
La última hora de Carlos III y la reina Camila: giro de 180 grados confirmado
Sorpresa inesperada en Buckingham Palace tras la decisión de Carlos III con la elección del nuevo Papa
A pocos días de la ceremonia de toma de posesión del nuevo Papa, León XIV, el rey Carlos III ha decidido no asistir al Vaticano. Aunque su presencia era esperada en este acto, la corona británica ha optado por delegar la representación al el duque de Edimburgo, su hermano menor. Esta decisión ha generado especulaciones sobre el estado de salud del monarca.
Un cambio de planes inesperado desde Buckingham
La ceremonia, prevista para el 18 de mayo en la Santa Sede, reunirá a mandatarios internacionales, como es costumbre en estos actos. No obstante, Carlos III se mantendrá en Reino Unido. Hasta ahora, el Palacio de Buckingham no ha dado explicaciones oficiales, pero su ausencia en un evento de tal magnitud ha provocado preguntas inevitables.

La salud de Carlos III, que sigue enfrentando un tratamiento por cáncer, vuelve a ser el centro de atención. La prensa británica apunta a que el monarca no estaría en condiciones óptimas para realizar un viaje internacional.
Un evento histórico que contará con grandes ausencias
El nuevo líder de la Iglesia Católica, el Papa León XIV, fue elegido tras la muerte del Papa Francisco I. El cardenal Robert Francis Prevost asumió el nombre papal tras recibir la mayoría de los votos del cónclave, y se prepara para asumir sus responsabilidades. La toma de posesión representa no solo un momento de transición espiritual, sino también una cita diplomática de alto nivel.

En este contexto, la ausencia de Carlos III ha sido interpretada por muchos como un signo de debilidad o de una estrategia para evitar desplazamientos durante su proceso de recuperación. La decisión de enviar al príncipe Eduardo como representante de la familia real ha sido vista como una medida prudente, aunque no exenta de inquietudes.
La ceremonia contará con la asistencia de figuras políticas destacadas como Donald Trump y Claudia Sheinbaum, entre otros líderes mundiales. Que el jefe de Estado británico no asista podría tener implicaciones simbólicas importantes, dadas las relaciones históricas entre el Reino Unido y el Vaticano.

Carlos III y su salud: el tema que no deja de preocupar
Desde que se conoció que Carlos III enfrenta un tratamiento contra el cáncer, las apariciones públicas del monarca se han vuelto limitadas y cuidadosamente seleccionadas. Su decisión de evitar viajes largos puede estar ligada a recomendaciones médicas o al deseo de mantenerse en reposo. Aunque no hay un parte médico oficial reciente, fuentes cercanas han señalado que el monarca "no la está teniendo fácil" y que desplazarse podría suponer un esfuerzo considerable en este momento.
La ausencia de Carlos III en Roma no hace más que alimentar la incertidumbre en torno a su estado. La familia real continúa cumpliendo con sus compromisos institucionales a través de otros miembros, como el príncipe Eduardo o la reina Camila. A pesar de ello, la figura del monarca sigue siendo central para la estabilidad de la institución.
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