17 de junio de 2024
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FIN DE SEMANA

La cantautora albaceteña arranca nueva edición de esta iniciativa los días 20, 21 y 22 de julio para combatir la despoblación en la Sierra del Segura

Rozalén nos presenta su festival LeturAlma: "Quiero devolver a mis mayores todo lo que me han dado"

El Cierre Digital en
/ Beatriz Romero y Rozalén en la presentación de LeturAlma en Madrid.
Los próximos días 20, 21 y 22 de julio, la localidad albaceteña de Letur tiene una cita importante. Se trata del festival LeturAlma, promovido por la cantautora manchega Rozalén para combatir la despoblación y promocionar el folclore de nuestro país. A propósito de la presentación de la quinta edición de este evento musical, que contará con artistas como El Kanka o Tanxungueiras, elcierredigital.com ha compartido una conversación con Rozalén sobre los detalles del 'festival más bonico del mundo'

Con cariño y lleno de emoción. Así es todo lo que pasa por 'las manos' y la voz de Rozalén (Albacete,1986), cantautora que ostenta el Premio Nacional de las Músicas Actuales. De entre sus trabajos más recientes, cabe destacar la sensibilidad de su último disco 'Matriz'; una producción cuidada que aúna el folclore de nuestro país con músicos como Rodrigo Cuevas o Silvia Pérez Cruz y el recuerdo a sus raíces en la tierra de sus antepasados, donde además ella se crió –la Sierra del Segura–.

La artista manchega también ha adelantado en una conversación con elcierredigital.com que ella será la primera "forastera" que participe con la Sinfónica de Bilbao el próximo mes de octubre en el concierto Url Bere Bidean del País Vasco, una cita hasta ahora reservada para artistas vascos.

Sin embargo, en estos días, uno de los proyectos más sonados de Rozalén –también conocida por ser hija del ya fallecido Cristóbal Rozalén, ideólogo de José Bono– ha sido la presentación de la quinta edición de su festival LeturAlma. Bautizado por la cantante como "el festival más bonico del mundo", se trata de una iniciativa pensada para combatir la despoblación de zonas rurales como Letur, localidad de la provincia de Albacete donde ella creció y que acogerá este evento los próximos días 20, 21 y 22 de julio.

El Kanka, Tanxungueiras, Zoo o Depedro son algunos de los artistas que acompañarán a Rozalén en esta edición de LeturAlma, que también incluye actividades culturales para toda la familia: teatro infantil; talleres; mercadillo de productos artesanales de la zona; rondas de animeros...

Actuación de la Ronda de Motilleja durante la presentación de LeturAlma en Madrid.

A propósito de la presentación de este festival, que tuvo lugar el pasado 9 de junio en Madrid con la actuación la cuadrilla tradicional Ronda de Motilleja y en la que se prometió un artista sorpresa para esta edición, elcierredigital.com ha podido conversar con su promotora, Rozalén, sobre los detalles de LeturAlma y su carrera como artista.

-¿De qué forma están vinculados a Letur tus orígenes en la música?

Muchísimo. Yo tocaba la bandurria en una rondalla de Albacete, el folclore siempre ha estado muy relacionado con los pueblos. Sigo tocando la bandurria a día de hoy en la misa del gallo en Letur y lo mantengo como tradición. A mí me enseñaron a los ocho años cómo se tocaba antes la misa, que era en latín. En verano, también asocio Letur a cuando tocaba con mis mayores y cantábamos rondallas y habaneras en las fiestas del pueblo.

Igualmente pasa con 'LeturAlma' y el folclore. Imagina ir por el pueblo y ver por las calles a gente cantando y bailando jotas y seguidillas. Eso era lo que bailaba mi madre cuando era niña, entonces es todo un hilo conductor hermosísimo.

-En la presentación del festival en Madrid te emocionabas al hablar del proyecto y tu tierra. ¿Qué significa para ti esta iniciativa desde el punto de vista personal?

La carga emocional es muy fuerte porque se trata del lugar donde me he criado; es mi infancia, mis momentos más felices, la primera vez que me enamoré, lo libre que fui, los libros que leí… El momento más feliz de mi vida, y mira que soy disfrutona, fue mi infancia. 

Los que serán los escenarios principales de LeturAlma están al lado del cementerio, al lado de la tumba de mis abuelos y mi padre, eso no me pasa en otro lugar. Me quedo hasta sin voz al pensarlo. La gente de allí me importa tanto que les quiero devolver lo que me han dado.

-Cada vez que te subes al escenario lo haces acompañada de Beatriz Romero, intérprete de lenguaje de signos. ¿Esto surgió a raíz de la condición de alguien de tu entorno?

Yo no conocía a nadie del colectivo sordo, fue cuando conocí a Bea que me introdujo en este mundo. Desde la Psicología social, que es lo que yo estudié, en las prácticas había trabajado con grupos en riesgo o con diferentes capacidades. La lengua de signos de Bea es muy artística. Aunque cada vez se da más visibilidad, lo que es excepcional en mis conciertos es el protagonismo que tiene su labor, ya que siempre está conmigo en el centro del escenario y no en un lateral. Ella ya es marca de la casa. Nos conocimos en Bolivia haciendo cooperación internacional y me parecía que era lo que tenía que hacer. Hay que hacer más que decir. Todos nos tenemos que acostumbrar a ver a un intérprete o una rampa para facilitarnos a todos la vida.

-¿Cómo se verá reflejada esta inclusión en el 'festival más bonico del mundo'?

Va a ser el primer año en el que no solo nuestros conciertos van a ser signados, y lo harán Beatriz y otra compañera. Vienen artistas sordos como la Familia Vázquez o una cuentacuentos. También contamos con artistas del colectivo.

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María Rozalén.

-Tu último disco, 'Matriz, en el que incluso te arrancas a cantar en euskera o gallego, es una mirada al pasado, a tus predecesores. ¿En quiénes piensas a través de estas letras?

Pienso sobre todo en mis ancestros, en mis antepasados. Hay canciones que yo cantaba con mis abuelos, historia familiar. Hay canciones que representan a mi abuela materna y otras a mi abuelo paterno. Los interludios los grabé en la tumba de mis abuelos y de mi padre. Se me ha juntado este proyecto de folk con duelo, y por eso ha sido muy simbólico. Cantar folclore es honrar a nuestros mayores y nuestros antepasados. Cuando te metes en la cultura de otros lugares es como honrarles a ellos, que aunque no sean los míos también me importan. Me parece una manera muy bonita de decir te quiero. Me meto con mucho cariño y mimo a conocer tu cultura, tu lengua, cuáles son tus problemas y lo que te preocupa, y te lo canto con cuidado. También ha sido de la mano de artistas de la zona como Tanxungueiras, Rodrigo Cuevas… Otra cosa no sé, pero con cariño y con mucho cuidado se ha hecho.

-LeturAlma es un festival creado para combatir y vencer al olvido de las zonas rurales, aunque también visibiliza culturas, tradiciones y folclore de cada tierra.

Es un conjunto de muchas cosas. Nace con esa preocupación de que se nos vacían los pueblos. Hay muchas necesidades básicas que se van perdiendo. Los centros médicos cada vez están más lejos, estamos siempre pendientes de si cierra o no el colegio porque no hay niños, la caja de ahorros ya no está y hay gente mayor que no sabe manejarse en un cajero automático. Visibilizamos demasiadas cosas: darle valor a la vida en el campo, a la gente mayor, a la sabiduría de saber trabajar la tierra y los animales… Creo que quienes se crian en un pueblo, los valores que se adquieren son muy diferentes a los de la ciudad. El acceso a la cultura también es un problema en los pueblos en ocasiones.

-Muchos festivales rurales como LeturAlma, el Festival de la Luz o el Sonorama apoyan esta lucha contra la despoblación, pero ¿qué puede hacer la música por estas zonas en invierno?

Nos estamos planteando que LeturAlma sea solo un fin de semana como hasta ahora, pero que haya restos del festival el resto del año. Si hay beneficios, la intención es que una vez al mes se lleve a algún artista a cantar allí aunque sea de forma más reducida. Allí hay un teatrillo en el castillo que había antes en Letur. Suelen pasar cosas, pero estaría bien que lo hiciéramos más habitual.

-Los veranos en los pueblos, como este que vamos a compartir en Letur con el festival, guardan todo tipo de anécdotas. ¿Qué recuerdas con más cariño de los tuyos por la Sierra del Segura?

Son muchas cosas que se me vienen a la cabeza. Lo primero que recuerdo son las lágrimas de San Lorenzo. Las fiestas en Letur son del 14 al 20 de agosto y dos días antes se hace como una liguilla de fútbol llamada ‘Las 24 horas’. Cuando los niños y niñas terminábamos con el fútbol nos íbamos a ver las estrellas y a pedir deseos. Los cielos que se ven en los pueblos sí que dan envidia a las ciudades. Tumbados en la hierba, en el monte, viendo las estrellas... era una gozada.

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