Carolina de Mónaco toma la decisión más dura y avisa a su hermano Alberto

La princesa Carolina de Mónaco y su hija Alexandra están en Cuba cumpliendo con una intensa agenda cultural e institucional. Este viaje coincide con el reingreso hospitalario de Ernesto de Hannover, el todavía esposo de Carolina, cuya salud ha sido motivo de alarma desde abril. A pesar de la situación, madre e hija parecen mantener la calma y siguen adelante sin mostrar alteración alguna.

La preocupación por Ernesto de Hannover

Ernesto, de 71 años, fue hospitalizado durante 20 días en abril y recientemente volvió a ingresar a la Clínica Ruber Internacional de Madrid. El aristócrata alemán reside en Madrid desde 2021 para estar cerca de su hijo Christian y su novia Claudia Stilianopoulo. En imágenes recientes, se le vio en silla de ruedas acompañado de su actual pareja y de su chofer, aunque con equipaje, lo que sugiere una visita rutinaria.

Según informaciones, Ernesto enfrenta problemas cardíacos que afectan también a sus riñones, poniéndolos en riesgo de insuficiencia. Aunque la noticia preocupa a muchos, Carolina y Alexandra no han cambiado sus planes ni interrumpido su viaje. Esto ha generado especulaciones sobre la relación real entre ellos y el distanciamiento existente.

La relación entre Carolina y Ernesto

Carolina y Ernesto llevan separados 16 años, pero siguen legalmente casados. Ella tiene autoridad para tomar decisiones médicas en caso de emergencias, lo que añade peso a la situación. “Su divorcio jamás se oficializó, algo que situaría a Carolina de Mónaco como la persona encargada de decidir por Ernesto en situaciones de vida o muerte”, señalan expertos.

A pesar del vínculo legal, la relación familiar está marcada por la distancia. Alexandra, de 25 años, mantiene una relación nula con su padre, según fuentes cercanas. “Siempre se ha sentido muy distanciada de su progenitor, de ahí que su relación sea nula desde hace años”, revelan.

El propósito del viaje a Cuba

Carolina, presidenta del Ballet de Monte Carlo, visita Cuba para apoyar la cultura y la danza en la isla. En el Palacio de las Convenciones de La Habana, fueron recibidas por el presidente Miguel Díaz-Canel, quien les entregó un ramo de flores en honor a la bandera de Mónaco. El político destacó la intención de fortalecer los lazos culturales entre Cuba y el Principado.

Carolina de Mónaco expresó su admiración por la juventud cubana y su compromiso con el desarrollo cultural. “Nosotros hemos visto toda la riqueza que tiene Cuba con su juventud, sobre todo la juventud que está implicada en los proyectos culturales y artísticos”, dijo Carolina, efusivamente. Agregó que, a pesar de ser un país pequeño, Mónaco realiza grandes obras en pro de la paz, la cultura y las artes.

Tras los actos oficiales, Carolina, Alexandra y el novio de esta, Ben Sylvester Strautmann, disfrutaron recorriendo la isla y su cultura. Este comportamiento ha sido interpretado como una muestra de distancia con Ernesto. A pesar de seguir casados, la relación entre ellos parece estar muy marcada por la separación emocional.