
Calamaro se planta en Colombia: Defiende la Tauromaquia en la plaza de Cali bajo pitos
El cantante argentino dejó el escenario del antiguo coso de Cañaveralejo tras dar su apoyo a los toros y ser criticado
El músico Andrés Calamaro protagonizó un tenso momento con sus espectadores el pasado 17 de mayo en un concierto en Cali, Colombia. El argentino defendió el toreo en la antigua plaza de toros y el público le abucheó, lo que provocó que el cantante abandonara el escenario. Ahora conocido como Arena Cañaveralejo, el recinto albergó la famosa Feria Taurina de Cali.
Calamaro se encuentra en Colombia con su gira Agenda 1999 y ha sido en su segundo show, en Cali, donde se ha generado la polémica. Todo empezó cuando ‘el Salmón’ cantaba para su público su conocida Flaca. Acompañando a la canción con su chaqueta hizo un movimiento que parecía de toreo, lo que generó cierta protesta en el público.
El argentino procedió a anunciar que dedicaba la canción a “todos los toreros, ganaderos, banderilleros y aficionados que se quedan sin trabajo”. Y señaló a los dirigentes políticos del país: “Votaron para eso, dejarlos en la calle”. El cantante se refería a un proyecto de ley que prohíbe las corridas de toros y otros espectáculos taurinos. Fue aprobado por la Cámara de Representantes en mayo de 2024.
El público lo abucheó y lo silbó, cosa que disgustó a Calamaro. El argentino les dijo que estaban "cancelados y bloqueados, hasta nunca” y se marchó del escenario. Sus músicos siguieron tocando la canción.
“Cali jamás votó ni fue a referendo para cerrar la plaza”, decía el artista en un comunicado por redes sociales. También ha hecho referencia a la tradición taurina del país: “Colombia es taurina como es musical, es tradicional, cultura, trabajo y libertad”. “Finalmente yo solo lamenté estar en una plaza de toros sin toros, y soy solidario con la gente que se queda sin trabajo en el campo y en la plaza”, concluyó.
El comunicado iba acompañado de la imagen de una estatua de ‘Joselillo de Colombia’, un popular torero del país. El gusto de Calamaro por la tauromaquia es conocido. El cantante es muy amigo de personalidades del ese mundo, como José Tomás, Morante de la Puebla o Alejandro Talavante.
Otros músicos taurinos
Andrés Calamaro es frecuente en las corridas de las Ventas de Madrid, pero no es el único de su gremio con esta afición. Joaquín Sabina también es seguidor de José Tomás, y no esconde su pasión por los toros ni en las entrevistas ni en sus letras. El torero incluso aparece en su último videoclip, Un último vals.
Precisamente Sabina y Joan Manuel Serrat, otro taurino, fueron declarados ‘personas non gratas’ por un grupo ecologista de Rosario, Argentina. Los artistas iban a visitar la ciudad por motivo de su gira Dos pájaros de un tiro y fueron criticados por su presencia en la Monumental de México. Asistieron para ver torear a José Tomás. También se encontraba en la plaza Miguel Bosé, hijo del torero Luis Miguel Dominguín.

Jaime Urrutia, antiguo miembro de Gabinete Caligari, también es taurino confeso. Sin embargo, en una entrevista a ABC el año pasado, el músico confesaba: “Yo últimamente no voy a los toros”. Otras personalidades del mundo del arte apasionados del toreo son Rafael Alberti, Federico García Lorca o Pablo Picasso, entre otros.
La Plaza de Cañavaralejo, Cali
No es casualidad que Calamaro haya reivindicado la tauromaquia en Cali, ciudad referente de las ferias taurinas en Colombia. El 28 de diciembre de 1957 se inauguró la Plaza de Cañavaralejo, diseñada por el ingeniero Guillermo González Zuleta. En su primera corrida actuaron ‘Joselillo de Colombia’ y los diestros españoles Joaquín Bernadó y Gregorio Sánchez.

La Plaza fue ganando popularidad por acoger a célebres toreros como Dámaso González o ‘El Viti’. Se convirtió en la sede de la Feria de Cali y, junto con la de Manizales, se consagró como referencia de ferias taurinas. En 1995 fue declarada bien de interés cultural.
En la actualidad, el recinto se denomina Arena Cañaveralejo. En 2028 entrará en vigor la ley que prohíbe los espectáculos taurinos, aprobada hace dos años. Sin embargo, a principios de 2025 la Corte Constitucional de Colombia admitió una demanda que pedía la inconstitucionalidad de la ley. Entre los argumentos se encuentra el derecho al trabajo de los empleados en este sector o la falta de soluciones para reutilizar los inmuebles.
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