
La hermana de Alberto de Mónaco hace las maletas y se va, pero no está sola
Carolina de Mónaco atraviesa el océano Atlántico, acompañada de su hija pequeña, Alexandra de Hannover
La princesa Carolina de Mónaco ha realizado un viaje exprés a La Habana que combinó cultura, diplomacia y recuerdos muy personales. Durante dos días intensos, la hija de Grace Kelly mostró un estilo muy versátil. Su maleta ‘mix & match’ alternó entre la elegancia de Chanel y prendas boho, incluyendo un vestido diseñado por su nuera.
La acompañaron su hija pequeña, Alexandra de Hannover, y Ben-Sylvester Strautmann, novio de Alexandra y ya parte de la familia Grimaldi. Juntos participaron en varias actividades centradas en apoyar la cultura local. Uno de los momentos destacados fue la presentación del Ballet de Montecarlo en el Teatro Nacional con la obra Core Meo: para esa cita, Carolina eligió un atuendo liviano y fresco.

Diseño familiar y detalles de lujo
El vestido con que Carolina de Mónaco impactó en Cuba es obra de su nuera Tatiana Santo Domingo, cofundadora de Muzungu Sisters. Se trata del modelo Roxana Batik Diamante, un maxi vestido de seda con manga corta, cuello de muesca y botones frontales. El diseño tiene una espalda elástica y un lazo en la cintura.
Aunque el precio oficial ronda los 587 euros, parece que la princesa ajustó un poco el largo para mayor comodidad. Completó el look con sandalias negras de tacón cómodo y bolso de Chanel. Este conjunto fue también el elegido para visitar la casa museo Oswaldo Guayasamín, donde donó un retrato suyo de joven que perteneció a su padre, el príncipe Raniero.
Más estilos para una agenda diversa
No fue el único vestido que lució Carolina de Mónaco durante su estancia. En la ceremonia del Festival Cubadisco, donde recibió un premio honorífico para el Ballet de Montecarlo, eligió un vestido claro con estampado botánico. Lo combinó con sandalias de tiras color camel, un calzado poco habitual para ella, que suele preferir tacones bajos y cómodos.
Para el encuentro oficial con el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, Carolina optó por un estilo mucho más sobrio y cómodo: pantalones negros y camisa azul. Esta cita marcó el carácter institucional del viaje, con el objetivo de fortalecer las relaciones diplomáticas entre Cuba y Mónaco.
Un gesto simbólico y una visita cargada de significado
En la reunión con Díaz-Canel, el presidente entregó a la princesa un ramo con rosas rojas y blancas, en homenaje a la bandera de Mónaco. Aunque los detalles específicos de la conversación no trascendieron, el gesto y el encuentro resaltan la importancia de esta visita. Carolina de Mónaco combinó en Cuba moda, cultura y diplomacia con una maleta llena de contrastes que reflejan su versatilidad y compromiso.
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