La cara B de Melania Trump: De sus desnudos como modelo a tomar la Casa Blanca
La esposa de Donald Trump, Melania, vuelve al escenario político tras un legado de controversias y un pasado desconocido
Este lunes, Donald Trump y la primera dama, Melania Trump, toman posesión de la presidencia de los Estados Unidos por segunda vez. Marcan así un nuevo capítulo en la vida pública de esta controversial figura de nuestro tiempo. Pero en todas las fotos seguirá saliendo una de las figuras más enigmáticas y magnéticas de entorno de Trump, Melania.
La historia de Melania Trump es un relato poco conocido que mezcla superación personal, ambición y controversia. Nacida en un pequeño pueblo de Europa del Este, pasó de una infancia modesta en Yugoslavia y una carrera como modelo de desnudos a convertirse en la Primera Dama de los Estados Unidos.
Orígenes en un pedido pueblo de Eslovenia
Melania Trump nació el 26 de abril de 1970 en Sevnica, una tranquila ciudad en la entonces Yugoslavia comunista, hoy Eslovenia.
Creció en un entorno marcado por valores tradicionales y trabajo duro, características que moldearon su personalidad. Su padre, Viktor, era mecánico y chofer, mientras que su madre, Amalija, trabajaba como patronista en una fábrica de ropa.
Fue este trabajo el que expuso a Melania al diseño y la moda. Amalija solía confeccionar ropa para sus hijas, lo que despertó en Melania una pasión por el estilo desde temprana edad.
En su juventud, Melania destacaba por su belleza y su carácter reservado. Aunque su objetivo inicial era estudiar arquitectura, una sesión fotográfica a los 16 años cambió el rumbo de su vida. El fotógrafo que la descubrió notó inmediatamente su potencial, y Melania comenzó a explorar el mundo del modelaje con determinación.
Del modelaje a las pasarelas internacionales
A los 22 años, Melania se mudó a Milán, uno de los epicentros de la moda. Fue allí donde adoptó el nombre artístico de Melania Knauss, un paso que simbolizó su transformación profesional. A pesar de la feroz competencia en la industria, Melania logró destacar gracias a su ética de trabajo y su elegancia innata.
En 1994, se trasladó a París, donde trabajó con marcas importantes y apareció en revistas de moda. Sin embargo, siempre mantuvo un perfil reservado, evitando los excesos típicos de la vida nocturna de las modelos de la época. En 1996, tomó la decisión de mudarse a Nueva York, donde enfrentó uno de los mayores desafíos de su carrera: abrirse camino en una de las ciudades más exigentes del mundo.
Allí consiguió un trabajo estable, trabajando con fotógrafos de renombre como Patrick Demarchelier y Helmut Newton, y consiguiendo portadas en revistas como Harper's Bazaar. De Bulgaria, Vanity Fair de Italia, GQ, para la que posó desnuda en enero de 2000 y Sports Illustrated.
Aunque ya era considerada mayor para los estándares del modelaje convencional, Melania logró conseguir contratos importantes, como una campaña publicitaria de cigarrillos en Times Square. Esto marcó un hito en su carrera, consolidándola como una modelo de alta gama, aunque nunca alcanzó el estatus de supermodelo.
Las fotos de melania: Los desnuedo
Antes de su llegada a la Casa Blanca, Melania Trump mientras construía una exitosa carrera como modelo, realizó varias de sus sesiones fotográficas desnuda se convirtieron en temas de conversación pública.
Una de las más recordadas fue en 2000, cuando posó completamente desnuda para la revista británica GQ. En esas imágenes, Melania apareció en el avión privado de Donald Trump. Lo que generó no solo un gran revuelo mediático, sino que se convirtió en un punto de crítica durante la campaña presidencial de 2016. Especialmente, por aquellos que cuestionaban su elegibilidad como Primera Dama.
Pero no acaba ahí. En 2016, el diario ‘New York Post’ ha rescatado unas fotos de Melania Trump desnuda que hizo para la revista francesa ‘Max’ en 1995. En aquella tiempo, era un joven modelo eslovena de 25 años que se hacía llamar Melania K. Tiempo en el que no conocía al magnate.
A pesar de la controversia, Melania nunca ha mostrado arrepentimiento por esas imágenes. En su autobiografía Melania (2024). Donde profundiza en su vida desde sus raíces en Eslovenia hasta su tiempo en la Casa Blanca. La ex Primera Dama defiende estos trabajos como una forma legítima de arte y una expresión personal.
En un video promocional de su libro, Melania asegura que esas fotos fueron una celebración del cuerpo humano. Algo que considera esencial en el arte y la cultura, comparándolo con obras clásicas que representan la figura humana.
A lo largo de los años, Melania ha reafirmado su orgullo por esas experiencias en su carrera como modelo. Para ella, el trabajo de desnudo fue una forma de autoempoderamiento y una elección consciente como mujer. Donde destacó que, al igual que cualquier otra forma de expresión artística, su derecho a mostrar su cuerpo es válido y libre de juicio.
Así, las imágenes que en su momento fueron utilizadas como arma política, hoy son defendidas como parte de su legado personal y profesional.
Encuentro con Donald Trump
En 1998, Melania conoció al magnate inmobiliario Donald Trump en una fiesta en Nueva York. En ese momento, Trump ya era una figura pública destacada, conocido por su riqueza y extravagancia.
La conexión entre ambos fue inmediata, aunque Melania se negó a darle su número de teléfono en su primer encuentro. Este gesto de reserva, poco habitual en el entorno de Trump, despertó su interés. Acto que marcó el inicio de una relación que años después sacudiría al mundo.
Se casaron en 2005 en una opulenta ceremonia en Palm Beach, Florida, rodeados de celebridades y políticos. En 2006, nació su hijo Barron, consolidando su familia. Sin embargo, su matrimonio ha estado rodeado de rumores de infidelidades y controversias, que les sigue hasta hoy.
Como el caso 'Stormy Daniels', Trump fue condenado por encubrir un pago de 130,000 dólares a la actriz de cine para adultos Stormy Daniels durante la campaña presidencial de 2016.
La postura fría de Malenia tras conocerlo alimentó una narrativa pública de misterio y distancia entre ellos.
De modelo a Primera Dama
La vida de Melania dio un giro radical en 2016, cuando Donald Trump anunció su candidatura a la presidencia de los Estados Unidos. Aunque inicialmente se mantuvo al margen de la campaña, su papel como Primera Dama la puso bajo los reflectores internacionales.
Uno de los momentos más controvertidos de su tiempo en la Casa Blanca ocurrió en 2018. La Primera Dama visitó un centro de detención para niños inmigrantes en Texas vistiendo una chaqueta con la frase:
'I really don’t care, do u?' (Realmente no me importa, ¿y a ti?). Aunque Melania afirmó que el mensaje estaba dirigido a sus críticos, el incidente generó un escándalo que reforzó su imagen como una figura compleja y difícil de interpretar.
Durante su tiempo como Primera Dama, Melania impulsó la campaña 'Be Best', centrada en el bienestar infantil, la lucha contra el acoso en línea y la prevención del consumo de drogas.
También supervisó la renovación del Jardín de Rosas de la Casa Blanca. Sin embargo, estas iniciativas fueron criticadas por su falta de impacto significativo y por las contradicciones entre sus acciones y las políticas de su esposo.
Las nuevas 'normas' de Melania en la Casa Blanca
Melania Trump ha regresado a la Casa Blanca tras la victoria de su esposo, Donald Trump, en las elecciones presidenciales de 2024. Aunque anteriormente había expresado su desagrado por la residencia presidencial, la situación actual la ha llevado a mudarse nuevamente a Washington.
A sus 54 años, Melania ha adoptado un papel más activo en la esfera pública, promoviendo su autobiografía y un próximo documental sobre su vida, dirigido por Brett Ratner. Además, continúa liderando la iniciativa BeBest, enfocada en combatir el ciberacoso infantil, especialmente tras las experiencias de su hijo Barron, ahora estudiante universitario.
En cuanto a su relación con la Casa Blanca, Melania ha establecido un nuevo contrato que define el número de actividades sociales públicas en las que debe participar, el número de oficiales que deben acompañar a su esposo y el tiempo que puede disponer de ella para viajar a lugares como Miami o NuevaYork.
Esta flexibilidad le permite equilibrar sus responsabilidades oficiales con su vida personal, dado que ha expresado su desagrado por la Casa Blanca, describiéndola como un edificio pequeño y renovado varias veces, sin privacidad.
Además, Melania ha tenido problemas con la elección de guardaespaldas, lo que ha influido en la configuración de su equipo de seguridad. Una anécdota destaca que, al trasladarse por primera vez a la Casa Blanca, Melania se quejó del espacio limitado para guardarropa. Indicando sus expectativas de privacidad y comodidad.
Una voz propia: defensa del aborto legal y seguro
A pesar de las expectativas tradicionales sobre su papel como Primera Dama, Melania ha demostrado en múltiples ocasiones una independencia de pensamiento que contrasta con las ideas de su esposo. Una de sus posturas más destacadas fue su defensa del aborto legal y seguro en Estados Unidos.
Una posición que iba directamente en contra de las políticas y declaraciones públicas de Donald Trump. Este tema generó tensiones tanto dentro de la Casa Blanca como en su imagen pública. Aun así, Melania se mantuvo firme, argumentando que las mujeres deben tener el derecho de decidir sobre sus propios cuerpos.
Esta postura subrayó el contraste entre su carácter reservado y su capacidad para expresar convicciones firmes cuando lo consideraba necesario.
Contrastes y legado
Melania Trump ha sido una figura polarizante. Mientras algunos la ven como un ícono de gracia y elegancia, otros critican su aparente desconexión con las preocupaciones del ciudadano promedio. Sus costosos vestuarios y su actitud reservada han alimentado tanto admiración como desdén.
Sin embargo, detrás de su imagen pública, Melania ha demostrado ser una mujer decidida, capaz de construir un “muro invisible”. Permitiendo proteger su vida privada mientras cumple con sus responsabilidades públicas.
La vida de Melania Trump es un testimonio de la ambición y la capacidad de adaptación. Desde su modesto inicio en Sevnica hasta su papel como Primera Dama, su historia desafía las narrativas tradicionales de éxito. Aunque su paso por la Casa Blanca estuvo marcado por la controversia, su capacidad para mantenerse firme en medio de las tormentas mediáticas la convierte en una figura fascinante y enigmática.
Nos guste o no, Melania Trump ha dejado su huella en la historia moderna, recordándonos que incluso los viajes más extraordinarios pueden surgir de los lugares más inesperados.
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