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Hombre con cabello oscuro y barba ligera, vistiendo una camisa negra y mirando hacia la cámara.
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Enrique Iglesias a los 49 años: El 'rival' de Julio Iglesias en los escenarios

Este verano anunciaba su retirada parcial de la música, un sector al que llegó gracias a 'La Seño Olivares'.

El cantante Enrique Iglesias ha cumplido 49 años. Lo ha hecho como acostumbra a hacer desde hace años: en la más estricta intimidad. El hijo de la socialité Isabel Preysler y el cantante Julio iglesias es uno de los miembros más desconocidos de la saga. Huidizo de los medios de comunicación, Enrique vive en la más absoluta discreción junto a su mujer, la extenista rusa Anna Kournikova, y sus tres hijos,  Nicholas, Mary y Lucy, en una mansión ubicada en la ciudad de Mami y la cual bautizaron como 'La Sagrada Familia'.

Desde hace años que el segundo hijo varón de la socialité no regresa a España, aunque siga teniendo su propio cuarto en la casa de Puerta de Hierro. De hecho, este pasado mes de julio su ausencia fue muy sonada en la boda de su hermana, la aristócrata Tamara Falcó, con el empresario  Iñigo Onieva.  Tampoco asistió en 2017 a la de su hermana Ana Boyer en la isla caribeña de Mustique con el tenista Fernando Verdasco, ni en 2012 a la de su hermano Julio José con su entonces pareja, la modelo belga Charisse Verhaert. 

La personalidad tímida del cantante, que pone de manifiesto al no asistir a los eventos sociales tan cotizados en la saga, dista mucho de su soltura sobre los escenarios. Un ámbito donde inició una 'rivalidad' con su padre, el cantante Julio Iglesias. No obstante, el hermano de Ana Boyer ha anunciado que tras casi tres décadas de trayectoria ha decidido retirarse parcialmente de la música. El sector donde el segundo hijo varón de Isabel Preysler  se consagró como el gran triunfador de todos los hermanos.

Hoy Enrique posee una gran fortuna, con varias heredades en Estados Unidos, un avión privado (un Gulfstream), diversas sociedades mercantiles (ninguna de ella radicada en España) y una brillante carrera profesional a sus espaldas, creada al margen de la figura de su padre  Julio Iglesias.  Pero ¿cuál es la historia del gran triunfador de la saga de los Iglesias-Preysler?

Enrique Iglesias, el gran triunfador de la familia

Enrique Miguel, a quien sus amigos llaman Quique, nació en Madrid el 8 de mayo de 1975. Su alumbramiento, el más largo de los tres, no presentó problemas. Fue, además, el único nacimiento de los Iglesias-Preysler en el que Julio Iglesias estuvo presente.

Desde pequeño, Enrique demostró ser un joven constante y con afán de superación, cualidades que heredó de su padre. Con tan solo catorce meses tuvo un accidente doméstico, ya que una de las tatas introdujo al bebé en agua demasiado caliente al irlo a bañar y tuvieron que trasladarlo a una clínica de Torremolinos, localidad malagueña donde entonces veraneaban sus padres.

Una familia sonriente sentada en un sofá, con dos adultos y tres niños.
Julio Iglesias e Isabel Preysler junto a sus hijos. | El Cierre Digital

Cuentan algunos amigos de entonces que “Enrique era mucho Enrique”. Que desde pequeñito odiaba las fotografías, que huía de todo ese ambiente de gente revoloteando por su alrededor. Por eso intentaba llamar la atención de su círculo con desplantes repentinos y un mal humor persistente. Haberse criado en un entorno familiar asediado por los periodistas le procuró una postura constante de autodefensa y una gruesa coraza exterior. “(...) Fue como una enseñanza que tuve, vas aprendiendo de la gente que rodea a tus padres, los niños lo palpan todo”.

En 1983, con ocho años, se marchó a vivir definitivamente a Estados Unidos por cuestión de seguridad tras el secuestro por ETA de su abuelo eldoctor Iglesias Puga. Se crio viendo muy poco a sus progenitores; ella estaba en Madrid y él siempre de gira. Eso hizo que se formase de una manera muy independiente. Maduró muy pronto, teniendo a su lado a la sempiterna “Seño”, Elvira Olivares, el ama de llaves con la que vivía en Miami, “su gran apoyo”.

Fue la persona que le educó, le impuso una severa disciplina, le castigó por sus travesuras, le puso hora de llegada a casa y procuró que no se convirtiera en un niño caprichoso. Pero también pudo contar siempre con ella. Cuenta el propio Enrique que cuando se quería escapar de “Seño” se iba a casa de Isabel Preysler en Madrid:  “Ella no fue una madre estricta y seria”. Además, en Miami también estaba su abuela materna, Charo de la Cueva, que se trasladó allí tras la separación de su hijo de Isabel Preysler para cuidar a sus nietos.

La "Seño Olivares", la mujer que le aupó en el mundo de la música

Al igual que sus hermanos, no destacó tampoco en los estudios. Se graduó en la Gulliver Preparatory School, y continuó su formación académica profesional en la Universidad de Miami, donde inició Licenciatura en Administración de Empresas, estudios que abandonó tempranamente. Su objetivo, desde los dieciocho años, fue el mundo de la música.  Tanto significaba para él que  decidió no compartirlo con el resto de la familia. 

La única que estaba enterada de su secreto era “Seño”, que  le prestó el dinero para iniciar su aventura (unos 500 dólares). “Si no hubiera sido por ella, me hubiera criado jodidillo. Y la sigo teniendo, ella me cuidó desde que nací y ahora también la cuidaré yo, la tengo conmigo en Miami. No sabes lo que es volver de viaje y que esté ella allí para cuidarme”. Enrique solo tenía por entonces una meta: igualar la carrera de su padre, del que se distanció al cumplir la mayoría de edad:  "A los 18 años tuve una pelea con él. Me marché de casa. Nunca di marcha atrás (...) Le dije 'mira, me voy y si me va bien, me va bien y si me va mal, no podré culpar a nadie'". 

Una mujer y tres niños posan juntos al aire libre, todos sonríen y parecen disfrutar del momento.
La "Seño Olivares" junto a Enrique y Julio José Iglesias y Tamara Falcó. | El Cierre Digital

Fue al editar su primer disco en 1995, con 20 años, cuando su padre se enteró de su carrera musical. Hasta entonces se presentaba como Enrique Martínez, un chico de Guatemala. Todo estaba pensado con el objetivo de evitar que se supiera que era hijo de Julio Iglesias. La primera canción que escribió era una balada titulada Por amarte. Fue la discográfica Fonovisa, una compañía mexicana afincada en Los Ángeles, quien lo lanzó al estrellato. En esa primera época, su círculo familiar no creía que tuviese mucha proyección su carrera, sin embargo, se equivocaron radicalmente.

La competencia musical entre Julio y Enrique Iglesias

Desde entonces, entre padre e hijo surgió una dura competencia, una gran rivalidad profesional. Enrique quería cantar mejor que él, pero Julio era ya todo un mito de la canción.  Los dos son personas parecidas, trabajadores insaciables en el escenario y enamorados de su profesión por encima de todas las cosas. Saben que tienen que luchar si quieren conseguir algo. Con el paso del tiempo, Enrique demostró que había valido la pena su esfuerzo, consiguió transmitir su propia personalidad en escena y cantar con un estilo singular con el que triunfó en el mundo discográfico, sobre todo, en el anglosajón con fans de toda clase y condición.

Dos hombres vestidos de esmoquin sonriendo y mirándose el uno al otro.
Julio y Enrique Iglesias. | El Confidencial

Nunca ha previsto compartir un concierto con su padre. "No cantaría un tema de Julio Iglesias por nada del mundo", ha llegado a decir. “Yo acabaría a puñetazo limpio con él en un estudio. Su estilo de música no es el mío y su forma de grabar no es la mía”. Sin embargo, de él si ha heredado cierto deje en la voz y algunos gestos físicos.

Lo oculto de Enrique Iglesias

Se dice que Enrique es una persona tan perfeccionista como su madre. Bastante afectiva y cercana cuando quiere, aunque de entrada es desconfiado con todo y todos. Que es muy religioso, que se santigua antes de salir a escena y que desde pequeño reza todas las noches ("Rezar me ayuda, le pido a Dios por todos los míos"). Que tiene una imagen estudiadamente desaliñada, con la cabeza casi siempre cubierta por una gorra. Que tiene insomnio, que le da muchas vueltas a las cosas por la noche. Que le encanta el mar y practicar esquí acuático con su motora. Que su verdadera pasión es hablar por teléfono. Que llama muy a menudo a su madre, con la que mantiene una relación especial,  muy distinta a la distante y fría que tiene con su padre.

Que con sus hermanas maternas se lleva muy bien. En una entrevista cuando le preguntaron por ellas dijo: “¿Hermanastras?... ¡Por Dios!, son mis hermanas”. Según contaba la propia Isabel, esto se debe a que vienen de una sola madre, “así es fácil sentirse cerca unos de otros”. Precisamente, su hermana Tamara Falcó fue una ardiente seguidora suya cuando este comenzó en el mundo de la música, al igual que lo es su hermana  Ana Boyer.

La historia de Enrique Iglesias y Anna Kournikova

Cuentan sus propios hermanos que Enrique ha tenido muy pocas novias. Una de sus grandes decepciones emocionales la tuvo a los veinte años cuando le dejó una chica mayor que él con la que salía. Desde el año 2002 mantiene una relación sentimental con la tenista y modelo rusa Anna Kournikova, con la que casó en julio de 2023 en la más estricta intimidad y a quien conoció en el rodaje de su videoclip Escape.

Anna nació en Moscú el 7 de junio de 1981 y a los nueve años dejó la capital moscovita para marcharse a Estados Unidos para aprender a jugar al tenis en la academia de Nick Bollettieri, en Florida. Con quince años se convirtió ya en tenista profesional, progresando extraordinariamente hasta convertirse en una de las diez mejores jugadoras del mundo.

Hoy es otra más dentro de la saga Iglesias-Preysler. “En casa contamos con ella como una más”, llegó a decir Ana Boyer.  Precisamente con Miguel Boyer, Enrique siempre mantuvo una buena relación, que, sin embargo, no tiene con la actual mujer de su padre, Miranda Rijnsburger, aunque la modelo sí ha asistido a algunos de los conciertos del cantante junto a sus hijos  Miguel Alejandro, Rodrigo, las gemelas Victoria y Cristina y Guillermo. En la actualidad, y como hemos mencionado anteriormente, el cantante y la extenista residen en una mansión ubicada en la ciudad de Miami junto a sus tres pequeños: Nicholas, Lucy y Mary.

La vida de Enrique Iglesias lejos de España

Los dos hijos varones de Isabel han tenido menos problemas a la hora de aclimatarse a sus nuevos maridos que su hija Chábeli. Pero Enrique apenas viene ya de Estados Unidos a visitarla. No obstante, si lo ha hecho la primogénita del matrimonio, quien junto a su hermano Julio José ha vuelto a pequeña pantalla de la mano de TVE en el programa Los Iglesias: Hermanos a la obra. A pesar de ello, tanto Enrique como Chábeli siguen manteniendo sus propios cuartos en la mansión de Puerta de Hierro.

Cada día que transcurre, el segundo hijo varón de Isabel está más alejado de su familia. Pero Enrique ha conseguido hacer efectiva su ambición juvenil: tener una brillante carrera profesional en la música, con una figura paterna ausente, y ser uno de los más ricos de la familia Iglesias-Preysler, al margen de los photocall que tanto gustan a Isabel aunque ella afirma no ir nunca “de madre de artista”.

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