26 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Simpleza y comodidad para cerrar la mítica saga galática que comenzó George Lucas en 1977

'Star Wars: El Ascenso de Skywalker', Disney cierra con este film de J.J. Abrams la serie de nueve películas

Fotograma de la película.
Fotograma de la película.
Después de años de especulación en la Red, directores despedidos, espin offs innecesarios y tres películas que solo el tiempo puede juzgarel final de la franquicia más exitosa del cine.

¿Hubo tanto lío cuando se estrenó la trilogía original de George Lucas (1977-1980)? Lo dudo. No creo que hubiese tantas discusiones y titulares en prensa, ni siquiera con la segunda trilogía de Lucas, que funcionaba como pre cuela de las originales (1999, 2002 y 2005).

Fotograma de la película. 

Pero claro, todo esto fue antes de que Disney comprase Lucas Film por 3,7 billones de dólares y realizara una trilogía posterior a la original (2015, 2017 y 2019). Las iniciales negociaciones fueron las que provocaron el mayor problema de esta trilogía: falta de estructura. Disney quería a J.J.Abrams para dirigir las tres películas, una cada dos años. Abrams quería tener más tiempo y sacar una cada tres años. Disney se negó, le dio sólo la primera y contrató un director y un guionista diferente para las dos siguientes películas. Con El ascenso de Skywalke hubo una vuelta. El director que iba a hacer ésta se marchó y Abrams tuvo que volver para cerrar la historia.

En cuanto al filme, a pesar de entrar al cine con pocas expectativas, debido a la vuelta de un personaje de la saga, estuve disfrutando bastante de la primera hora y media. Funciona como aventura gracias a los actores, la mitología y la factura de la película. Hasta ese momento solo tenía el problema de que no tenía suficiente tiempo para respirar, la trama avanza muy rápido, pero por lo menos, lo hacía de una forma original. Estaba disfrutando del dilema de Rey, nuevos personajes y nuevos trasfondos de algunos de los protagonistas presentados en esta trilogía secuela.

Fotograma de la película. 

Y entonces, los guionistas J.J.Abrams y Chris Terrio (Argo o Batman v Superman) ponen el mayor piloto automático que he visto para los últimos 45 minutos. Es alucinante la simpleza, comodidad y cara con la que los dos guionistas toman narrativas literales de material preexistente de Star Wars para el tercer y último acto de la película. Teniendo en cuenta que están cerrando una trilogía y una saga de 9 películas, no hay un discurso ni una imagen que albergue o evoque algún tipo de simbolismo sobre esta historia de 42 años de edad.

Llegados a este punto, hay que hablar de que Los últimos Jedi. El Ascenso de Skywalker (IX) tiene dos precuelas: El despertar de la fuerza (VII) y Los últimos jedi (VIII). La primera dirigida por Abrams era un justo balance entre nuevos personajes y cierto homenaje a la trilogía original. La segunda fue escrita y dirigida por Rihan Johnson. Éste usó ciertos planteamientos de las originales y les dio la vuelta, rompió cualquier tipo de expectativa y a través de ciertas muertes, dejó espacio para que la siguiente película solo pudiese ser original.

Fotograma de la película. 

Abrams abraza muchos de los cambios realizados por Johnson (muchos más de los que me esperaba) pero hace trampas y nos devuelve a la dinámica triangular (bien, mal e intermedio) que él quería y que ya habíamos visto antes. Esto provoca mucha frustración, también hay frustración en la falta de interés por cerrar personajes, un personaje de esta trilogía en particular del que el filme parece olvidarse por completo.

La gente podrá decir lo que quiera sobre Los Últimos Jedi pero al menos era arriesgada y fresca, para nada atada a algún tipo de giro a largo plazo, sino que responde a ¿qué es lo más interesante y original que podemos hacer con esta historia? Puede que algunas cosas no funcionaran, pero creo que ese episodio será recordado como la mejor película de la saga desde los episodios de los 70.

Y debido a las críticas de los fans (no de los expertos) han hecho que o Disney o Abrams corran devuelta a la fórmula más básica posible, algo que transmita seguridad y en este caso esa seguridad se llama fan service, dejándonos terriblemente exhaustos.

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