes de la historia del rock y de la música, además de haberse convertido en uno de los iconos más reconocibles del mundo.
Ahora, un juez de California, en Estados Unidos, ha rechazado la demanda interpuesta por Spencer Elden por no haber respondido en el tiempo establecido a la petición de los que fueran integrantes de Nirvana y a los herederos para que se desestimase la causa. No obstante, el juez, Fernando M. Olguin, se mostró receptivo en cuanto a la enmienda de su decisión y a considerar el caso si Elden presenta una nueva demanda en los siguientes diez días. De lo contrario, el caso se desestimará y el demandante no podrá volver a interponer ninguna demanda relacionada con esta causa.
Pornografía infantil
El caso de Spencer Elden no es el único y, por supuesto, no es de los más graves. Sin ir más lejos, hace apenas unos meses, OnlyFans –la plataforma en la que pagando una suscripción mensual puedes acceder a contenido audiovisual, generalmente, sexualmente explícito– se vio envuelta en una polémica en la cual se le acusaba de permitir la publicación de pornografía infantil.
A principios de diciembre, por ejemplo, la Fiscalía del País Vasco alertaba del aumento del uso de menores en prácticas de pornografía y prostitución. Se advierte, además, de que en muchas ocasiones las víctimas no denuncian la intimidación que sufren por parte de los agresores, que normalmente contactan con ellos mediante las redes sociales.
En 2020 prácticamente se doblaron este tipo de estafas informáticas. Además, la manera de conseguir imágenes explícitas de menores de edad ha ido cambiando con el tiempo. Actualmente, este tipo de prácticas suceden cada vez más en las redes sociales y son muchos los depredadores sexuales que se valen de internet para establecer conexión con menores. Por ello, los responsables de los niños, ya sean sus padres o sus tutores legales, deben establecer rutinas de control para protegerles de los peligros de la gran red.
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