25 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

La producción de Netflix novela una conversación postmorten entre 'el Sol de México' y el gaditano, que falleció lejos de su hijo en 1992

'Luisito Rey' resucita: La serie sobre Luis Miguel narra la complicada relación con su hijo

Oscar Jaenada como
Oscar Jaenada como
En la producción de Netflix sobre la vida de Luis Miguel uno de los personajes que más controversia a suscitado siempre es Luisito Rey, el padre del artista. Este cantante gaditano estuvo detrás de los primeros años de la carrera de su hijo y su fuerte personalidad lo marcó. Sin embargo, cuando Luis Miguel se hizo adulto se alejó de su padre, que falleció en Barcelona en 1992. En la nueva temporada 'el Sol de México' protagoniza una escena de acercamiento con su padre.

Por fin ha llegado la tercera temporada de la serie sobre la vida de Luis Miguel a Netlix. Esta nueva temporada evoca los últimos años de la vida del artista desde su conquista definitiva del mercado americano en los años 90 hasta hoy. 

A pesar de que el personaje de su padre Luisito Rey falleció en la anterior temporada. Vuelve a aparecer interpretado de nuevo por el español Óscar Jaenada. El personaje del padre de 'el sol de México' aparece en un flashback para decirle "tú tienes el Duende". Una manera de conciliar en parte la imagen que se ha dado de la figura de Luisito Rey en las anteriores temporadas. Pero, ¿quién era el padre de Luis Miguel?

Un gaditano en busca del éxito

Su verdadero nombre era Luis Gallego Sánchez (1947-1992) y nació en Cádiz, en plena posguerra. En el marco de una familia muy pobre, él era el mediano de tres hermanos: el mayor, José, más inteligente y despierto que el pequeño, llamado Vicente. 

Javier León Herrera, periodista español autor de la biografía Luis Miguel: La Historia, libro en el que se ha basado la serie de Netflix, explicaba a ElCierreDigital.com que los tres hermanos Gallego funcionaban siempre como un clan: “Dentro de ese modus operandi, lo peor que se te podía venir a la cabeza estaba ahí, todo fin justificaba los medios. Hicieron cosas muy feas para subsistir”.

Los tres nacieron con arte para el engaño, pero lo que a Luis le distinguió realmente de sus hermanos fue el talento musical. Su amor por el flamenco le hizo cantar y tocar la guitarra desde crío. Su andadura en la música comenzó tras huir de su deber de hacer la mili. Primero fue a Francia y después a Argentina, donde apostó por la canción melódica que estaba triunfando por aquel entonces en América Latina, a la que le añadió un original aire flamenco.

Luisito Rey y Luis Miguel. 

A partir de entonces, decidió cambiar de nombre pasando a apodarse ‘Luis Miguel Gallegos’ y más tarde se hizo llamar Luisito Rey, quizás para emborronar algún estropicio de los que era muy dado a cometer. Por aquella época su canción ‘Frente a una copa de vino’ tuvo cierto reconocimiento en Argentina, al tiempo que conocía a Marcela Basteri (madre de Luis Miguel), una mujer italiana con la que se casaría. Sin embargo, la boda solo fue uno más en la lista de embustes de Luis Rey: “Entre las mil mentiras que este señor contaba, una era la de que se habían casado en una iglesia de Buenos Aires… jamás se casaron. Era un tipo que tenía odio a cualquier trámite relacionado con la iglesia”, afirma Javier León.

Más adelante, su carrera musical volvió a tropezar en honor a su conflictiva actitud, su carácter violento le cerró las puertas de Nueva York cuando un programa de televisión quiso vestirle con un traje flamenco un tanto hortera y el cantante reaccionó protagonizando una escena de lo más desagradable.

Parece ser que su llegada a Estados Unidos se la debe al empresario puertorriqueño Alfred D. Herger, una víctima más de su afán por el dinero y la buena vida, que lo apostó todo por él y terminó arruinado. Lo mismo hizo con el empresario catalán Juan Pascual, al que encandiló con su picardía gaditana y sus dotes artísticas, unas dotes que desafortunadamente sucumbían a su complicada personalidad, de naturaleza derrochadora, que convirtió tanto a él como a su familia en unos auténticos nómadas por toda América Latina durante varios años.

Los excesos

Su vida de excesos y malas decisiones provocó que la ruina le persiguiese constantemente, dejando un rastro de deudas allá por donde pisaba. Llegó a hacer cosas realmente inmorales para saldarlas, tal como explicó el biógrafo de Luis Miguel.

Fue en aquel momento cuando Luisito Rey descubrió la salvación a todos sus problemas económicos, su futura mina de oro, y esta se llamaba Luis Miguel. Su hijo desarrolló un formidable talento para cantar y un desparpajo natural sobre el escenario. A partir de ese instante Luis Gallego abandonó su carrera, que ya tenía los días contados, para dedicarse plenamente a gestionar la de su hijo.

Durante siete años Luisito Rey dirigió la carrera de Luis Miguel, mientras éste era menor de edad. Un tiempo en el que el joven no cesó de trabajar y cosechar éxitos. La infancia de Luis Miguel fue exitosa respecto a su carrera profesional, sin embargo, esta forma de vida le alejó de su círculo afectivo, le entristecía gravemente pasar tanto tiempo lejos del cariño de su madre.

Cuando Luis Miguel cumplió los dieciocho años ya tenía conciencia de los abusos que fue cometiendo su padre y decidió despedirle, comenzando así su carrera de nuevo, ya que, tal y como afirma Javier León, “su padre prácticamente le robó todo el dinero, le metió en un lío fiscal con México y casi le meten en la cárcel”.

La desaparición de su madre, Marcella Basteri, en el año 86, fue un misterio salpicado de nuevo por las manipulaciones de Luis Gallego, que mintió desde el primer momento a sus hijos diciéndoles que su madre se había ido con un italiano. Los hijos, recelosos, terminaron encargando varias investigaciones que apuntaban a que Marcela había fallecido, y de hecho, nada se ha vuelto a saber de ella hasta la actualidad.

Después de esto, Luis Miguel queda anímicamente destrozado, motivo por el que se aleja tanto de su familia española. “A raíz de todos los problemas, Luis Miguel no quiere saber nada de España durante unos años, se desentendió de su familia española, pero aun así, él siempre ha tenido muy dentro su españolidad” comenta el biógrafo.

Luisito Rey pasó su última etapa en Barcelona, donde falleció en 1992 como consecuencia de una vida señalada por el alcohol, las drogas y los prostíbulos. Según León Herrera, “padecía sida y lo que desencadenó todo fue una sobredosis, era un cocainómano empedernido, a raíz de la sobredosis tuvo algunas complicaciones físicas, crisis respiratorias…y al final falleció”.

Lo más triste de este hecho es que cuando Luis Miguel recibió la noticia de que su padre había muerto tuvo que mandar a un detective para cerciorarse de que no era otra de las artimañas de su progenitor

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