El regreso de Miranda Rijnsburger, la historia de amor con Julio Iglesias
Miranda Rijnsburger y sus hijos Guillermo y Alejandro asisten a premios donde Julio Iglesias es galardonado.
Dicen que detrás de un gran hombre hay una gran mujer. Y en el caso del cantante Julio Iglesias, no existe solo una gran mujer, sino un sostén. Era este pasado viernes cuando la modelo holandesa Miranda Rijnsburger reaparecía para recoger el galardón a Mejor Cantante del Mundo que se ha otorgado a su marido en el marco de la X Edición de los premios Medalla de Oro MayteSpínola, que tuvieron lugar en el edificio Nasqad del Times Square neoyorkino.
Pero no lo hacía en la ceremonia que se celebró en la ciudad estadounidense sino en Las Bahamas, donde reside junto al intérprete. La mujer del cantante de ‘Hey’ estuvo arropada por dos de sus cinco hijos: Miguel, que acudió junto a su novia Julie Steen, y Guillermo.
Desde hace años el cantante, que cumplió 80 años este pasado mes de septiembre, ha reducido sus apariciones públicas. No obstante, tal y como pudo saber elcierredigital.com, el intérprete gallego "quiere estar presente en la inauguración del estadio Santiago Bernabéu" y, además, "tiene la ilusión de poder actuar durante este acto si la salud se lo permite”.
Según revelaron fuentes cercanas al entorno íntimo del intérprete, “esta es su mayor ilusión, ya que es donde jugó con el Real Madrid y sería un cierre de etapa perfecto. Para él, el club merengue lo es todo y, es más, a este evento también vendrá el rey Emérito, con quien Julio Iglesias tiene una gran amistad".
Miranda Rijnsburger, la mujer con la que Julio iglesias encontró la estabilidad
Miles de discos vendidos por todo el mundo, una fortuna multimillonaria y un largo historial de mujeres que han acompañado al cantante Julio Iglesias a lo largo de su vida. Y fue en 1990 cuando llegó la definitiva. Se trataba de la modelo holandesa Miranda Rijnsburger, nacida el 5 de octubre de 1965 en la localidad de Leimuiden.
Era hija del operador de grúas Wim Rijnsburger, que trabajaba para el Gobierno de la provincia holandesa de Leiden y que falleció el mismo año, víctima de un tumor con tan solo 48 años de edad, y Paula Bakker, que falleció en abril de 2020. El matrimonio tuvo otra hija, Anita Rijnsburger.
A principios de la década de los noventa Miranda, tras completar sus estudios en Secretariado Internacional, comenzó a trabajar en una empresa de captación de personal en la ciudad de Rotterdam. Fue por aquel entonces cuando le llegaron las primeras ofertas para trabajar como modelo. La belleza nórdica cautivaba a las firmas de moda y Miranda aceptó iniciar una trayectoria como maniquí gracias a una propuesta de un fotógrafo canadiense, aunque lo cierto es que, tal y como ha afirmado, “siempre se refieren a mí como modelo, pero lo cierto es que tan solo lo fui durante un año”.
En diciembre de 1990 la joven se había trasladado a Yakarta, la capital de Indonesia, para trabajar como modelo. Y fue en el aeropuerto de la ciudad indonesia donde mantuvo su primer encuentro con el cantante. El intérprete se fijó en ella y la invitó al concierto que ofrecía aquella noche.
Tras aquella actuación, Miranda aceptó en acompañar al cantante gallego en su gira por Kuala Lumpur, Singapur y Tokio. Aunque ambos se separaron y la joven regresó a la ciudad de Rotterdam, la relación comenzó y, de hecho, a mediados de 1991 la modelo se instaló en la residencia que el cantante de ‘Me olvide de vivir’ tenía en Indian Creek (Miami), tras una nueva propuesta para que la joven asistiera al concierto que el cantante ofrecía en Las Vegas. Él tenía 48 años y ella 25.
La boda llegó el 24 de agosto de 2010 y así lo publicó en portada la revista ¡Hola!. Un enlace en la intimidad que tuvo lugar en la parroquia de la Virgen del Carmen, de la localidad de Marbella. Julio, al igual que sus hijos, vistió de color blanco y la novia lució un vestido firmado por Óscar de la Renta, uno de los grandes amigos del intérprete.
Tras más de tres décadas junto a Julio Iglesias, Miranda es una mujer de lo más discreta pese a ser la mujer de uno de los cantantes más exitosos a nivel mundial. Junto a él se ha dejado caer en actos públicos como la boda de Ana Aznar y Alfonso Agag o en el enlace de Mar Collado y Gonzalo Zabala en México. También ha aparecido junto a sus hijos en eventos como la Mercedes Benz Fashion Week o en el debut de 'las niñas', como ella llama a las gemelas Victoria y Cristina, en el marco de Le Bal en Paris.
Cuentan que Miranda es una mujer muy cariñosa, deportista —siendo el tenis o la hípica algunas de sus disciplinas favoritas— y de costumbres familiares. Es en municipios como Marbella donde solía pasar sus vacaciones estivales junto a sus hijos y donde, también, paseaba su estilo por zonas como Puerto Banús. Miranda hace alarde de un ‘glamour deportivo’ y suele llevar su melena rubia recogida en una coleta, siendo esta un emblema desde sus primeras apariciones públicas.
Una fortuna a salvo
La fortuna de Julio Iglesias se calcula hoy en día en unos mil millones de euros, situada actualmente en el paraíso fiscal de Las Bahamas. En España, sus activos se aglutinan en dos empresas –Androsemo SL y Bellevue Costa Sol SA– que son administradas por su esposa, Miranda Johanna María Rijnsburger. La segunda, con domicilio social en el barrio de Salamanca, en Madrid, fue creada la Nochebuena de 1999 con el objeto social de "construcción de edificios residenciales". Esta empresa no presenta cuentas desde el año 2015, en el que valoró sus activos en 4.623.283 euros.
Por su parte, Androsemo SL, constituida en 1992 y domiciliada en Marbella, tiene activos declarados por un valor de 7.822.940 euros y no presenta cuentas desde el año 2012. Precisamente, esta sociedad es la titular de las 56 hectáreas que ocupa la finca marbellí del cantante, Cuatro Lunas. A su vez, el artista posee, también, cerca de diez hectáreas de terreno colindante a esta casa malagueña con el fin de preservar su intimidad. Desde 2007, Miranda administra, oficialmente, todo el patrimonio del cantante en España.
Un año importante, porque fue cuando Julio Iglesias abandonó su aventura en el sector inmobiliario en la Comunidad Valenciana. Siete años antes, en noviembre de 2000, entraba con fuerza como inversor inmobiliario en España. Junto a tres socios, el constructor Andrés Ballester y los empresarios Fernando Polanco y José Lladró, constituyó la sociedad Urcosa SL, que promovía en Altea (Alicante) la urbanización Villa Gadea, un proyecto con 260 chalés y un hotel de lujo de cinco estrellas.
El capital inicial fue de 500 millones, de los cuales Julio aportó un 20%, 100 millones de euros. Justificó entonces su decisión de invertir, en el que denominó su "primer negocio en Valencia", por la seriedad de sus socios y perspectivas de rentabilidad, en un momento en el que el cantante era embajador de las iniciativas de la Generalitat Valenciana de la mano de Eduardo Zaplana. De hecho, llegó a afirmar: "Prometí al presidente Zaplana que invertiría, y así lo hecho”.
Pero la aventura en la Comunidad Valenciana no acabó tan bien como esperaba y terminó en los tribunales de Justicia. Durante la investigación, reconoció ante un juez dominicano que cobró 5,95 millones de euros a raíz de dos contratos firmados en diciembre de 1997 con el Instituto Valenciano de la Exportación (Ivex). Una cifra que suponía 3,7 millones de euros más de lo que el entonces presidente de la Generalitat Valenciana aseguró haber pagado al cantante por promocionar su Comunidad.
Todo este escándalo hizo que el 27 de abril de 2007 Julio Iglesias cesara como consejero de las empresas Coll de Rates SA, Altea Futuro SA y Desarrollos Futuros del Algar SL y unos días más tarde, el 3 de mayo de 2007, lo hiciera de la empresa Hotel Villa Gadea Altea SL.
Hoy, la modelo holandesa sigue siendo el sostén del cantante gallego y ha reaparecido como la 'mejor representante' del hombre que la enamoró hace ya más de tres décadas en un aeropuerto de Yakarta.
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