Bárbara Mirjan Aliende ha sabido mantener un equilibrio entre discreción y protagonismo. A sus 29 años, es mucho más que la futura esposa de Cayetano Martínez de Irujo (Madrid, 1962). Representa una nueva figura en la alta sociedad española: culta, independiente y alejada del ruido mediático.
Nacida en Madrid, Bárbara es hija del empresario libanés Javier Mirjan. Estudió en el International School of Madrid (ISM) y, más tarde, en el exclusivo Runnymede College de La Moraleja.
Su formación universitaria la realizó en el King's College de Londres, donde se licenció en Filología Francesa y Empresas. Habla cinco idiomas, lo que le ha permitido desarrollar una carrera con vocación internacional.
El recorrido profesional de Bárbara es tan completo como diverso. Ha trabajado en el banco Mirabaud de Ginebra y en la productora Mediapro. También ha colaborado con OK Diario como organizadora de eventos, un puesto que ha dejado recientemente para centrarse en los preparativos de su boda.
Además, ha realizado prácticas en la galería Marlborough, la pastelería Mallorca y en bufetes de abogados como Palacio y Asociados, así como en La Garanderie & Associés de París.
Un amor consolidado con un miembro de la Casa de Alba
Su historia de amor con Cayetano Martínez de Irujo comenzó hace una década. Ella tenía 19 años y él, 52. La diferencia de edad no fue un impedimento. Hoy, tras diez años de relación estable, la pareja ha decidido dar el paso.
La boda se celebrará el 4 de octubre en la capilla del Cristo de los Gitanos, en Sevilla. Después, el banquete tendrá lugar en la finca del jinete, Las Arroyuelas, donde residen buena parte del año.
Bárbara Mirjan y Cayetano Martínez de Irujo | Europapress
Bárbara ha logrado ganarse la simpatía de la familia de su pareja. Tiene una excelente relación con los hijos de Cayetano, Luis y Amina. De hecho, será Amina quien ejerza de madrina de la boda.
También cuenta con el respaldo de Carlos Fitz-James Stuart, hermano de Cayetano y actual duque de Alba. Su presencia ha traído equilibrio a la vida de un hombre que ha hablado abiertamente sobre su complicada infancia y adolescencia.
Genoveva, el pasado que aún planea sobre la Casa de Alba
La joven siempre ha sido respetuosa con Genoveva Casanova, madre de los hijos de Cayetano. Sin embargo, la presencia constante de la mexicana en propiedades del jinete y en los medios ha generado roces.
Aún así, Bárbara ha optado por mantenerse en un segundo plano. Nunca ha dado una exclusiva ni ha buscado notoriedad. Prefiere mantenerse al margen de cualquier polémica.
A diferencia de otras mujeres relacionadas con casas nobiliarias, Bárbara ha forjado su propio camino. No vive de la fama ni de su pareja. Se ha formado en el extranjero, ha trabajado en distintas áreas y no muestra interés en convertirse en figura mediática.
Su reciente decisión de dejar el trabajo es temporal. Su intención es regresar a la vida profesional tras el enlace.
De novia a mujer del 'nuevo' Cayetano Martínez de Irujo
Su relación con Cayetano ha sido, en muchos sentidos, transformadora. Él, que en ocasiones se había mostrado reticente con la idea de volver a casarse, ha decidido hacerlo tras reconciliarse con su hermana Eugenia.
Esta boda marca un nuevo comienzo para ambos. La estabilidad emocional que Bárbara ha aportado ha sido fundamental para que Cayetano dé el paso.
Bárbara Mirjan encarna una nueva forma de pertenecer a la aristocracia. No busca brillar, pero su formación, inteligencia y serenidad la hacen destacar. No conoció a la duquesa de Alba, pero ha entendido perfectamente cómo integrarse en su mundo.
Bárbara Mirjan. | Europapress
La expectación en torno al enlace no es casual. La pareja ha construido una relación sólida lejos del foco público, algo poco común en figuras de su entorno. Tras diez años juntos, han optado por una ceremonia íntima, pero con gran significado familiar.
La elección de la capilla del Cristo de los Gitanos en Sevilla no es casual: se trata de un lugar muy vinculado a la tradición, la espiritualidad y los orígenes andaluces de Cayetano.
La celebración posterior en Las Arroyuelas confirma su deseo de mantener el evento dentro del círculo más cercano, rodeados de quienes han acompañado su historia desde el principio.