
Kate Middleton rompe su silencio y confirma lo del rey Carlos III: nunca lo olvidará
Kate Middleton rompe el silencio sobre el rey Carlos III con una confesión inesperada que marca un antes y un después
Kate Middleton ha revelado recientemente un detalle hasta ahora desconocido sobre sus primeros pasos como miembro activo de la Casa Real británica. La princesa de Gales ha admitido que fue objeto de burlas por parte de su familia política, incluido el rey Carlos III, a causa de un hábito que entonces debía corregir. Según ha confesado, hablaba demasiado con los asistentes a los actos oficiales, algo que no pasaba desapercibido entre sus suegros.
La confesión ha tenido lugar en The Daily Mail en la que Middleton ha hecho un recorrido por sus vivencias más significativas dentro de la institución. Ha explicado que su carácter cercano y comunicativo, que tanto la ha acercado al pueblo británico, no encajaba en un principio con el protocolo real. En concreto, ha contado que durante un evento en Leicester, sin la compañía del príncipe Guillermo, se sintió desbordada.

Pero no todo fue tan sencillo. Middleton ha revelado con franqueza que su tendencia a entablar largas conversaciones con los ciudadanos llamó la atención de la familia. “En mi familia se rieron de mí porque paso demasiado tiempo charlando”, ha reconocido entre risas, dejando ver que, aunque dicho con humor, el comentario sirvió como una llamada de atención. “Creo que todavía tengo que aprender un poco más y recoger algunos consejos”, ha añadido con humildad.
El protocolo según Carlos III y la cercanía de Kate Middleton
La princesa ha contado que Isabel II también le ofreció recomendaciones sobre cómo desenvolverse en los tradicionales paseos públicos, conocidos como walkabouts. Estas ocasiones permiten a los miembros de la familia real interactuar con el público, pero se espera que lo hagan con cierta agilidad y respetando una etiqueta implícita. Por ello, la reina actuó como mentora en más de una ocasión, ayudando a Kate a adaptarse sin perder su naturalidad.
En este proceso de aprendizaje, Carlos III también ha tenido un papel clave. Como heredero durante décadas y figura veterana en actos públicos, ha sido para Kate un referente en cuanto a presencia institucional. Su forma de comunicarse, cercana pero breve, ha servido como modelo para la princesa.

Con el tiempo, Kate ha perfeccionado su estilo, logrando un equilibrio entre cercanía y formalidad. No obstante, ha sido sorprendida en más de una ocasión dejándose llevar por su instinto y alargando sus conversaciones más de lo previsto. Uno de estos episodios ocurrió durante la boda del príncipe heredero Hussein de Jordania, cuando Guillermo tuvo que indicarle con gestos que siguiera avanzando.
El rey Carlos III presencia la constante en la evolución de Kate Middleton
La sinceridad con la que Middleton ha compartido este recuerdo no solo humaniza su figura, sino que también revela las complejidades de adaptarse a una institución con siglos de tradición. Pese a los tropiezos iniciales, ha demostrado estar a la altura del papel que le espera como futura reina consorte. Su capacidad de aprendizaje, junto con su cercanía y empatía, han sido clave para ganarse el respeto tanto de la familia como del pueblo.
Con estas palabras, Kate no solo rinde un sutil homenaje al rey Carlos III, sino que también ofrece una ventana íntima a su evolución dentro de la familia real. Una muestra más de que incluso en el entorno más rígido, la humanidad y el aprendizaje continuo siguen siendo esenciales.
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