13 de mayo de 2024
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FIN DE SEMANA

El autor lamenta que los archivos españoles "casi no guardan datos sobre la mujer que en 1932 acabó con la vida de Carlos Edgard Serge de Borbón"

Javier Pardo recupera la historia de Candelaria Brau en ‘Asesinato de un Borbón’: "Apenas hay registros de ella"

El Cierre Digital en Portada de 'Asesinato de un Borbón' (Editorial Caligrama) obra de Javier Pardo
Portada de 'Asesinato de un Borbón' (Editorial Caligrama) obra de Javier Pardo
La historia de España está llena de nombres ‘olvidados’ que fueron protagonistas de todo tipo de historias. Uno de estos nombres es el de Candelaria Brau, que en 1932 asesinó a Carlos Edgard Serge de Borbón, hijo bastardo del emperador Francisco José I de Austria. Sobre esta desconocida historia ha indagado el médico, escritor, y divulgador Javier Pardo, que ha publicado el libro ‘Asesinato de un Borbón’ (Editorial Caligrama), y con el que ha podido conversar Elcierredigital.com.

La historia de España atesora personajes con todo tipo de vivencias, aunque en muchos casos los archivos no facilitan su recuperación a través de la investigación. Entre una larga lista de nombres ‘olvidados’ por nuestra historia se encuentra Candelaria Brau Soler, una joven nacida en 1888 en la localidad zaragozana de Maella y que pasó a la historia en 1932 por el asesinato en París de Carlos Edgard Serge de Borbón, que aseguraba ser hijo bastardo del emperador Francisco José I de Austria

Sobre esta historia, desconocida para una gran mayoría, ha investigado el escritor maño Javier Pardo, padre de la también conocida presentadora televisiva Cristina Pardo. Nacido en Maella (Zaragoza) en 1947, Javier Pardo obtuvo la licenciatura de Medicina en la Universidad Complutense en 1971. Cuatro años después ya había terminado la especialidad de Anatomía Patológica en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza y en 1977 se convirtió en doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Navarra con el distintivo de summa cum laude y Premio Extraordinario.

Como médico, Pardo ha pasado por hospitales de Estados Unidos, Francia, Suiza y Alemania, además de llegar a ser profesor titular de Patología de la Universidad de Salamanca y lograr su cátedra en Alicante. Además de ser un gran divulgador de sus conocimientos en revistas y otras publicaciones, Pardo ha escrito hasta quince libros de su especialidad. Desde su jubilación, también ha publicado libros de divulgación: 'Memorias galénicas de Leonardo' y 'Los motores de la evolución: sexo, cultura y enfermedad'. El último de sus trabajos es 'Asesinato de un Borbón'.

Fruto de una investigación de alrededor de tres años, nació 'Asesinato de un Borbón' (Editorial Caligrama), una obra de 468 páginas que aborda y relata una historia que apenas quedó registrada en los archivos de nuestro país, pero que sí fue ampliamente cubierta por los medios informativos franceses de la época. Elcierredigital.com ha entrevistado a Javier Pardo para conocer más detalles sobre su obra y la historia de Candelaria Brau. 

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Portada de 'Asesinato de un Borbón' (Caligrama) de Javier Pardo

Sobre la figura de Candelaria, Pardo nos relata: “Ella es hija de una familia pudiente de un pueblo de la provincia de Zaragoza, a grandes rasgos, se educó con las monjas Teresianas en un convento que había entonces, comenzó una relación con un comerciante de Gerona con el que acabó casándose. Marcharon a Filipinas porque allí era donde tenía sus negocios el comerciante y tuvieron un hijo, pero el niño no se acostumbró bien al clima y decidieron que Candelaria y su hijo volvieran a España. De esta manera estaban separados pero no divorciados. Un día, en el hotel Majestic de Barcelona se le presentó un chico que se llamaba Carlos Edgard Serge de Borbón, y decía ser el hijo bastardo del emperador Francisco José I de Austria”, expone el escritor durante su entrevista con este medio.

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El escritor Javier Pardo.

Cuando se produjo el primer encuentro entre la joven y Carlos Edgard, Javier Pardo explica que “Candelaria se quedó prendada de él, ligaron, como se diría ahora. Ella se dedicaba a hacer potingues y distintos tipos de cosméticos y acabaron conviviendo juntos, pero no de manera normal sino disimulada. Ella tenía unas creencias religiosas muy importantes y no quería que la gente supiera nada de lo que estaba pasando con el Borbón bastardo, así que alquiló un piso y montó una pensión, uno de los que se alojaban era Carlos Edgard y así pudieron disimular su relación”.

El asesinato del ‘Borbón bastardo’

“La cuestión es que este hombre era un vividor que se dedicaba a sacarle los cuartos a mujeres. Además, según él, había sido espía en la Primera Guerra Mundial y tenía muy buenos contactos entre políticos y traficantes de armas. En el año 1926 los echan de España, según él había estado espiando para Alfonso XIII, la cuestión es que se instalan en París y allí llevan una vida muy movida, están constantemente cambiando de hotel y de ubicación, además él vive del negocio de ella, que consistía en vender sus cosméticos casa por casa. Llegado el año 1932, él la habría obligado a mudarse a Niza, algo que ella no aceptó y que los llevó a constantes discusiones, hasta que un día en un hotel de París ella le quita la vida”, explica el autor durante su entrevista con este medio.

Como consecuencia del asesinato, Candelaria “fue llevada a la cárcel y estuvo allí once meses mientras se hacía un sumario -que tengo en su totalidad-. El 14 de junio del 33 se realizó el juicio y declararon que la muerte del Borbón bastardo había sido en legítima defensa”, explica Javier Pardo, por lo que la joven española pudo regresar a su país sin mayores represalias.

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Fotografía de Candelaria Brau

Paradójicamente, la historia de Candelaria apenas tuvo presencia en los medios españoles, sin embargo está ampliamente recogida en los archivos franceses, que aún conservan los artículos informativos que los medios de la época dedicaron a Candelaria. En este sentido, Pardo explica: “Lo primero que llama la atención es que en Francia cuando oyen la palabra Borbón se emocionan, es impresionante la cantidad de artículos que se escribieron sobre esta mujer en los días posteriores al asesinato y alrededor del juicio”, expone Pardo.

Al tiempo señala: “Para mi anterior libro -‘El año de la desgracia’ (Caligrama, 2022)- tuve unas dificultades enormes para encontrar documentación, sin embargo en Francia es que lo guardan todo y además lo tienen muy bien organizado para que cualquiera pueda ir y lo pueda ver. Un ejemplo del cuidado que tienen de sus archivos es el hecho de que recuperaran todos los documentos que la Alemania nazi se llevó durante la Segunda Guerra Mundial, los recuperaron y los mantienen bien organizados”. 

El dilema de los archivos y el origen de la obra de Pardo

Durante su entrevista con elcierredigital.com, Javier Pardo ha confesado ser un apasionado de la investigación, más que de la escritura: “Me encanta investigar pero me considero un vago para escribir”, explica él mismo. Esta pasión por la búsqueda e investigación viene de lejos. Javier ya está jubilado pero dedicó gran parte de su vida a la investigación como catedrático de Anatomía Patológica, carrera que desarrolló en la Clínica Universitaria de Pamplona. 

Aunque ya había escrito más de una docena de libros científicos relacionados con la investigación, su primera obra literaria se publicó en 2022, y trata también de una historia real. ‘El año de la desgracia’ (Caligrama, 2022) relata un crimen ocurrido en el pueblo natal de Pardo, Maella, que nunca llegó a resolverse. A pesar de que tres individuos fueron declarados culpables y posteriormente absueltos por la justicia, los habitantes del pueblo nunca les permitieron regresar a sus hogares.

Durante su entrevista con este medio, Pardo ha confesado haber tenido dificultades para conseguir información para sus obras en los archivos españoles: “He revisado todos los archivos que quedaron de la parroquia de mi pueblo, que es una cosa fácil de guardar, y resulta que en algún momento decidieron centralizarlo todo en el Archivo Diocesano, en lugar de coger y guardar los originales lo que hicieron es hacer un resumen que se limita a decir quién al padre y quién era la madre y nada más, no hay ni una palabra más ni de dónde vivía ni dónde estaba cada persona, muchos de estos archivos además se perdieron durante la Guerra Civil por lo que ya no hay acceso posible a mucha información, algo que no ocurre en Francia”.

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Fotografía de Candelaria Brau

Sobre el origen de su interés por la historia de Candelaria Brau, Javier Pardo ha expresado: “Yo soy del pueblo donde nació ella, Maella, su familia era pudiente porque tenía muy buenas fincas, pero no queda nadie de sus parientes, yo preguntaba a todos y no hay nadie que se acuerde, algunos recuerdan detalles de algún familiar de ella pero en general nada. La primera vez que la encontré fue un artículo en un periódico de Murcia del año 33 donde se hacía referencia a este asesinato. Desde entonces me dediqué a buscar, hasta que contacté con una agencia que hay en Francia en la que puedes pedir cualquier tema de periódicos de cualquier año, me mandaron más de 300 artículos de periódicos que hablaban sobre el tema”, expone Pardo.

La gran cantidad de información archivada sobre Candelaria Brau en Francia contrasta con la situación de los archivos españoles: “Me dediqué a mirar los periódicos de España y en Zaragoza, que había tres periódicos entonces, solo encontré dos artículos sobre el tema”, sentenció Pardo durante su charla con elcierredigital.com.

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