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Lucha contra el terrorismo.
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Terrorismo es terrorismo

'Terrorismo es terrorismo', columna de opinión por José Ignacio Herce

En estos últimos días, para vergüenza y oprobio –como se decía antes- de todos los españoles, estamos asistiendo a la manipulación torticera por parte de nuestro gobierno del término 'terrorismo' para adecuarlo a las necesidades del Sr. Sánchez con el único fin mantenerle en el poder a costa de lo que sea.

Ya no es solo la vergüenza y el sonrojo que produce verle intentando por todos los medios defender lo indefendible, a costa de la humillación constante y permanente del Estado Español, ante unos delincuentes reconocidos –hasta que Sánchez los convierta en héroes y mártires-, sino que además, tenemos que soportar casi diariamente, que estos personajes nos tomen cuando menos por idiotas (según la  RAE, "tontos, bobos, necios o estúpidos”).

Y es que la penúltima de este presidente que nos está tocando padecer, es la de hacernos dudar sobre la definición de terrorismo para poder encajar en ella a sus compinches socios de gobierno sin pensar, o sí, en las consecuencias que de todo esto se van a derivar.

Si atendemos a lo que se entiende por terrorismo a nivel internacional, nos podemos remontar al año 1937, en que en un borrador de la entonces Sociedad de Naciones, se le definía como “cualquier acto criminal dirigido contra un Estado con el fin de generar una situación de terror en las personas o grupos de personas”.

Posteriormente, si bien es cierto que desde la Organización de Naciones Unidas, no hay una definición clara de terrorismo, cierto es que sí parecen admitidas algunas variantes de la anterior definición, como seria reconocerlos como “actos criminales con fines políticos concebidos o planeados para provocar un estado de terror en la población en general”. O bien “acto criminal que pretende provocar un estado de terror en la población, en un grupo de personas, o en personas determinadas, para conseguir objetivos políticos».

Aunque parece muy claro por donde va encaminada esta definición (fines políticos, objetivos políticos…), la falta de claridad  hace que algunos se valgan de ello para justificar sus actuaciones en una hipotética lucha en defensa de sus supuestos derechos y/o libertades, como es nuestro caso.

Otra definición muy válida para nuestra situación actual sería la de Hoffman, un reconocido estudioso de los temas relacionados con el terrorismo, cuando lo define como “la creación deliberada y la explotación del miedo mediante la violencia o amenaza de violencia, cuyo objetivo es el cambio político”, es más, esta es demoledora….

Pero vamos a nuestro todavía país llamado España para ver que la Real Academia de la Lengua, sin alejarse mucho de lo anterior,  lo define como “sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror/ Actuación criminal de bandas organizadas, que, reiteradamente y por lo común de modo indiscriminado, pretende crear alarma social con fines políticos”.

Seguro que la pregunta que les surge a nuestros avezados y queridos lectores es la de ¿qué es un acto terrorista? La RAE también tiene su definición y no puede ser ni más contundente ni más adecuada a los acontecimientos del “procés” o proceso independentista catalán: “ Acto que tiene como objetivo causar la muerte o lesiones físicas y/o psíquicas contra cualquier persona, o cuando el propósito es intimidar a una población u obligar a un Gobierno o a una organización internacional a realizar un acto o abstenerse de hacerlo”.

O ¿es que “tsunami democrátic” no pretendía intimidar al Gobierno para que se abstuviera de ir contra la declaración de independencia? O que pregunten a policías y ciudadanos si no tuvieron que padecer lesiones físicas y psíquicas como consecuencia de sus acciones.

Y es que el terrorismo no es una ideología política evidentemente, pero sí una estrategia utilizada para ir en contra del orden establecido, como fue el caso de este proceso independentista catalán.

Y para remarcar todo la anterior, voy a hacer alusión al contenido de un documento editado por el CENTRO SUPERIOR DE ESTUDIOS DE LA DEFENSA NACIONAL FUNDACIÓN SAGARDOY sobre terrorismo internacional, que también  nos puede servir para enmarcar los actos de aquellos momentos y en el que se indica que hay una serie de elementos comunes en todas las definiciones.  Estos serían entre otros,  la violencia (o amenaza de violencia) sistemática e imprevisible de manera que el impacto psíquico que produce en la población supera con creces al impacto material, la destrucción de la propiedad sea pública o privada, tener objetivos y motivaciones fundamentalmente políticos, el uso de la propaganda a costa de las víctimas y que implica un extremismo en los medios, pero no necesariamente de los fines.

Por último,  lo que queda bien claro es que estos actos que nos ocupan son delitos políticos o actuaciones de carácter político legitimado para sus fines.

Teniendo claro lo anterior, miedo da pensar en qué estarán tramando desde este Gobierno junto a sus socios terroristas catalanes y vascos -que también andan por ahí a la espera de novedades- para que se sigan manteniendo los pactos…

¿Que Puigdemont y los suyos salen libres de esta? Eso es seguro, pero la gran pregunta es ¿quiénes les acompañarán? Porque como decíamos antes, los 'bilduetarras' están a la espera de ese cambio de denominación para sacar a los suyos de las cárceles con lo que ya se habrá consumado la gran traición a este país y sus habitantes de bien  por parte del que ya ha conseguido pasar a la historia por méritos propios, como el peor gobernante en muchos, muchos años.

Y es que  Puigdemont ya ha amenazado a  Sánchez en diferentes ocasiones “de las consecuencias desagradables” sino cumple los acuerdos o diciendo que podría apoyar al PP en una hipotética moción de censura si no ve avances suficientes en lo pactado, sin olvidar la humillación a que le sometieron en el parlamento al tumbar la moción de censura… Y esto es y va a ser la tónica general de toda la legislatura porque, no nos engañemos, ni Sánchez quiere perder el poder ni Puigdemont la oportunidad de conseguir sus objetivos, algo que con otro gobernante no conseguiría nunca, espero y confío.

Mientras tanto, las víctimas de ese terrorismo asisten atónitas a este terrible espectáculo en el que está en juego no solo la memoria, la verdad, la Justicia y la dignidad de todas ellas, sino de la todo un país y siempre, bajo la mirada de Europa y del mundo.

José Ignacio Herce Álvarez

Vicepresidente de la Asociación Plataforma de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo (APAVT)

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