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Ernesto Neyra hablando por teléfono con una imagen de Carmen Ordóñez en un círculo rojo en la esquina superior derecha.
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Los 3 motivos por los que Ernesto Neyra desapareció tras la muerte de Carmen Ordóñez

Durante estos años, Ernesto Neyra ha protagonizado grandes escándalos relacionados con sus relaciones sentimentales

En apenas unos días, se cumplirán 20 años del fallecimiento de Carmen Ordóñez. Fecha que ha vuelto a poner sobre la palestra el nombre de su exmarido, Ernesto Neyra. 

Durante todos estos años, el excolaborador de televisión ha estado totalmente alejado de los medios de comunicación. Una desaparición que se produjo tras la muerte de la socialité.

Ernesto Neyra y Carmina Ordóñez conversando en un yate mientras disfrutan de una comida al aire libre.
La relación de Ernesto Neyra y Carmen Ordóñez estuvo marcada por la polémica | Europa Press

Y aunque nunca se ha hablado de los motivos que impulsaron la salida de Ernesto Neyra del foco mediático, todo apunta a que existen tres razones de peso. Todas ellas, relacionadas con las múltiples polémicas que ha protagonizado hasta su declive mediático. 

Desde 1997 hasta 1999, Carmen Ordóñez estuvo casada con este conocido personaje de la prensa social de nuestro país. Años en los que los rumores sobre su complicada relación sentimental no paraban de aumentar. 

Tanto es así que llegaron a salir publicadas unas imágenes de la socialité con el ojo morado. Y aunque en un principio afirmó que se había caído en la ducha, con el tiempo confesó que Ernesto Neyra le había pegado. 

Ernesto Neyra con traje negro y camisa blanca sentado en el asiento del conductor de un automóvil.
Ernesto Neyra perdió su trabajo en televisión | Europa Press

Estas duras acusaciones tuvieron un impacto negativo en la carrera profesional del extertuliano. De hecho, los medios de comunicación dejaron de contar con su presencia y perdió varios puestos de trabajo, incluida su silla en el programa Día a Día de María Teresa Campos. 

A medida que las ofertas televisivas disminuían, Ernesto Neyra se vio obligado a buscar otros medios de subsistencia, entre ellos la apertura de un bar que finalmente fracasó. Además, trabajó como director comercial de un aceite de oliva y asesorar en temas energéticos.

Sin embargo, esta no sería la única razón por la que el exmarido de Carmen Ordóñez decidió desaparecer de forma voluntaria del foco mediático. 

La sombra de la polémica no ha dejado de perseguir a Ernesto Neyra en estos años

Ernesto Neyra siempre ha sido un personaje polémico y controvertido, cuya vida ha estado marcada por escándalos, juicios y apariciones en televisión. Tanto es así que su repentina desaparición del ojo público ha suscitado muchas especulaciones. 

Y aunque Carmen fue la primera en sembrar la duda sobre la presunta mala vida que le daba su exmarido, no fue la única en poner sobre la palestra al extertuliano. 

Leli Céspedes y Ernesto Neyra sonrientes posan frente a una clínica, Leli sostiene a un bebé recién nacido en sus brazos.
En 2002, Ernesto Neyra se casó con Leli Céspedes | Europa Press

Después de salir absuelto en dos ocasiones por la justicia, Ernesto Neyra decidió distanciarse un poco del foco mediático para evitar así más controversias. En 2002, se casó con la modelo y ex azafata del Telecupón, Leli Céspedes, con quien tuvo tres hijos. 

Sin embargo, esta relación también estuvo marcada por la polémica, ya que Leli Céspedes lo acusó de maltrato. A pesar de sus esfuerzos por mantener una vida discreta, estas acusaciones y la cobertura mediática resultante complicaron considerablemente su intento de vivir lejos de la atención pública.

En los últimos años, y en un intento por proteger su imagen pública, Ernesto Neyra ha optado por llevar una rutina más tranquila y alejada de los medios de comunicación. Sin embargo, su vida no ha sido nada fácil desde entonces. 

Ernesto Neyra con abrigo oscuro y bufanda hablando por teléfono en un lugar concurrido.
En los últimos años, la vida de Ernesto Neyra no ha sido nada fácil | Europa Press

En agosto de 2020, fue detenido por adeudar a Leli Céspedes unos 12.000 euros, enfrentándose a una condena de tres meses de cárcel. Tras pagar una gran parte del dinero, salió de prisión después de 20 días. 

Desde entonces, Ernesto Neyra ha vivido totalmente retirado en los alrededores de Sevilla, alejado de cualquier ruido mediático y viajando ocasionalmente a Málaga para visitar a sus hijos.

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