Alejandro Gallo, comisario jefe de la Policía de Gijón, publica una novela
Los hechos históricos protagonizan las páginas de esta nueva obra del escritor Alejandro Gallo
El comisario Alejandro Gallo ha escrito una nueva novela en la que junta el relato histórico y la novela negra, que da un subgénero más personal como resultado final.
La trama que compone la obra trata sobre el fallido atentado contra el dictador Francisco Franco, en la que comenta que el plan fue un intento de réplica del asesinato de Reinhard Heydrinch, uno de los jerarcas nazis al que le fue arrebatada la vida en Praga con una mina anticarro que amenazó de forma directa el vehículo en el que se dirigía el arquitecto del Holocausto.
Alejandro es licenciado en Filosofía, Ciencias Políticas y Ciencias de la Educación, escritor, colaborador de la Sociedad Científica Española de Criminología (SCEC), ex oficial del Ejército, Jefe de la Policía Local de Astorga y Langreo y comisario jefe de la Policía Local de Gijón.
Su obra “Franco debe morir” ha sido editada por el sello Reino de Cordelia.
La historia se remonta a la tarde del 28 de julio del año 1949, momento en el que el general Francisco Franco sufrió un atentado en la localidad de Compostilla, a las afueras de Ponferrada. Junto a él, se situaba Jesús Mérida Pérez, el obispo de Astorga que se desmayó encima del él tras ser tiroteado.
Lo que falló en ese intento de atentado fue que el coche en el que viajaban era más fuerte de lo que se pensaba. Curiosamente, el vehículo se lo regaló Hitler. Aquél Mercedes 770 Pullman estaba completamente blindado, de modo que las balas que se dirigían al automóvil en pleno tiroteo solo rozaron la chapa ligeramente, aunque es cierto que alcanzaron a algún escolta del general.
El escritor asegura que esta situación intentó ser similar a la que ocurrió en la llamada “Operación Anthropoid”.
Años antes, en 2009, Alejandro Gallo publicó su best seller llamado “Operación Exterminio”, obra que relata la situación histórica que se llevó a cabo a través de una emboscada organizada por el Servicio de Información de Falange y en colaboración con la Guardia Civil en enero del año 1948.
Se llevó por delante la vida de treinta guerrilleros ubicados en las montañas asturleonesas pertenecientes al Ejército de la II República, que acabó conociéndose históricamente como la matanza del Pozo Funeres.
Tras esta novela, surgieron las dudas sobre qué habría ocurrido con los guerrilleros que aún quedaban en pie, y sobre cómo se sobrevivió durante los años posteriores hasta que ocurre el fusilamiento de Manuel Caxigal en el año 1950, y un año después, el de Manuel Girón.
Como respuesta a estas preguntas que le rondaban la cabeza al escritor, y como necesidad a contar lo que históricamente aconteció los hechos a posteriori, emprende una nueva aventura en forma de novela que se titula “Franco debe morir”.
El escritor, al ser ex oficial del Ejército, se ha dedicado a estudiar el atentado de cerca. Un atentado que, además, cabe destacar que fue silenciado en los medios de comunicación tanto a nivel nacional en España, como a nivel europeo. Los únicos medios que informaron acerca del suceso fueron algunos norteamericanos, entre ellos el Milwaukee Sentinel, un periódico de Wisconsin.
Además, está seguro de conocer la historia completamente, y de que había gente que sabía de antemano la situación que se iba a acontecer contra el generalísimo.
Todo se resumen en un golpe de suerte que tuvo el general y que, de haber sido al contrario, hubiese cambiado por completo la trayectoria española.
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