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Una mujer con chaqueta naranja y collar de perlas sonríe frente a un cartel que dice "IGLESIAS HERMANOS A LA OBRA" y tiene los logotipos de RTVE y La 1.
CLOSET

Chábeli Iglesias cumple 53 años: Así ocultó Isabel Preysler el embarazo de su hija

La incipiente maternidad de la socialité, que tenía 20 años, precipitó su boda con el cantante Julio Iglesias en 1971

Chábeli Iglesias  ha regresado a la palestra mediática tras su 'paso' por televisión con el programa 'Los Iglesias. Hermanos a la obra'. Desde hace años, la primogénita de la socialité Isabel Preysler y el cantante Julio Iglesias optó por llevar una vida retirada del foco mediático. 

En Miami junto a su marido, el empresario  Christian Altaba  y sus hijos Christian y Sofía. La vida actual de la interiorista dista mucho de la que llevó años atrás. Cuando se convirtió en la heredera de su progenitora en el papel cuché. 

Y aunque en la ciudad estadounidense ha encontrado la paz y estabilidad lejos de los flashes,  la primogénita del intérprete ha gozado de fama desde antes de su nacimiento. 

Precisamente porque aquel embarazo de una jovencísima Isabel Preysler precipitó la boda con el cantante gallego. Un embarazo que la socialité ocultó a familiares y entorno más íntimo. 

Un embarazo que precipitó una boda

En las navidades de 1970, al regresar de sus compromisos en Argentina, Julio Iglesias comentó a sus más allegados que se casaba 'deprisa y corriendo'.

La pareja sólo había tardado seis meses en formalizar el contrato nupcial. Así lo cuenta Juan Luis Galiacho, director de elcierredigital.com, en su libro Isabel y Miguel: 50 años de historia de España.

El anuncio de la boda fue todo un bombazo.

Incluso para las familias de ambos. Bastante conservadoras y católicas. Tenían preparados mejores planes para cada uno de ellos por separado.

A los padres de Isabel les pareció una auténtica locura que su hija se uniera a un simple cantante de forma tan precipitada. Pero  nadie sospechaba que en su cuerpo pudiera estar gestándose un bebé.

Una pareja sonriente se mira con ternura durante su boda, con la novia vestida de blanco y el novio en traje oscuro.
Julio Iglesias e Isabel Preysler en su boda. | Archivo

A los padres de Julio, que tenían la esperanza de que estas nuevas responsabilidades sirvieran de revulsivo a su hijo para renunciar a sus aspiraciones en el mundo de la canción. Y proseguir su carrera de Derecho, Isabelita les parecía muy poco.

El problema siguiente radicó en buscar el sitio idóneo para que el compromiso tuviera repercusión pero que no levantara demasiado revuelo.

La principal obsesión de Julio Iglesias era que no afectara a su carrera musical hacia el estrellato. 

Aunque no pretendía que nadie dudara de su amor. Tampoco quería eludir a los plumillas, que eran sus amigos, sus confidentes.

Muchos de los periodistas de las páginas de sociedad como  Jaime Peñafiel.  O Tico Medina, eran muy buenos amigos de Julio y sabía que no había problema con ellos. 

El lugar escogido para celebrar la ceremonia fue el pueblo toledano de Illescas. Ni muy lejos, ni muy cerca. La pareja se casó el 20 de enero de 1971. 

Muchos de sus seguidores no le perdonaron su precipitada decisión de casarse.

Sin saber quizá la verdad biológica que provocó la rapidez de su enlace. 

Isabel Preysler, embarazada de Chábeli

En 1971 Isabel acompañó a su marido en su primera gira por Latinoamérica. 

En destartalados y tercermundistas autobuses en sus recorridos por las carreteras mexicanas.

Los contratos eran todavía muy humildes. A pesar de estar embarazada de varios meses  no se escuchó una sola queja o lamento de la tenaz y hermética Isabel.

Fue la perfecta compañera del cantante en sus tiempos más duros.

Contaba el periodista José Luis Gutiérrez que en esas giras nadie podía ver a Isabel. Permanecía recluida. Secuestrada día y noche en su habitación.

Julio Iglesias se comportaba con su mujer como si no quisiera que nadie se acercara ella. La mantenía en el hotel durante todo el día.

La obligaba a ocultarse en el baño cuando la camarera acudía cada mañana a servirle el desayuno a la habitación.

Cuentan sus amigas que Isabel era todavía demasiado joven para comprender lo que estaba sucediendo. Aún no se daba cuenta de lo que significaría su vida al lado del cantante.

Al principio estaba envuelta en un torbellino apasionado que la empujaba a aceptar cualquier ocurrencia de su marido. En su inconsciencia lo idealizó.

Julio representaba la aventura, los viajes, la puerta de acceso a un mundo que le había estado vetado por su origen y educación.

No dudó en acompañarle a todos los lugares donde él acudía. Isabel vivió esa etapa intensamente mientras duró.

Siempre añoró una vida familiar más apacible que la transportara a ese recogido status. Que disfrutó durante su infancia en Manila, donde regresaba siempre que podía.

El nacimiento de Chábeli Iglesias Preysler

En Madrid, la pareja se instaló en un apartamento en la calle del Profesor Waksman (Madrid). 

Posteriormente se mudaron a un piso que compró el padre del cantante, el doctor Julio Iglesias Puga.

Localizado en el número 31 de la calle de San Francisco de Sales.

Siete meses después de su boda, el 3 de septiembre de 1971,  nació su primera hija, María Isabel, conocida como Chábeli, en el Hospital Nuestra Señora de Cascais, en Portugal.

Una niña que con el tiempo se ha convertido en la fotocopia más perfecta de su madre.

“Cuando nació Chábeli -cuenta Isabel-, tardé un día en encontrar a Julio para comunicárselo. Tardó otro día en llegar a Estoril, donde nació la niña, y luego sólo pudo estar con nosotras media hora”.

Como indica Isabel Preysler, su primera hija nació en un hospital de Cascais, una localidad cercana a Estoril. Había que buscar un lugar seguro fuera de España alejado del mundanal ruido y de los posibles comentarios difamatorios.

La cortada debería ser lo más coherente posible.

No era fácil viajar de un lugar a otro con rapidez ni siquiera al país vecino.  Nadie podía dudar de que la niña era sietemesina y que se había adelantado dos meses a la fecha prevista. 

Aunque había nacido con tres kilos y trescientos gramos de peso. Había que preservar la carrera musical de Julio Iglesias que estaba por encima de todo.

Máxime siendo un ídolo musical en un régimen franquista conservador y católico al cien por cien. Nadie de la prensa debería dudar de ello.

Todo estaba controlado y con los periodistas amigos más aún. 

La nota de prensa estaba ya redactada. 

Una pareja observa con ternura a un bebé envuelto en una manta mientras están rodeados de personas.
Julio Iglesias e Isabel Preysler el día del bautizo de su hija Chábeli. | Archivo

“Pese a los pronósticos, Chábeli se adelantó casi dos mes a la fecha prevista. Debido a una afección nefrítica que sufrió Isabel cuando pasaba unos días en la aristocrática ciudad portuguesa de Estoril mientras Julio estaba cantando en Albacete”.

Pero aunque ésta fue la versión oficial, no faltó quien hizo cálculos y no le cuadró.

E hiló este hecho con la precipitación con que se celebró la boda. 

Y con las sospechas de la propia madre de Julio, Charo de la Cueva,  que supuso cuando supo la noticia de la boda que la cigüeña estaba ya en camino.

De ahí el viaje a Portugal para dar a luz y evitar comentarios.

El bautizo sí que, sin embargo, se celebró días después en Madrid. Los padrinos fueron la hermana mayor de Isabel, Victoria Preysler Arrastia y el hermano del cantante,  Carlos Iglesias de la Cueva.

El nacimiento no impidió que Isabel siguiera acompañando a Julio Iglesias en sus giras, aun llevando a Chábeli en brazos. La primogénita de la que fue una de las parejas más populares del papel cuché y que hoy cumple 53 años.

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