Manu enciende todas las alarmas en 'Pasapalabra': nadie esperaba lo que ha vivido

Manu se ha consolidado como uno de los grandes protagonistas de Pasapalabra. Programa tras programa, el joven demuestra su brillantez, superando cada reto con solvencia y dejando claro que su paso por el concurso no es fruto de la casualidad. Aunque el joven ha vuelto a hacer saltar las alarmas dentro del formato televisivo por un suceso que ha vivido dentro de Pasapalabra y que ha dejado a todos alucinados.

Con un historial envidiable dentro del formato, Manu ha sabido ganarse tanto al público como a sus compañeros, gracias a sus conocimientos y su simpatía. Sin embargo, incluso los mejores tienen su talón de Aquiles, y en el caso de Manu, ese punto débil tiene nombre propio: La Pista.

La prueba musical del gran programa, en la que se enfrenta a su compañera Rosa para adivinar canciones a partir de breves fragmentos, se ha convertido en su cruz particular. El propio Manu lo ha confesado en más de una ocasión, y el presentador, Roberto Leal, no ha dudado en bromear sobre ello con cariño. “No es lo mío”, ha repetido el concursante en más de una ocasión entre risas, consciente de que, cuando suena la música, todo puede pasar.

Saltan las alarmas en Pasapalabra por el histórico momento que ha vivido Manu en el espacio televisivo

Y eso fue precisamente lo que ocurrió en uno de los últimos programas, donde Manu protagonizó un momento que encendió todas las alarmas en el plató y entre los seguidores. En esta ocasión, tanto él como Rosa viajaron musicalmente al año 2011.

El primer fragmento, con una guitarra de toque flamenco, dejó a ambos descolocados. Pero lo más sorprendente llegó en el segundo fragmento, cuando ya se escuchaba la voz del cantante. A pesar de ello, ninguno logró reconocer el tema.

Nadie esperaba la confesión que ha dado Manu en Pasapalabra durante la prueba que peor se le da

Fue entonces cuando Manu, visiblemente confundido, soltó con total sinceridad: “No me he enterado ni de lo que dice”. La frase, tan espontánea como desconcertante, provocó una mezcla de risas, asombro y complicidad entre los presentes. Una vez más, Manu demostraba que, aunque su rendimiento en el programa es sobresaliente, La Pista sigue siendo su gran asignatura pendiente.

Este episodio ha servido para reforzar el cariño que el público siente por él. Porque si algo tiene Manu, además de inteligencia, es humanidad y en Pasapalabra, eso también vale mucho para los seguidores del programa.