26 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El escritor italiano, que no baja la guardia contra la mafia, podría enfrentarse a tres años de prisión por delito de difamación contra la presidenta

El periodista italiano Roberto Saviano vuelve al foco público tras llamar 'bastarda' a Giorgia Meloni

El Cierre Digital en Roberto Saviano.
Roberto Saviano.
El periodista Roberto Saviano vive recluido. En 2006 publicó la novela por la que tanto él como su familia comenzarían a requerir protección policial. Ahora vuelve al foco de la noticia por llamar 'bastarda' a la política italiana Giorgia Meloni. Un hecho por el que podrían penalizarle con tres años de prisión. El escritor vive recluido por amenazas de la Cosa Nostra tras sus investigaciones sobre la trama que envuelve a la mafia siciliana.

Tras unos años en aparente calma, Roberto Saviano  vuelve a estar en el punto de mira a raíz de un juicio por la supuesta difamación realizada en 2020 a Giorgia Meloni, actual primera ministra italiana, a quien llamó “bastarda” por su intransigencia relacionada con la inmigración en el Mediterráneo. A tenor de lo que ha investigado el periodista italiano, en el futuro se descubrirá realmente que este mar se ha convertido en una de las fosas comunes más grandes del mundo.

Mientras el abogado de Meloni está sopesando la posibilidad de retirar la demanda por cuyo delito, en caso de ser declarado culpable, podría enfrentarse a tres años de prisión, Saviano no baja la guardia al seguir denunciando las injusticias sociales.

El libro de la polémica

En 2006, con tan solo 26 años, Saviano publicó su primera novela Gomorra: un viaje al imperio económico y al sueño de poder de la Camorra del que se han vendido más de 10 millones de ejemplares traducidos a una cincuentena de idiomas. Además, las adaptaciones a cine y televisión han cosechado un gran éxito. Debido a la repercusión tras destapar las tramas de la mafia napolitana, los capos de la camorra pusieron precio a su cabeza.

Cuando aquel joven periodista licenciado en filosofía expuso los entresijos de los clanes de la Camorra (los Bardellino, los Schiavone o los Iovine) en el Casal di Principe donde en 1991 fue asesinado su párroco Peppe Diana, al manifestar públicamente que nunca se callaría, el autor no supo vislumbrar el alto precio que tendría que pagar. Fueron los Casaleses quienes condenaron su destino. Hoy, según ha confesado en diferentes medios, lo habría hecho de otra manera. Hubiera deseado que su vida hubiese tenido otro precio.

Gomorra: Un viaje al imperio económico y al sueño de poder de la Camorra  (Best Seller) : Saviano, Roberto, CLAVEL LLEDO,TERESA;: Amazon.es: Libros

Portada del libro de Roberto Saviano.

Su familia no tardaría en recibir amenazas de muerte. Su padre, médico, su madre, directora de un museo, y su hermano, enfermero, tuvieron que dejar su casa en un barrio acomodado para buscar la calma. Eso es lo que más le duele en la actualidad a Saviano. Su familia está herida. Desde la publicación del libro está protegido por los carabinieri que cada cierto tiempo le obligan a cambiar de domicilio para preservar su seguridad.

Recluido y escoltado

La vida de Saviano se convirtió en “una vida de mierda”. Los pisos en los que habita carecen de luz natural para evitar a los francotiradores, viaja con nombres falsos, no puede tener citas con chicas, ni tampoco saborear la paternidad, a veces tiene que ir disfrazado y en situaciones tan normales como ir a comprar el periódico tiene que ir escoltado.

Su caso es semejante al ocurrido por Salman Rushdie cuando publicó Los versos satánicos, que provocó la irá del ayatolá Jomeini al desencadenar una fatua religiosa que pedía su asesinato. Esta le fue retirada hace una década. Sin embargo, aún quedan retazos. Durante años vivió en lugares secretos y sumamente protegido hasta que, hace tres meses, durante una conferencia a las afueras de Nueva York, fue atacado indiscriminadamente. A consecuencia de las puñaladas ha perdido un ojo y la movilidad de una mano.

Roberto Saviano:

El escritor Roberto Saviano.

Cuando era un crío, a Roberto le fascinaba todo lo relacionado con la mafia, las drogas y los crímenes. No le asustaba pasear por las calles y observar a los muertos tirados en la acera porque creía que aquello le convertía en adulto. Era como un vicio, una obsesión. Poco a poco se fue empapando de aquel mundo oscuro y siniestro como el de la Cosa Nostra en Sicilia, que conllevó los atentados de los jueces Falcone y Borsellino, dos de los mayores escándalos sociales de la Italia moderna.

Le han prohibido volver a Nápoles y sus alrededores, aunque a veces lo haga a escondidas, ya que todo el mundo le odia. En esa zona de Italia, que tiene en Sofía Loren a su hija predilecta, la mafia sigue en pleno apogeo porque las redes sociales están a su servicio. Saviano está agotado de vivir de esta manera, pero siempre se ha negado a estar en programas de protección de testigos, como cuando le propusieron ir a vivir a Islandia para olvidarse de todo y de todos. Pero hay algo en su interior que le impide invisibilizar al demonio.

Los tentáculos de la maldad son extensos, tal y como confesó a Jotdown hace varios años cuando afirmó que con la cocaína de los colombianos se financiaba ETA y que luego la vendían a los napolitanos. Dondequiera que esté, sigue colaborando para medios internacionales tan prestigiosos como La Repubblica, New York Times, Washington Post, Die Zeit o Expressen. A principios de este año publicó su biografía en forma de cómic, con ilustraciones de Asaf Hanuka, bajo el título 'Todavía estoy vivo'.

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