27 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El célebre intérprete americano acaba de cumplir 76 años y no ha dudado en recordar sus días de fama con humor y anécdotas increíbles

Las confesiones sexuales de Burt Ward, el actor de Robin: Tratamiento hormonal, orgías con Batman y acoso de las fans

Burt Ward, haciendo el papel de Robin.
Burt Ward, haciendo el papel de Robin.
Burt Ward, Robin en Batman, es uno de los pocos del elenco original que aún vive. El actor, que cumplió el pasado martes 76 años, consiguió al inicio de su carrera su papel más trascendente, casi el único. Su primer personaje le cambió la vida, pero también dejó su figura muy asociada al universo Batman. Ward, sin embargo, no vive ese rol como una condena, sino como una bendición. Agradece la exposición, la fama, el cariño de la gente y, en especial, el incremento exponencial de su vida sexual.

Todo comenzó cuando alguien le avisó de que estaban buscando a un actor como él para una nueva serie. Enloqueció cuando supo que iba a hacer pruebas para Batman. Creyó que sus posibilidades eran buenas: era pequeño, parecía tener menos años de los que tenía, gesto inocente y muy ágil. Las condiciones para un Robin perfecto. Pero, después, tras la avalancha de candidatos, las expectativas de quedarse con el rol mermaron.

No obstante, llegó la llamada de los productores. Debería enfrentarse a una prueba de cámara definitiva. Junto a él estaba uno de los candidatos para interpretar a Batman, Adam West. Unas horas antes, otro dúo había probado suerte: Lyle Waggoner y Peter Deyell. Los elegidos, ya sabemos, fueron West y Ward.

Bert Gervis, como realmente se llama, apenas comenzó a acudir a castings decidió cambiar su nombre artístico. Bert se transformó en Burt y, como su apellido le parecía complicado de pronunciar, lo cambió por el materno.

Una carrera siendo el compañero de Batman

La serie en la que interpretó a Robin tuvo tres temporadas de las que las dos primeras fueron enormemente exitosas. En total, 120 capítulos entre 1966 y 1968. Los protagonistas se convirtieron en estrellas.

“El día que emitían el primer capítulo nos dejaron salir antes de la grabación para que lo viéramos en nuestras casas. La expectativa era enorme. Cuando vi la presentación, me vi dibujado, vi esos colores y escuché la música de Neal Hefti, no podía creerlo. Supe que teníamos éxito, que mi vida había cambiado”, contó Ward.

El papel de Robin tenía una diferencia evidente con el personaje del cómic: Su origen. En la serie no había margen para el pasado oscuro, para un chico huérfano tras la muerte violenta de sus padres. Así que Robin, el Joven Maravilla, era el ayudante de Batman pero sin mayores explicaciones. 

Burt Ward, el actor que hizo de Robin en la serie de los 60, confiesa que  le obligaron a tomar pastillas para encoger su pene

Robin y Batman.

Era un personaje alegre desde la propia vestimenta, inspirada en Robin Hood, con el amarillo, el rojo y el verde impactando a la vista. Sus muletillas, los gags, el atuendo extremadamente colorido, el aspecto infantil y, en especial, la ausencia de explicaciones sobre su origen, hacían de él un personaje entrañable. 

Al comenzar el rodaje, Burt Ward tenía 21 años pero debía encarnar a un adolescente. Casi un niño en calzas coloridas. Inocencia, bondad, búsqueda de la justicia. Alguien a quien todavía el tiempo no pudo erosionarle las ilusiones. En este sentido, el actor contó que los productores le dijeron: “¿Sabes por qué te elegimos? Porque Robin tiene tu personalidad. Queremos que delante de cámara seas igual que en la vida real”.

Un gran cambio

Pese al éxito, sí hubo un pequeño detalle que tuvo que modificarse en su personaje. La Liga de Madres Católicas a Favor de la Decencia se quejó de la anatomía del Joven Maravilla ya que, sobre las medias blancas, Robin llevaba un ajustado calzón verde. Un motivo que desde esta asociación consideraron suficiente para tachar de indecente al personaje. Los atributos masculinos de Robin, decían, se marcaban demasiado

Por ello, el personal de vestuario se vio obligado a probar con distintas técnicas que los disimulara: calzoncillos más ajustados y anatómicos que comprimieran más la zona, un nuevo diseño o, en alguna escena, la capa oportuna para taparlo.

El asunto supuso un verdadero quebradero de cabeza hasta que un productor propuso un tratamiento hormonal que contribuyera a disminuir la causa de la discordia. Burt Ward cuenta que tomó las pastillas durante tres días. Su deseo de no dejar pasar la oportunidad, de dar la talla y de vivir el sueño de ser un superhéroe y una estrella, lo motivaron a hacerlo. Pero, sin decirle nada a nadie, interrumpió el tratamiento. Vio la situación en perspectiva y se dio cuenta de lo evidente. Aquello era un disparate que le podía dejar un daño permanente, afectarlo anatómicamente y a su fertilidad.

Hazañas sexuales

En sus memorias, 'Boy Wonder. My life in tights', Ward narra una larga serie de “hazañas sexuales” surgidas a partir de la popularidad. Burt era 17 años más joven que Adam West, su compañero y su experiencia sexual era escasa. Sin embargo, a partir del éxito televisivo, su vida (y en especial su vida sexual) cambió de manera rotunda. Y Adam West, Batman, fue quien lo guió en ese nuevo terreno: “Hasta la serie sólo había salido con unas pocas chicas, pero nada había pasado. Adam me arrastró a las mayores aventuras sexuales que uno se pueda imaginar. De nada a todo. ¡Sexo salvaje! ¡Y sin parar!” escribió Burt en sus memorias.

Las confesiones sexuales de Robin: Un curioso tratamiento hormonal, orgías  con Batman y el acoso de las fans - LaPatilla.com

Burt Ward y Adam West.

“Sucedían cosas mágicas. A las siete de la mañana estábamos maquillándonos y un alud de mujeres nos invadía, nos rodeaba. Teníamos sexo detrás de los decorados, entre escena y escena, en nuestros trailers, en todos lados. Y los días que no rodábamos hacíamos presentaciones promocionales. Y en esos momentos todo se potenciaba. No parábamos” recuerda Robin.

Si Burt Ward es más explícito en sus recuerdos, Adam West pocas veces habló de este aspecto y, cuando lo hizo, se mostró más reticente y discreto: “En cierto modo saqué partido de la fama. Y eso incluye todos los placeres humanos que usted pueda imaginar”.

El énfasis que Burt Ward pone en sus aventuras puede tener diversos orígenes. Por un lado, ese material era un buen gancho para vender más ejemplares de su libro. Por otro, el subrayado de su actividad sexual alejaría las sospechas de homosexualidad que se instalaron sobre el dúo de superhéroes. “Siempre hicieron chistes sobre nuestra relación. Y así seguirá siendo mientras se pasen los programas. A nosotros nos causaba gracia. Teníamos tantas mujeres, tanta actividad sexual que no hubiéramos siquiera tenido tiempo para una relación homosexual”, escribió Ward.

Burt Ward siempre habló con mucho cariño de Adam West. Pese a la diferencia de edad forjaron una amistad sincera. En los comienzos hubo celos y cada uno peleó por su lugar. Pero la serie, el aura mítica que se generó alrededor de ella, los hermanó.

El año pasado obtuvo el homenaje que, tal vez, nunca imaginó: instalaron una estrella con su nombre en el Paseo de la Fama en Los Ángeles. Después de interpretar a Robin, Burt Ward lo siguió intentando en el mundo de la actuación. Pero sus mejores años habían pasado. Participó en decenas de telefilms pero él siempre seguiría siendo el Robin pop, inocente y colorido que acompañaba al inmutable Batman de West.

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