Curro Romero, mito y padre del 'currismo', operado de urgencia.
Curro Romero, con 90 años, será intervenido tras caída doméstica que le rompió la cabeza del fémur.
El torero sevillano Curro Romero ha vuelto a saltar a la escena pública. Este miércoles el conocido como 'Faraón de Camas' será intervenido tras romperse la cadera, concretamente la cabeza del fémur, en un accidente doméstico que sufrió el pasado 24 de mayo. El diestro se encuentra ingresado en el hospital Virgen de La Macarena de la provincia de Sevilla donde se llevará a cabo la intervención.
Según ha confirmado su mujer, Carmen Tello, madre del empresario Enrique Solís, hoy en el punto de mira por su romance con la diseñadora Vicky Martín Berrocal, el estado del extorero es bueno y será operado hoy, miércoles. En los últimos años Romero ha pasado por quirófano en diversas ocasiones y ha sufrido varias dolencias. En 2020 superó un cáncer de laringe.
Curro Romero cumplía 90 años el pasado 1 de diciembre. Una fecha redonda, por la que uno de los regalos que recibió fue la publicación por parte de la firma Arjona del libro de arte 'Aroma de Romero'. Un homenaje al considerado como el último maestro del toreo clásico además de una leyenda viva de la tauromaquia.
La historia de Curro Romero
El Faraón de Camas nació el 1 de diciembre de 1935 en Sevilla, en la localidad de Camas y es para muchos el último gran torero clásico. Y es que los entendidos dicen que en el arte de Cúchares hay dos tipos de aficionados: los ‘curristas’ y el resto. Su primera época de éxito la tuvo en los años sesenta, con un estilo que contrastaba con el de Manuel Benítez ‘el Cordobés’, mucho más populista y criticado por los ortodoxos del toreo.
El 18 de marzo de 1959 llegó su alternativa. Fue en la plaza de toros de Valencia y contó como padrino con Gregorio Sánchez, además de la presencia como testigo de Jaime Ostos. A partir de ese momento, su carrera creció exponencialmente, llegando a debutar ese mismo año en la Feria de Abril de Sevilla y en la de San Isidro de Madrid, donde toreó con los hermanos Vázquez, Pepe Luis y Manolo.
En 1960 llegó a torear hasta 23 corridas y un año más tarde, en 1961, 31. Salió a hombros por la Puerta del Príncipe de la Real Maestranza de Sevilla el 19 de mayo de 1966 tras enfrentarse en solitario a seis toros. En los años ochenta vivió dos grandes temporadas, la de 1984 y 1985. Fue en la década de los 90 cuando entró en una fase de declive, pero no se quiso cortar la coleta y continuó toreando hasta que en el año 2000 anunció su retirada definitiva. En 2020 recibió el título de Hijo Predilecto de Andalucía, aprobado por el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía, de manos del presidente andaluz, Juanma Moreno.
Según ha trascendido, Curro Romero no solo es una de las figuras más apreciadas en el mundo del toreo sino que también en otros ámbitos, por lo que no era difícil encontrarlo cerca de Camarón de la Isla, Manolo Caracol y Lola Flores, la duquesa de Alba, Antonio Ordóñez, Litri padre, Rafael de Paula u Orson Welles. El torero nunca ha escondido su afición al fútbol y, en especial, al Real Betis Balompié, del que se declara fanático.
Los amores de Curro Romero
Curro Romero no solo conquistaba las plazas de algunas de las ciudades españolas sino también los corazones. Uno de ellos fue el de Conchita Márquez Piquer, la única hija de la artista Concha Piquer, con quien contrajo matrimonio en 1962 en la Iglesia de los Jerónimos de Madrid.
El enlace, que congregó a 1.300 invitados, fue uno de los grandes acontecimientos de la época. El mundo de la música y el taurino volvían a fusionarse, como pasaría posteriormente con otras uniones como la de la tonadillera Isabel Pantoja y Francisco Rivera.
El matrimonio dio la bienvenida a dos hijos, Conchitín y Coral, que falleció en un accidente de tráfico en Estados Unidos. La separación del matrimonio llegó en 1977, según la cantante por la multitud de infidelidades, afición al póker y a los tablaos del torero. Esta ruptura no fue fácil, pues hubo grandes desacuerdos en cuanto a la repatriación de los bienes. Finalmente, se divorciaron cinco años más tarde, pero lo que nunca llegó fue la nulidad religiosa, y durante años se ha comentado que la propia Concha ha sido quién lo puso difícil para que llegara a producirse.
Dos décadas después de aquella ruptura el corazón del diestro volvía a estar ocupado. Esta vez por la aristócrata Carmen Tello. Con tan solo diez años, Carmen vio torear por primera vez al 'Faraón de Camas' y, posteriormente, ambos llegaron a coincidir en un tentadero del ganadero Fernando Domecq. Fue en 1996 cuando comenzaron su relación. Cuando Carmen se divorció, los dos se encontraban separados de sus respectivos matrimonios previos.
La que fuera marquesa de la Motilla se separó de su exmarido, Miguel Ángel Solís-Beaumont y Martínez Campos, marqués de la Motilla y con quien tuvo cuatro hijos, Fernando, Carmen, Miguel y Enrique. Fue todo un escándalo en la época, no bien visto en la alta sociedad sevillana, ya que se había educado en una ambiente católico, donde se apostaba por el matrimonio hasta el final de los días. Carmen decidió abandonar en 1991 el palacio donde vivía en Sevilla, con sus efectos personales y sus hijos. El divorcio con el marqués se solucionó de manera amistosa, con una pensión para ella y otra para sus hijos.
Pese a que en 2003 Curro y Carmen se casaron por lo civil, no fue hasta el 18 de diciembre de 2022 cuando pudieron cumplir su sueño de casarse por la Iglesia en una ceremonia íntima que tuvo lugar en la capilla de Casa Pilatos, en la provincia de Sevilla.
Desde que comenzaran su historia de amor, Carmen se ha convertido en el máximo apoyo del diestro sevillano, que a sus 90 años sigue siendo una de leyenda viva del toreo.
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