Los 'Santos Ángeles Custodios' en Canarias

Todos los ciudadanos canarios estamos en deuda con la Policía Nacional. Por su gran labor en el archipiélago canario en grandes casos que han resuelto con éxito en asuntos de narcotráfico,  organizaciones criminales, asesinatos y violencia de género.

Y por su infatigable despliegue a diario en muestras costas, debido a la crisis migratoria, que arroja cientos de migrantes a las islas que se trasladan en pateras y cayucos desde las playas africanas, desde hace años.

Ahí están nuestros policías nacionales. En las fronteras y en los denominados "cates" o centros de acogida para estos migrantes. 

Si hay algo que tienen nuestros agentes policiales es su acentuada humanidad en esta crisis migratoria que ya se ha cobrado miles de vidas en el Océano Atlántico.

Es por todo esto, y por muchos más pequeños-grandes detalles que conozco sobre su magnífica función, en el ejercicio de mi profesión como periodista, que he de rendir un cariñoso homenaje, y mi más profundo reconocimiento y gratitud a nuestra Policía Nacional. Considerada uno de los mejores Cuerpos policiales del mundo. 

Por tanto, y por todo lo que hacéis cada día por España y por Canarias. Infinitas gracias, Policía Nacional.

Celebración del patrón de la Policía Nacional

La Policía Nacional ha celebrado su acto central por la festividad de su patrón "Los Santos Ángeles Custodios", el pasado 4 de octubre, en la Plaza del Cristo de La Laguna.

Los policías, como viene siendo costumbre, han  rendido homenaje a los agentes caídos en acto de servicio con una corona de flores que fue depositada en la base  de la estatua del Ángel Custodio, mientras la Banda de música interpretaba "La muerte no es el final".

También se han condecorado a sesenta y nueve agentes y otros galardonados al mérito policial en Tenerife. El acto ha sido presidido por el Delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana y el Jefe Superior de Policía de Canarias, Jesús María Gómez.

También ha contado con la presencia del Jefe Provincial de Santa Cruz de Tenerife, el comisario principal, Eloy Román. Así como diferentes representantes militares del Mando de Canarias, la Guardia Civil, la Fiscal Jefe de Canarias, María Farnés, jueces y otras autoridades políticas.

Condecorados con el Mérito Policial

Los condecorados fueron un total de sesenta policías nacionales de diferentes escalas, dos funcionarios pertenecientes a los Cuerpos Generales de la Administración General del Estado y siete personas ajenas a la Institución Policial, por su colaboración con la Policía Nacional. Entre ellos se encuentra el Presidente del Cabildo del Hierro y el director Insular.

Por hechos concretos, fueron concedidas dieciséis cruces con distintivo blanco. De las cuales, ocho lo fueron con motivo de la gran labor realizada por los agentes con respecto a la crisis migratoria sufrida en Canarias. Otras dos se concedieron por la participación en una operación antidroga realizada junto con UDYCO Central, GRECO y GOES en la que se vieron afectadas varias ciudades de la geografía española, tratándose del mayor alijo de cocaína incautado en la provincia.

Otras tres de estas medallas se otorgaron por la desarticulación de una organización criminal dedicada a la realización de cargos fraudulentos en las cuentas de turistas extranjeros usando una red de bazares en zonas turísticas en el sur de la isla. Su intención era captar viajeros de avanzada edad. Además, fueron condecorados con este distintivo dos agentes que, gracias a su rápida actuación, salvaron la vida de dos personas tras sufrir una parada cardiorrespiratoria, realizándoles la maniobra de reanimación cardiopulmonar. 

Y fue condecorado con distintivo blanco el subinspector Raúl Santamaría Nicolás, que la pasada Nochebuena encontrándose fuera de servicio fue testigo de cómo el conductor de un vehículo asestaba dos puñaladas. Satamaría taponó las heridas de la víctima hasta que acudieron al lugar los servicios sanitarios, y pudo salvar su vida. 

Finalmente, se entregó una cruz con distintivo rojo para la policía nacional Patricia Suárez Escobar. Mientras realizaba labores de protección de seguridad ciudadana, acudió a un incendio propagado en un edificio en el que se encontraba una señora de avanzada edad con problemas de movilidad dentro de su vivienda sin poder ser evacuada. Patricia, poniendo en riesgo su integridad física, se refugió con ella en la terraza del domicilio, colocando toallas húmedas tras la puerta de entrada para evitar al máximo la inhalación de humo.