26 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Desde 2008, miles de establecimientos propiedad de inmigrantes del país suramericano han incluido entre sus tapas los deditos de queso

La moda de los tequeños: esta elaboración introducida por los venezolanos arrasa en España y Madrid es el epicentro

Los tequeños arrasan Madrid.
Los tequeños arrasan Madrid.
Una de las comidas más populares entre los venezolanos son estos crujientes deditos de masa rellenos de queso blanco que se pueden hornear o freír según el gusto. Este plato muy popular en Venezuela y Colombia se ha extendido por la gastronomía madrileña y poco a poco avanza a otras regiones de España. La influencia de la cocina venezolana se ha expandido en paralelo a los miles de ciudadanos del país suramericano que se han establecido en España.

Los tequeños, como se les conoce en Venezuela, o deditos de queso como se les llama en Colombia, son una comida muy popular en la región norte de Suramérica. En el caso de los tequeños venezolanos, su sabor y sencillez ha facilitado su expansión en el mercado gastronómico madrileño, donde decenas de locales de capital venezolano y español los ofrecen como entrante o aperitivo.

Según Alberto Ledezma, quien trabaja como Relaciones Públicas en el área hostelera, los tequeños se han integrado con éxito en el mercado de Madrid por varios factores, entre ellos, el tamaño. “A diferencia de otros platos de América Latina o en particular de Venezuela, los tequeños no son muy grandes, por tanto, encajan perfectamente en la categoría de entrantes o tapas” explica Ledezma.

Es común encontrar el producto en barrios como Malasaña, Chueca o Chamberí en el centro de la capital. Algunos establecimientos de la calle Fuencarral los ofrecen en su oferta de “tapas variadas” ofreciéndolas en raciones de dos tequeños con algún tipo de salsa.

Aunque la llegada de este producto de forma oficial se produjo en el año 2008, ya existían pequeñas ventas de tequeños a comienzos de los 2000. Muchos emigrantes españoles que vivieron en Venezuela importaron varias de las recetas que allí aprendieron. Entre ellas, los tequeños, que podían conseguirse en ventas particulares, especialmente en zonas como Galicia y Canarias que tuvieron mayor influencia de migrantes en América Latina.

Una comida muy típica del norte de Suramérica.

No obstante, con los años y el aumento del número de venezolanos y las inversiones de algunos ciudadanos de ese país en Madrid y otras ciudades, los productos gastronómicos comenzaron a ser conocidos en el entorno español. Fernando es CEO de la empresa Antojos Araguaney, la primera en producir en territorio español productos gastronómicos venezolanos y explica que desde 2008 se ha comenzado a vender de forma regular este tipo de productos a locales en Madrid.

“Realmente cuando comenzamos éramos muy pequeños y empezamos a crecer especialmente con el comercio hostelero. Hoy, en 2019, podemos tener cerca de 300 comercios que adquieren nuestros productos solo en Madrid”, comenta Fernando. Agrega además que en el contexto nacional, la empresa ya surte a más de 700 establecimientos hosteleros.

Aunque la mayoría de los locales que compran son de capital venezolano, Fernando explica que el tequeño ha entrado muy bien en el mercado gastronómico de la capital y de España. Según explica el empresario, el crecimiento de una importante cadena de hamburguesas de capital venezolano fue la encargada de popularizarse. A través de la venta de un producto conocido como lo son las hamburguesas, la empresa introdujo platos de tequeños como una forma de entrante o principal que comenzó a conocerse entre el público español.

No obstante, el relaciones públicas  Alberto Ledezma no considera que esta fuese la única forma de expansión, sino que “además de las inversiones con capital venezolano, para dar a conocer el producto hace falta quién lo patrocine y en eso la cantidad de venezolanos en España son una buena herramienta".

En los últimos tres años, después de que el régimen de Maduro se afianzara en el país caribeño, miles de venezolanos han venido a España en busca de refugio o para mejorar su vida. Según el Ministerio de Exterior, la población de esta nacionalidad se encontraría entre los 250.000 y 300.000 ciudadanos.

En el restaurante de Rocío Plaza se preparan horneados acompañados de "guasacaca"

Rocío Plaza, trabajadora de un conocido bar de la capital explica que conoció los tequeños en una feria gastronómica especial para hostelería. Allí, un distribuidor de productos venezolanos les presentó los tequeños y desde entonces los presentan como entrantes. 

"Los tequeños son nuestro plato estrella en el club, sacamos cientos de ellos al mes. Y estoy segura de que he preparado miles", explica la hostelera, que agrega que la comida de Venezuela es fácil de fusionar con la gastronomía española, ya que las combinaciones de sabores suelen ser innovadoras.

En el caso de los tequeños, Plaza explica que ha intentado distanciarse de la mayoría de los locales que los sirven preparados al horno, ya que normalmente se cocinan fritos. Además, los acompaña con "guasacaca" una salsa venezolana. 

La comida del pueblo

Aunque parezcan una exquisitez en el mercado madrileño, hemos conversado con varios ciudadanos venezolanos y la mayoría coincide en que es un plato transversal en la sociedad venezolana. La mayoría de los hogares suelen servirlos en fiestas o eventos o incluso si reciben visitas. La industrialización de Venezuela  durante el último siglo permitió que fuese posible comprar este producto congelado y listo para preparar. 

Nicolás González explica que en su país existe un dicho que va de que "no hay fiesta sin tequeños". El joven venezolano asegura que independientemente de la capacidad económica y estatus social de la familia, el tequeño es una comida muy popular y presente en casi todos los contextos sociales. 

No obstante, González agrega que tras la crisis económica que vive el país, cada vez es más difícil acceder a este tipo de productos que también han sufrido parte de la escasez general de alimentos. "Poco a poco fue más difícil encontrarlos y los precios eran muy elevados. Era un producto de todos y se transformó en un lujo" explica.

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