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Un torero sonriente saluda al público mientras sostiene su montera en una plaza de toros.
CULTURA

El adiós a Juan García 'Mondeño', el torero que cambió los ruedos por el hábito

El torero gaditano falleció el pasado 6 de enero a los 89 años en la localidad de Sanlúcar la Mayor.

El mundo de la tauromaquia se tiñó de luto el pasado 6 de enero. En la víspera de cumplir 89 años el matador Juan García Jiménez, más conocido en el mundillo como Mondeño fallecía en su residencia de Sanlúcar la Mayor. A la altura de Antonio Ordóñez o Luis Miguel Dominguín, Mondeño fue uno de los toreros más influyentes durante el franquismo. 

La figura de Mondeño fue una de las más relevantes del siglo XX y aunque muchos de los cronistas taurinos de la época le auguraban una fulgurante carrera como matador, lo cierto es que se truncó en torno a una decisión que marcaría su vida: la toma de hábitos dominicos.

Origen humilde

A dos años del estallido de la Guerra Civil, la localidad gaditana de Puerto Real era una en las que el hambre y la miseria estaba a la orden del día. El 7 de enero nacía Juan García Jiménez en el seno de una familia muy humilde, que habitaba en una choza. A la falta de recursos económicos, Mondeño encontró en el arte del toreo una forma de ganarse la vida. 

Logró debutar en 1956 en el Puerto de Santa María y un año después estuvo presente como picador en la Real Maestranza de Sevilla. Fue precisamente el artífice de 'La Verónica' quien le dio la alternativa que confirmó en Madrid a principios de la década de los sesenta. Su destreza le hacía destacar en los ruedos y Mondeño se postulaba como una de las leyendas de la época. Nadie toreaba de forma tan estoica como él.

Vocación religiosa

Mondeño comenzó a codearse con grandes de la época como Diego Puerta, Camino o Santiago Martín el Viti y aunque fue adquiriendo popularidad su carrera como torero dio un giro inesperado cuando sintió la llamada de Dios e ingresó en 1964 como novicio en un convento dominico. "Siempre he querido ser misionero", declaró años más tarde. 

Una persona sentada en un escritorio escribiendo en un cuaderno, con un atril y varios objetos sobre la mesa, en una habitación sencilla con una percha y un cuadro en la pared.
Mondeño como novicio. | El Cierre Digital

El NODO ya había dedicado varios espacios a su figura como torero y, por supuesto, la toma del hábito fue uno de los grandes acontecimientos de la época que retransmitió el espacio propagandístico. Sin embargo, un año más tarde Mondeño colgó los hábitos y regresó a los ruedos. 

El matador reapareció el 3 de abril de 1966 en Marbella junto a Paco Camino y Manuel Benítez, el Cordobés. Su regreso también fue efímero pues tres años después el torero decidió desvincularse de la tauromaquia y se alejó por completo del mundo de los toros. Mondeño se trasladó a Francia y fijó su residencia en París aunque se desplazaba a menudo hasta el municipio de Sanlúcar la Mayor donde pasó sus últimos días. 

Supuesta homosexualidad

Tras salir del convento, se especuló sobre las causas que motivaron al torero para no continuar en la orden de los Predicadores. Los rumores apuntaban a una supuesta homosexualidad aunque nunca se confirmó.

Un hombre de pie junto a un coche clásico sosteniendo un sombrero en un evento al aire libre.
Juan García Jiménez. | El Cierre Digital

El alcalde de Caleruega, localidad donde se encontraba el convento de los dominicos, Pocholo Delgado, afirmó que "en el pueblo se murmuraba mucho al respecto, se decía que le gustan los chicos más que los toros...". Aunque muchas de las biografías sobre el torero que posteriormente se escribieron sobre su figura apuntaban que, tras dejar el traje de luces, se marchó junto a su novio a México y París. 

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