Los 'tontos' de Unamuno
Columna de opinión por Julio Merino
Empecemos por saber qué es un tonto o quién es tonto para Don Miguel de Unamuno. Un tonto es aquel que utiliza siempre el sentido común (o sea lugares comunes), pero jamás el sentido propio. Un tonto es el que no sabe que lo es, o el que cree que los tontos son todos los demás, o el que cree que lo sabe todo y piensa que es más listo que nadie. Claro que más tonto que el tonto normal es el architonto, el que ya no puede ser más tonto, el tonto rematado y sin remedio... y ojo, que al tonto corriente también se le llama -dice en este caso el ensayista-: zoquete, soso, idiota, bobo, fatuo, tundido, imbécil, mentecato, estúpido, burro, cernícalo, congrio, besugo, percebe, alcornoque, bellotero, tonto de capirote (“es el que con un capirote o bonete puntiagudo, hace de tonto en las fiestas. Es un tonto de alquiler y casi oficial”. Unamuno, 1923 en 'Caras y caretas'), tonto de atar, majadero, adoquín, memo, badulaque, botarate, simplón, pazguato, mequetefre, chisgarabís, zanguango, mamarracho, zampatortas, papanatas, papamoscas, tonto-tonto...
Naturalmente, hay más tontos conocidos: El tonto alegre, el ambicioso, el campeón, el ciego, el demagogo, el ecológico (es tonto por naturaleza), el filósofo, el hiperactivo, el incubadora (es tonto de nacimiento), el musical, el ocupado (no es más tonto porque no tiene tiempo), el plano, el sincero, el tijera, el utópico y el valiente).
El contenido de este artículo de Unamuno lo obtuve en las páginas de una revista titulada Caras y Caretas que se publicaba por los años 20 y 30 en Buenos Aires y que llegó a tener gran éxito no solo en los países de habla hispana del nuevo continente, sino en la vieja Europa. Uno de sus grandes éxitos fue la llegada de Hitler al poder. Pues en ella colaboraban sino asiduamente, de cuando en cuando, don Miguel de Unamuno, Horacio Quiroga, Ramón María del Valle Inclán, Leopoldo Lugones, Rubén Darío, Azorín, Neruda, Lorca y algunos más.
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