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Portada del libro "Nada es eterno salvo la Carrà" de Pedro Ángel Sánchez, con una imagen de una mujer rubia a la izquierda y un hombre con suéter rojo a la derecha.
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Pedro Ángel Sánchez analiza a Raffaella Carrá: Quiso tener hijos

Periodista de Radio Castilla La Mancha en 'Nada es eterno salvo la Carrá': "Derribó prejuicios en un mundo de hombres".

En el año 1975, una cantante italiana debutaba en el extinto programa de TVE 'Señoras y señores', dirigido por Valerio Lazarov. A golpe de cadera, melena para atrás y movimientos que encandilaron a la audiencia,  Raffaella Carrá debutaba en la pequeña pantalla española. Un medio en el que permaneció durante décadas consagrándose como 'la italiana que conquistó España'.

Tal fue el éxito que fue cosechando que, un año después, comenzó a presentar el espacio 'La hora de Raffaella Carrá' y, posteriormente, llegaron otros proyectos como 'Hola Raffaella' hasta una espectacular Gala para celebrar los 60 años de Televisión Española que ella misma presentó con el carisma, el talento y la profesionalidad que tanto la caracterizaban. 

De aquella gala han pasado ocho años y Raffaella continúa siendo eterna. Todo un icono que, en última instancia, ha sido objeto de películas como 'Explota Explota', canciones como 'Raffaella' la cual estuvo a punto de representar a España en el Festival de Eurovisión 2022 e incluso campañas publicitarias como la última de El Corte Inglés. Y también de obras literarias como la que acaba de publicar el periodista y locutor radiofónico  Pedro Ángel Sánchez. 

El presentador de La Tarde Suena Bien en Radio Castilla-La Mancha ha publicado 'Nada es eterno salvo la Carrá' (Editorial Dos Bigotes). Un libro en el que realiza un recorrido por la trayectoria profesional de la cantante y, también, por algunos de los momentos más importantes de la 'italiana más española'. 

-El título del libro ya es muy sugerente… ‘Nada es eterno salvo la Carrá’

-Este título viene porque era una expresión que le decían mucho a Raffaella en Italia. Ella seguía trabajando hasta el final de sus días y seguía siendo una estrella. Seguía estando estupendísima. Le decían que ‘nada es eterno salvo la Carrá’ y, de hecho, tuve la oportunidad de decírselo personalmente porque yo fui la última persona que la entrevistó en España. La despedí y le dije: “sigue siendo tan maravillosa y eterna”. Se echó a reír con esa energía desbordante que tenía. Me pareció que era el mejor título para describir a Raffaella porque, aunque pase el tiempo, sigue estando en la memoria de muchísima gente y, de hecho, forma parte de varias generaciones. Yo creo que ella va a estar presente en la sociedad de muchos países durante mucho tiempo. 

-¿Qué le ha llevado a escribir esta obra?

-Quería reivindicar su figura y demostrar que era mucho más que la cantante porque fue una mujer pionera en todo lo que hizo, no solo a nivel estético ni a nivel musical sino también a nivel televisivo. Porque fue una gran presentadora, tenía muchísimo carisma pero es que además de ser una presentadora que tenía muchísimo carisma y muchísimo gancho. Ella no solo presentaba porque todos los programas en los que salía los creaba en base a una idea principal que estaba en su cabeza.

Fue una mujer precursora en muchísimas cosas  y me apetecía poner en valor todo lo que significo para la música, la televisión…Fue derribando muchísimos prejuicios porque a través de sus mensajes se llegó a convertir en la primera show woman europea, la mujer presentadora mejor pagada durante los ochenta. Todo esto, además, siendo una mujer sexy, atractiva que se movía un mundo de hombres. Y con todo eso se convirtió en una figura respetada por todos. 

Portada de una biografía de una artista italiana con el título
Portada del libro 'Nada es eterno salvo la Carrá'. | El Cierre Digital

-Raffaella Carrá es un icono intergeneracional, pero su vida personal era todo un misterio

-Fue una mujer muy hermética. No solo es que no diera una entrevista en su casa sino que prácticamente no hablaba de su vida personal. Para escribir este libro yo he podido hablar con su círculo más íntimo y han sido muy respetuosos. Por ejemplo, yo hablé con  Loles León  que fue su mejor amiga en España y me dijo: “Hay cosas en las que no voy a entrar porque quiero quedármelas para mi”. Me ha costado acceder a su vida personal, y he conseguido sacar cosas que no se sabían de ella pero siempre desde el respeto. 

Por otro lado, ella sabía perfectamente lo que era el mundo del espectáculo. Lo entendió perfectamente. No le gustaban nada los halagos y, de hecho, siempre ponía distancia cuando conocía a alguien. Siempre estuvo rodeada d ella misma gente y apreciaba muchísimo la lealtad. Ella separaba por completo su vida profesional de su vida personal, de cuando llegaba a casa o finalizaba una gira y necesitaba desconectar.

Tenía una casa en el Argentario, en Puerto Estefano, un pueblo de la Toscana y fui hasta allí cuando escribía el libro. Todo el mundo hablaba maravillas de ella. Era una persona absolutamente normal y nada excéntrica.  De hecho, cuando falleció pidió un ataúd sin barnizar y que la llevaran a Puerto Estefano, a ese rinconcito de la Toscana a descansar. Allí tiene una lápida para que todo el mundo que quiera pueda llevarle flores. 

-Son dos los amores conocidos de Raffaella, Gianni Boncompagni y Sergio Japino, pero una mujer como ella tuvo que romper más corazones..

-Realmente, confirmados son realmente tres. Por un lado, Gianni Boncompagni  que fue su primera pareja oficial y, de hecho, ella ejerció de madre con sus dos hijas e incluso ellas la consideraban como su madre. Posteriormente se divorciaron y llegó Sergio Japino. Le conoció y el amor surgió a primera vista, trabajando más bien. Él era uno de sus bailarines y, después, dio un giro a su carrera. Se convirtió en director y realizador de sus programas. En la última etapa de su vida, aunque ni ella ni él lo hicieron público, al final si se supo que mantuvo un romance con Gianluca Bolzoni  que ejercía dude secretario personal. Fue su amor de madurez. 

Aunque ella siempre dijo que había tenido más amores, nunca se sabrá porque era muy discreta y, también, muy libre. Con sus parejas, cada uno vivía en su propia casa e incluso después de las rupturas  mantuvo una excelente relación con ellos y siguieron trabajando. De hecho, ella decía: “vivimos al lado, yo vivo una casa y al lado, Gianni y Sergio”.

-Uno de los episodios que más llamaba la atención giraba en torno a la maternidad, de hecho, ella sí que quiso tener hijos pero afirmó que “su profesión impedía que se pudiera volcar 100% en la crianza de un pequeño”. 

-Se confirmó que ella no podía tener hijos.  Pero todo tiene un por qué. Ella tenía miedo a que se olvidaran de ella, es decir, Raffaella decía: “Si me quedo embarazada me tengo que ir y lo mismo cuando vuelva ya no me recuerdan”. Esto se debe a que si ella se hubiera quedado embarazada, no quería ir con el bebé de gira, de conciertos..ella quería cuidar de su hijo y estar presente en su crianza. Y, entonces, lo fue retrasando y llegó un momento en el que estaba en un momento muy bueno con Sergio, la relación estaba de sobra consolidada y se lo plantearon pero no pudo ser. Ella misma decía: “la naturaleza me ha dicho que no”. 

La maternidad fue una de las espinas que tuvo clavadas porque llegó un momento en el que, tal y como ella dijo, “lo pasé muy mal porque fue como darme contra un muro,  me dí cuenta de que no podía hacer realidad uno de los sueños de mi vida porque lo dejé tanto que llegó la cuarentena y hay cosas que no se pueden programar”.

-Usted fue la última persona, del ámbito de la comunicación, a la que concedió una entrevista…¿cómo fue aquella intervención con Raffaella?

-Me costó muchísimo porque en Italia a ella la llamaban ‘la mujer del no’ porque todo lo que decían u ofrecían, ella decía que no. De hecho, era difícil que te diera una entrevista ya fuera un medio nacional o internacional. Yo siempre la he admirado muchísimo y me apetecía tenerla en el programa. Sabía que era muy difícil porque trabajo en una radio autonómica y cuesta mucho más pero yo insistí.

Hablé con Gianluca, porque además por aquel entonces se había estrenado ‘Explota Explota’, se había sacado un villancico también…y le comenté que me encantaría tenerla en el programa. Me dijo: “mañana”. Ella ya estaba malita, pero nadie sabía nada, te puedo asegurar que tenía la misma vitalidad de siempre, tenia una vida impresionante. Además ella decía: “Arriba con la vida, a ver si salimos de esta pandemia, de este maldito 2020”. 

Hombre con suéter rojo posando frente a un fondo negro.
Pedro Ángel Sánchez. | El Cierre Digital

-Fueron muchos los artistas que, durante las décadas de los sesenta y los setenta, conquistaron España. Pero, Raffaella se consagró como la ‘italiana que conquistó nuestro país’, ¿qué cree que tenía ella para que se convirtiera en la ‘reina de la pequeña pantalla’?

-Yo creo que el gran secreto de Raffaella era haber calado en tantas generaciones. Lo primero son sus canciones que no han envejecido con el tiempo y que tienen mensajes tremendamente modernos. De hecho, ‘Rumore’, que cumple cinco décadas este año, es la canción de la nueva campaña de El Corte Inglés. Por otro lado, su papel en televisión la cual  la convirtió en una artista transversal que llegó a nuestros abuelos, a nuestros padres.

Yo, por ejemplo, la descubrí en los noventa pero por su faceta como presentadora. Yo creo que ese fu su gran secreto, el hecho de que estaba ahí como presentadora pero también cantando o bailando. De hecho, ella fue la que presentó la gala de los 60 años de Televisión Española y ella tenía dudas porque decía: “A ver si van a decir que la va a presentar una extranjera”. Pero estuvo brutal, como siempre. 

-Volviendo al misterio que envolvía su vida personal, la muerte de Raffaella fue muy  dura, víctima de una enfermedad que había mantenido casi en secreto. 

-Si, como comentábamos. Nadie sabia nada. Además, ella tenía pendiente de grabar la siguiente temporada del programa que estaba presentando en Italia, que era la versión italiana del programa de Bertín Osborne, y estaba confirmado. Lo que pasa es que todo lo acusaba en la pandemia, la distancia de seguridad…Como yo la había entrevistado poco antes de su fallecimiento tanto a mí como a los oyentes les impactó muchísimo.

Nadie sabia nada, ella no dijo nada a su familiares, ni a sus sobrinos ni a las hijas de Gianni.  Era muy discreta y, de hecho, una de las hijas de Gianni dijo: “nos hubiera encantado arroparla en esos momentos, durante los últimos meses”. Ella no quería hacer sufrir a nadie y, de hecho, la nota de prensa que se emitió tras su muerte lo decía: “eso fue un gestor de amor hacia todos sus fans y toda su gente”.

Una mujer con un traje brillante y un fondo de arcoíris.
Raffaella Carrá. | El Cierre Digital

-Cree que hoy en día, ¿existe una heredera de Raffaella Carra?

-A día de hoy creo que no existe y creo que va a ser muy difícil que exista alguien como ella. Porque al final cuando empezó, la televisión llegaba a todo el mundo. Ahora todo el mundo está repartido en redes, plataformas…Antes salías en televisión y te veía todo el mundo. Realmente, creo que, a día de hoy no hay una artista tan completa. Por ello también es el lanzamiento de este libro, para que nuestra generación y las que vienen conozcan su figura. Es eterna, hay que seguir reivindicando a Raffaella y que no queda en el olvido.  Ella, al igual que otros artistas, han hecho mucho por la cultura y merece ser eterna. 

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