
'Coriolano' de Shakespeare sorprende en Madrid con Carmen Conesa y Roberto Enríquez
La obra dirigida por Antonio Simón se interpreta en los teatros del Canal y cuenta con la participación del público
En la Sala Roja de los Teatros del Canal de Madrid, hemos tenido la ocasión de ver una tragedia romana al estilo griego: ‘Coriolano’, una de las últimas obras de William Shakespeare.
La puesta en escena, dirigida por Antonio Simón, convierte el teatro en un espacio de tensión política y drama colectivo. La obra arranca con una advertencia: no pronunciar la palabra trigo.
Los actores irrumpen desde el patio de butacas, transformando al público en parte del pueblo romano. Se nos invita a gritar esa palabra clave, símbolo de escasez y lucha, quedando integrados en la masa ciudadana que presencia el regreso del guerrero Cayo Marcio, conocido como Coriolano.
Este militar, orgulloso y fiel a los valores de la guerra, desprecia al pueblo y solo se relaciona con sus iguales. La escenografía, actualizada con vestuario contemporáneo, sirve como vehículo para trasladar la acción a los conflictos sociales y políticos de hoy.

La obra pone el foco en los privilegios de la clase patricia y en la desigualdad estructural. El reclamo del trigo refleja el hambre real y simbólica de una población excluida por los poderes establecidos.
El Coriolano encarnado por Roberto Enríquez resulta incómodo tanto para los cónsules como para el pueblo. Su orgullo y su negativa a ceder en la distribución del grano le acarrean el destierro. Solo la intervención de su madre Volumnia (Carmen Conesa) y de su mentor Menenio (Manuel Morón), político profesional y pacificador elegante, logra que reconsidere atacar Roma. Pero ya es tarde.
Coriolano regresa disfrazado, irrumpe en una fiesta de senadores y acaba reconociendo su identidad. Las heridas se reabren, su madre llora, y la tragedia se consuma. Shakespeare traza aquí un conflicto eterno entre poder, dignidad y supervivencia, que sigue vigente.
Shakespeare para el presente
La manipulación de los políticos y su egoísmo se muestran como una fuerza destructiva. Los que dicen defender al pueblo solo buscan su propio beneficio. La democracia romana, en manos de tribunos y senadores corruptos, se convierte en una farsa que arrastra a la ciudad hacia la ruina. El montaje de Antonio Simón es notable.
Escoge una estructura escénica con un pasillo elevado en forma de cuadrícula y una inclinación de 30 grados, por el que se mueven los actores, subiendo y bajando en función del cuadro representado.

El diseño lumínico refuerza esta movilidad, generando atmósferas tensas y dinámicas. Nueve actores dan vida a una obra que se hace itinerante gracias a la participación activa del público, convertido en pueblo llano.
Simón, nacido en Barcelona, es licenciado en Arte Dramático por el Institut del Teatre. Se formó también en el CNSAD de París y es Máster en Estudios Teatrales por la UAB. Ha sido profesor, coordinador académico y colaborador en distintos proyectos teatrales relacionados con salud mental e inclusión.
Ha dirigido más de treinta espectáculos en espacios como el Teatro de la Abadía, el Centro Dramático Nacional o el Festival de Mérida. Ha recibido galardones como el Premio Adrià Gual, el de la revista BCN o el de la Crítica.
Protagonistas con fuerza
El Coriolano de Roberto Enríquez impresiona por su fuerza escénica. Nacido en Fabero (León) en 1968, es actor de teatro, cine y televisión. Ha trabajado en películas como El alquimista impaciente y series como Hispania, Vis a vis, El desorden que dejas o La cocinera de Castamar.
Se formó en la Escuela de Arte Dramático de Valladolid y en el Laboratorio de William Layton, además de realizar cursos con Juan Carlos Corazza y Augusto Fernández. En teatro, ha destacado en obras de Shakespeare como Hamlet, El mercader de Venecia y Coriolano, así como en la Orestíada y La gaviota, donde fue nominado a los premios Max y a la Unión de Actores.
Por su parte, Carmen Conesa ofrece una volumnia de gran autoridad y sensibilidad. Con diálogos largos, ejecutados con soltura, encarna a la madre madura del guerrero con una carga emocional rotunda.

Nacida en Barcelona en 1960, comenzó su trayectoria en el teatro catalán tras un casting para Historia de un caballo, junto a José María Rodero. Su carrera incluye filmes como El caballero del dragón, La noche más larga o Makinavaja.
Su popularidad creció en televisión con Las chicas de hoy en día. En teatro, ha participado en títulos como El cianuro... ¿solo o con leche? o Y decirte alguna estupidez, por ejemplo, te quiero.
Nada fácil resulta decir algo nuevo sobre Shakespeare. Sin embargo, esta versión de ‘Coriolano’, estrenada en el Festival de Teatro Clásico de Mérida en 2024, con dirección artística y escenografía de Paco Azorín, logra trasladar el espíritu de la tragedia griega al Imperio Romano y desde allí proyectarlo hacia los conflictos sociales y políticos de nuestro tiempo.
La enseñanza de esta historia no caduca: el poder sin conciencia, el orgullo sin empatía y la política sin humanidad conducen siempre a la ruina.
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