17 de junio de 2024
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FIN DE SEMANA

Fue el Papa Sixto III el que introdujo en Roma la costumbre de celebrar en el día previo a la Navidad una vigilia a medianoche, "al cantar del gallo"

El porqué de la "misa del gallo": Una cita imprescindible desde el siglo V en la Navidad de muchos católicos

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La "misa del gallo", una antiquísima celebración que tuvo origen en el siglo V, fundamental en la Navidad de muchos católicos
La "misa del gallo" es una antiquísima celebración de la Iglesia Católica que tuvo su origen en el Siglo V cuando el Papa Sixto III introdujo en Roma la tradición de celebrar en el día previo a la Navidad, entre el 24 y el 25 de diciembre, una vigilia a medianoche. La costumbre comenzó en la Basílica de Santa María la Mayor, ubicada en la ciudad de Roma y, en la actualidad se celebra cada año en El Vaticano. Una peculiar misa que surgió realmente "al cantar el gallo".

A pocos días de Navidad, multitud de familias se preparan ya para celebrar el día de la unidad y el cariño. Esta festividad cristiana tiene lugar en la mayor parte del mundo el 25 de diciembre y conmemora el nacimiento de Jesucristo en Belén. Sin embargo, son varias las ceremonias que tienen lugar durante los días festivos, como es el caso de la conocida misa del gallo.

Como explica la Conferencia Episcopal Española, en liturgia existe el concepto de “formulario” para referirse al “conjunto de las oraciones y de las lecturas que se utilizan en una determinada celebración”. En este sentido, la Navidad tiene una característica peculiar: tiene cuatro formularios distintos.

Siguiendo un orden cronológico, estas son el de la misa de la vigilia, que se utiliza en la tarde del 24 de diciembre, con la que “oficialmente” comienza el tiempo de Navidad; la misa de la medianoche, llamada popularmente “misa del gallo”; la de la aurora, que se celebraría al amanecer, y la del día, celebrada durante todo el día 25.

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La misa del gallo es una parte fundamental de la celebración navideña de muchos creyentes.

La "misa del gallo" es una ceremonia religiosa de la iglesia católica en la que se celebra el sacramento de la eucaristía y se hace el memorial de la muerte y la resurrección de Jesús, pocas horas antes de Navidad. En la actualidad, es una parte fundamental de las celebraciones navideñas de muchos creyentes en diversas regiones españolas.

Y es que, la misa de medianoche es sin duda la más popular y entrañable de las cuatro, como indica la Conferencia. Recibe este nombre porque se celebra a medianoche, con el canto nocturno del gallo. Además, está vinculada a la reliquia del pesebre que se conserva en la basílica de Santa María la Mayor de Roma.

En cuanto a su origen, este es antiquísimo, remontándose probablemente al Papa Sixto III en el s. V. Este introdujo en Roma la costumbre de celebrar en el día previo a la Navidad una vigilia a medianoche, denominada mox ut gallus cantaverit en latín y traducida al español como al cantar el gallo, ya que se trataba del momento del inicio del día para los antiguos romanos.

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El niño Jesús en el pesebre.

Esta tradición comenzó en un pequeño oratorio situado en la capilla del pesebre, precisamente detrás del altar mayor de la Basílica de Santa María la Mayor. A día de hoy, el Papa sigue oficiando esta misa todos los años tal y como lo hacía Sixto III, mientras que multitud de parroquias e iglesias locales también mantienen la celebración.

En esta Basílica se veneran las reliquias del Pesebre de Belén. La reliquia de la Sagrada Cuna, donde fue depositado el niño Jesús, recuerda la importancia de Santa María la Mayor como el “Belén de Occidente”. Así mismo, en ese lugar se celebró misa por primera vez en Nochebuena y durante los siglos posteriores los Papas acudieron a la Basílica manteniendo la costumbre. Entre las reliquias más importantes, la Basílica también alberga los restos de San Matías y San Jerónimo.

La misa es totalmente gratuita y las personas que residan en Roma o en sus alrededores pueden asistir, siempre con una reserva de entradas anticipada. Por su parte, la misa del gallo se retransmite también de manera telemática en YouTube para los cristianos de otros lugares del mundo.

La celebración

Durante la "misa del gallo" se realiza la lectura del pasaje Lc 2, 1-14 del evangelio, el que narra el nacimiento en Belén del Hijo de Dios y el anuncio a los pastores, que, junto con la narración de Mateo, han inspirado la representaciones de los belenes.

Como expresa la Conferencia Episcopal Española en su portal web, celebrándose íntegramente de noche, y siendo la Navidad la segunda celebración en importancia en el año litúrgico, “es inevitable pensar en el paralelismo entre la Vigilia Pascual en la noche santa y esta celebración en la que ha resplandecido, como recuerda la oración colecta el resplandor de la luz verdadera”.

Es por ello que se ha añadido en la tradición, es decir, en la misa celebrada por el papa en el Vaticano y también en muchos ortos lugares, el acto de cantar o leer, a modo de pregón de Navidad, el texto del Martirologio para el día de Navidad, llamado la “Kalenda”, por su primera palabra en latín. Este recorre toda la historia desde la creación del mundo hasta ese momento, “en la plenitud de los tiempos, en el que la Palabra puso su morada entre nosotros”.

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Se añadió a la misa el cantó o lectura del texto del Martirologio para el día de Navidad, llamado la “Kalenda".

Finalmente, la Conferencia también pone en relieve otro detalle esencial, tanto en la "misa del gallo", como en todos los formularios de Navidad: la palabra “hoy”, hodie en latín. Con ella se subraya que la celebración es un memorial, un acontecimiento vivo y actual, y no un mero recuerdo del pasado.

Existen varias leyendas populares que también atribuyen un origen a esta celebración. Por ejemplo, la fábula que cuenta que durante el nacimiento de Jesús había un gallo en el establo, que fue el primer ser vivo en presenciar el acontecimiento. Posteriormente, sería el encargado de pregonarlo a la mula y al buey, después a los pastores y sus ovejas y, por último, a las gentes que vivían en los alrededores. Siendo la llegada del Mesías ad galli cantus, es decir, al canto del gallo.

Otras teorías menos sonadas indican que, en la antigüedad, en algunos países el menú de la cena de Nochebuena estaba compuesto por un gallo asado, con el que se podría relacionar esta misa. De una manera o de otra, en la actualidad la "misa del gallo" es una parte imprescindible de las celebraciones navideñas para muchos católicos.

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