
El rey Carlos III y la reina Camila, muy preocupados: ya han dado la peor noticia
El rey Carlos III y la reina Camila comunican una noticia que sacude a la familia real y preocupa al Reino Unido
La familia real británica ha vuelto a quedar en el centro de todas las miradas. El rey Carlos III y la reina Camila han acudido este miércoles 18 de junio a las tradicionales carreras de Ascot, uno de los actos sociales más esperados del calendario británico. Sin embargo, la gran ausente ha sido la princesa de Gales, cuya ausencia ha despertado nuevamente la preocupación pública.
Kate Middleton había sido anunciada como parte del desfile de carruajes que abre la jornada en el hipódromo de Berkshire. Su aparición generaba gran expectación tras haber participado recientemente en el Trooping the Colour, donde acaparó por ser su primera reaparición pública desde que anunció su tratamiento contra el cáncer. A pesar de ello, su nombre fue retirado a última hora del programa oficial del evento.

Carlos y Camila han protagonizado la jornada junto al príncipe Guillermo, con quien han compartido carruaje durante el desfile. La ausencia de Kate se ha hecho especialmente visible en este contexto, dado el simbolismo que representa Ascot para la familia Windsor. Aunque el acto ha mantenido su brillo habitual, los gestos contenidos de los miembros reales no han pasado desapercibidos para los asistentes.
Carlos III y Camila cumplen con el protocolo mientras crece la preocupación
Desde el entorno real no se han ofrecido detalles adicionales sobre el motivo de la cancelación. La única información disponible ha sido la confirmación de que la princesa no participaría finalmente en el acto. Esta decisión ha generado un notable malestar entre quienes esperaban que su reaparición pública fuera definitiva y que marcara su reincorporación a la vida institucional.
Kate, que había expresado su ilusión por volver a la actividad, habría tenido previsto participar en el carruaje junto a su marido, el golfista Justin Rose y su esposa, Kate Phillips. La retirada repentina ha sido interpretada como un indicio de que la recuperación de la princesa aún requiere tiempo y discreción. A pesar del deseo de normalidad, la salud sigue siendo una prioridad absoluta para la Casa Real.

La reina Camila ha mantenido un perfil bajo durante la jornada, cumpliendo con sus funciones en el evento sin comentarios públicos. Por su parte, el rey Carlos, también en proceso de tratamiento oncológico, ha asistido con su habitual serenidad, acompañado de otros miembros de la familia como Eduardo y Sofía de Edimburgo. Todos han contribuido a mantener la imagen de unidad institucional.
La presión institucional se intensifica y el rey Carlos III y la reina Camila encaran un escenario cada vez más difícil de sostener
Entre los asistentes también se encontraban personas del círculo cercano a la princesa de Gales. Su madre, Carole Middleton, ha acudido al evento vestida de amarillo, compartiendo espacio con rostros conocidos del entorno de Kate. La presencia de su familia ha sido interpretada como un gesto de continuidad y compromiso, pese a la ausencia de la princesa.
La jornada, que en otro momento habría sido motivo de celebración, ha quedado marcada por una sensación general de incertidumbre. La cancelación ha avivado los temores en torno al estado de salud de la princesa, que sigue siendo motivo de interés tanto en el Reino Unido como fuera de sus fronteras. A día de hoy, no se ha comunicado cuándo volverá a retomar por completo sus compromisos oficiales.

El silencio institucional refuerza la idea de que la situación se maneja con suma cautela. Para Carlos III y la reina Camila, que ya atraviesan un año complejo, la desaparición pública de Kate ha supuesto un nuevo motivo de inquietud. Aunque no se ha emitido comunicado alguno, su preocupación parece más presente que nunca.
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