
Máxima felicidad por la increíble confesión de Rosa en 'Pasapalabra': 'Quiero sentir…'
Rosa, concursante de ‘Pasapalabra’, ha dejado a todos mudos tras confesar la verdad sobre su papel en el concurso
La sorpresa ha sacudido a los seguidores de Pasapalabra. Rosa, la concursante gallego-argentina que se ha convertido en una de las favoritas del público, ha hecho una confesión inesperada en Pasapalabra. Y no tiene que ver con el rosco ni con su rendimiento en el programa, va mucho más allá, Rosa ha confesado que: "Quiero sentir que he dado el máximo".
Desde su primera aparición en el plató, Rosa ha destacado por su templanza, por su dulzura y por esa determinación silenciosa que contagia respeto. Rosa ha logrado algo difícil: ganarse el cariño de toda España y es que la joven lo ha hecho con su gran carisma y profesionalidad.

Sin embargo, su viaje no ha sido sencillo y tampoco improvisado. Rosa ha dejado en pausa su vida profesional. Enseña español e inglés, y ha decidido apartarse de sus clases para entregarse por completo al concurso.
Rosa ha tenido que pausar su vida para seguir concursando en Pasapalabra
“Es una oportunidad que tienes en la vida, entonces quiero sentir que he dado el máximo”, explica la propia Rosa con serenidad. Su preparación es meticulosa, rigurosa y una auténtica disciplina de vida.
“Desde que me levanto, todo el día mentalmente estás ahí intentando absorber”, dice. Su día a día es exigente, casi militar, estudia, repasa, memoriza y también camina. “Salgo por las mañanas y me pego un par de horas caminando por la montaña”, revela.

Pero su información no se limita al sacrificio personal, va más allá del esfuerzo. Rosa ha querido abrir un debate, uno que, según ella, aún no se ha abordado lo suficiente. El de la representación femenina en concursos como Pasapalabra.
“Hay pocas y, quizá cuando estás del lado del que está constantemente representado, no eres consciente de lo importante que es esa representación”, ha afirmado Rosa con franqueza.
Rosa ha sorprendido al público de Pasapalabra tras su inesperada confesión en el concurso
Con estas palabras, Rosa pone sobre la mesa una realidad que, para muchos, pasa desapercibida. La brecha de género sigue presente. Su participación no es solo un logro personal, sino también una forma de visibilizar a otras mujeres, de decir: aquí estamos.

Y es que nadie imaginaba que Rosa tuviera que renunciar a tanto para estar ahí, no lo ve como un castigo, al contrario. Se entrena con ilusión, con alegría. Rosa sueña con alcanzar el bote, pero, por encima de todo, quiere dejar huella y lo está logrando.
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