26 de junio de 2024
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FIN DE SEMANA

Las obras han sufrido debido a las restauraciones de personas con escasa o nula formación en restauración artística

De la inmaculada de Murillo al "Ecce Homo": Los desastres de la restauración en España

El Ecce Homo fue solo el comienzo.
El Ecce Homo fue solo el comienzo.
La reciente restauración fallida de la Inmaculada de Murillo a manos de un restaurador de muebles ha despertado nuevas reacciones de internet y la opinión pública comparando la obra con el "Ecce Homo" que intentó restaurar Cecilia Giménez en 2012. Lo cierto es que estas no son las únicas obras en España que se han visto mancilladas por la inexperiencia de algunas personas que decidieron sobrevalorar sus capacidades artísticas. El Ecce Homo fue solo el comienzo de una pequeña lista de incidentes.

Todos recuerdan a día de hoy la restauración fallida de Cecilia Giménez del Ecce Homo, que se ha convertido en un meme y pieza clave del a cultura popular humorística en internet. Curiosamente, dicen que los que no conocen la historia están condenados a repetirla, esto no quiere decir que quienes sí la conocen no corran el mismo riesgo.

Es lo que ha pasado con una obra de Esteban Murillo perteneciente a un coleccionista particular que, después de pagar 1200 euros por la restauración de una pieza de las Inmaculadas de Murillo, vio su preciada obra completamente desfigurada y con cierto parecido al suceso en 2012 con el Ecce Homo.

Cecilia Giménez inauguró la moda de catalogar a las restauraciones defectuosas como "Ecce Homo".

Pero como esos dos ejemplos de restauraciones defectuosas a lo largo de la historia se han dado otras que no se quedan atrás y que también fueron una sorpresa dolorosa para el mundo del arte.

La nueva obra mancillada

El encargo fue a un restaurador… pero de muebles. Evidentemente, ese hombre destrozó la obra que, ahora, recuerda al célebre caso del Ecce Homo de Borja que hace ocho veranos se convirtió en un fenómeno social.

El dueño del Murillo al pedir explicaciones se encontró con evasivas por parte del restaurador amateur. Ahora, al salir a la luz de la prensa esta historia digna de un cómic de Ibáñez, se ha llegado a poner incluso en duda la autenticidad de este retrato de la Inmaculada a manos de Murillo.

Antes y después de la Inmaculada de Murillo.

Son muchas las obras en España que pertenecen a colecciones privadas y Patrimonio del Estado no lo saben, para evitar la fiscalización de sus obras por parte del Gobierno. Por este motivo en muchas ocasiones los propietarios no acuden a restauradores profesionales y nos encontramos con los desaguisados como el de Valencia. “Solo conocemos los casos que la sociedad denuncia a través de prensa o redes sociales, pero hay multitud de situaciones donde las obras son intervenidas por personas que no tienen formación”, expresó María Borja de la Asociación Profesional de Conservadores Restauradores de España (ACRE) en una entrevista para Europa Press.

El Castillo de Matrera

Se trata de una edificación musulmana del siglo IX que en el año 2016 sufrió una restauración “minimalista” por decirlo de alguna manera que dejó las zonas restauradas sin ningún rastro de arquitectura antigua visible. Como se aprecia en la foto el trabajo de “restauración” consistió en erigir un muro rectangular y gris sobre las zonas antiguas.

Este trabajo despertó la indignación de muchos aficionados del arte que compararon el muro que se había erigido sobre los restos del castillo a un muro cualquiera de instituto. Irónicamente este trabajo de restauración ha sido nominado a varios galardones, lo que hace a la comunidad artística encontrarse muy confundida respecto a las prioridades de aquellas organizaciones que reparten estos premios.

Castillo de Matrera después de la restauración.

En 2016, mismo año de su polémica restauración, optó al premio internacional de arquitectura Architizer A+. Se trata de un premio otorgado por una red social conformada exclusivamente por arquitectos e inaugurada en 2009 que decidieron poner en marcha los galardones orientados a las mejores labores de restauración. Más adelante esta restauración se alzó con otro premio, el American Architecture Prize en la categoría de Arquitectura de Patrimonio. Por supuesto, el responsable de la restauración, Carlos Quevedo, se defendió de las críticas alegando que había sido un trabajo complicado y riguroso.

La estatua de Curro Romero

El monumento dedicado al torero Curro Romero fue vandalizado después de su inauguración por los antitaurinos que decidieron vandalizar la estatua con pintura en spray en el año 2015. En algunas inscripciones se leían las palabras “asesino” y “la tortura no es cultura”.

Se trataba de una estatua muy realista de dos metros de altura realizada en bronce. Desde el ayuntamiento intentaron tranquilizar a las personas disgustadas afirmando que la estatua sería limpiada cuanto antes por el personal de limpieza municipal. No obstante, había alguien que no decidió esperar: el abogado Joaquín Moeckel.

Estatua de Curro Romero vandalizada.

Actuó por su cuenta junto a algunos colaboradores y tuvieron un encontronazo con el personal municipal que advirtió que los productos de limpieza que estaba utilizando eran abrasivos y podrían haber dañado la capa de pátina que se aplica a las creaciones con bronce. Sin duda, el desconocimiento es un gran problema a la hora de restaurar y limpiar obras de arte muy delicadas.

San Jorge de Estella

El San Jorge de Estella es una escultura que data del siglo XVI y que se encontraba en la iglesia de San Miguel en Navarra. Durante una labor de restauración que salió mal la estatua perdió todos sus colores originales, un golpe doloroso para los aficionados del arte ya que esta estatua es la única estatua antigua que posee todas sus piezas intactas. Mostraba a la perfección todas las piezas de la armadura que utilizaban los caballeros del siglo XV.

La restauración no solo tomó el color de la estatua, sino que además hizo graves cambios en las expresiones faciales del tallado y convirtió a la antigua obra de arte medieval en lo que algunos calificaron como “Una manualidad de mercadillo terrorífica”.

Estatua de San Jorge de Estella antes y después de la restauración.

Afortunadamente, en este caso la obra fue nuevamente restaurada para recuperar su dignidad original. Se rasparon y cepillaron varias zonas de la nueva capa de pintura para intentar llegar a la fase anterior a la “restauración”. Sin embargo, no se logró una vuelta completa de los colores previos de la obra, pero al menos se logró arreglar gran parte de los destrozos realizados.

Asturias también tuvo un “Ecce Homo”

En septiembre de 2018 el mundo del arte sufrió un nuevo revés. La restauración de las figuras de la Virgen del Niño y Santa Ana, de San Pedro y de la Virgen con el Niño Jesús, que datan del siglo XV fueron llevadas a cabo por una vecina del pueblo de Rañadoiro.

Las figuras religiosas después de que una vecina decidiese pintarlas.

Con permiso del párroco, la mujer se llevó las tallas para repintarlas en su casa y con su propia visión artística. Los colores vivos utilizados convirtieron a las obras de arte en un caso similar al del San Jorge de Estella, lo que rápidamente hizo que la comunidad de internet bautizara este nuevo episodio como “El Ecce Homo de Asturias”.

La mujer no tenía ningún tipo de formación profesional artística, pero pensó que las figuras no estaban presentables y decidió que añadir su visión artística podría ser una buena idea. “Yo no soy profesional, simplemente las figuras estaban horrorosas y las quise pintar para ponerlas mejor” explicó la señora.

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