elcierredigital.com, Europa Press, Twitter, @dereckblanco Carlos III toma una decisión firme con su hermano Andrés: ya no hay vuelta atrás
Tras años de polémicas, Carlos III se distancia de su hermano Andrés y le quita uno de sus grandes privilegios
Tras meses de escándalos, el rey Carlos III ha tomado una tajante decisión que afecta directamente a su hermano menor, el príncipe Andrés. Según fuentes cercanas al palacio de Buckingham, el monarca ha ordenado hace unas horas la retirada de su equipo de seguridad privada.
Dicho grupo, que estaba compuesto por 10 personas, era el que se encargaba de proteger a Carlos III, desde que en 2022 se le retiró la protección policial. Gesto que se llevó a cabo tras conocer su presunta vinculación con Jeffrey Epstein.
La raíz del conflicto entre Carlos III y su hermano Andrés no es reciente. A lo largo de los últimos años, la relación entre ambos ha estado marcada por tensiones alimentadas en gran parte por los problemas legales y acusaciones que han rodeado al príncipe.
Sin embargo, lo que terminó de dinamitar su relación fue la presunta implicación del duque de York en el escándalo de Jeffrey Epstein. Este caso ha llevado a un deterioro significativo de la reputación de Andrés y ha forzado a la familia real a distanciarse de él públicamente.
En 2022, bajo el mandato de Isabel II, se le retiraron al hermano de Carlos III sus títulos honoríficos y la protección policial que le correspondía como miembro de la realeza.
No obstante, el príncipe Andrés logró mantener su residencia en el Royal Lodge, protegido por un equipo de seguridad privada que, hasta hace poco, ha sido financiado por el rey.
Carlos III toma medidas contra su hermano Andrés tras los escándalos que ha protagonizado
Tras retirarle la seguridad privada a su hermano Andrés, todo apunta a que este movimiento de Carlos III podría ser el primer paso para forzar su salida definitiva del Royal Lodge.
El Royal Lodge es una propiedad de gran valor tanto económico como simbólico. Valorado en más de 35 millones de euros, este edificio histórico ahora se ha convertido en el centro de una prolongada disputa entre los hijos de Isabel II.
Tal y como ha informado Daily Mail, Carlos III ha estado presionando a su hermano Andrés para que desocupe la mansión en la que vive con su mujer, Sarah Ferguson.
El plan de Carlos III es alquilar la propiedad por un millón de libras anuales, generando así ingresos adicionales para la Corona. No obstante, el duque de York ha mostrado una resistencia a abandonar el Royal Lodge, amparándose en el contrato de arrendamiento que firmó con la Corona en 2003.
Este acuerdo incluye un pago inicial de casi 1,2 millones de euros y un alquiler de 305 mil euros al año, unas condiciones que el príncipe Andrés ha cumplido meticulosamente.
Además, el contrato establece obligaciones específicas en cuanto al mantenimiento y conservación de la propiedad. En él, el hermano de Carlos III se compromete a “reparar, renovar, mantener, limpiar y mantener en buen estado” la mansión.
Sin embargo, estas tareas se han vuelto cada vez más desafiantes para Andrés debido a los elevados costos asociados. Se estima que las reparaciones necesarias en el Royal Lodge ascienden a ocho millones de euros, una suma considerable que el príncipe ya ha invertido.
Por ese motivo, no está dispuesto a dejar la propiedad sin luchar. Tanto es así que ha rechazado mudarse a otra residencia, como Frogmore Cottage, inmueble que fue el hogar de Harry y Meghan hasta que se instalaron en Estados Unidos.
El malestar de Carlos III con la situación es más que evidente. A lo largo del último año, el monarca ha intentado mantener la seguridad en el Royal Lodge financiando de su propio bolsillo a los guardias privados de Andrés. Un gasto que ascendía a 3,5 millones de euros anuales.
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