
Carlos III le pide una última cosa a la reina Camila y lo hará antes de fallecer
El monarca británico, Carlos III, no deja un cabo suelto y planifica su desenlace: la reina Camila, rota
Carlos III ha revelado, en diferentes momentos, que su finca de Llwynywermod, en Carmarthen, Gales, es el lugar donde le gustaría pasar sus últimos días. Alejado del lujo y el protocolo del Palacio de Buckingham, este histórico refugio rural se ha convertido en su escape favorito, un sitio cargado de sencillez y rodeado de naturaleza.
Un refugio con historia y compromiso ecológico
Llwynywermod es una propiedad del siglo XVIII que abarca 77 hectáreas y originalmente fue una granja. Carlos III la adquirió en 2007 y desde entonces la convirtió en su residencia oficial en Gales durante sus visitas al país. Con la ayuda del arquitecto Craig Hamilton, transformó la finca en un espacio compuesto por tres cabañas y un granero, todos diseñados con materiales reciclados y locales para ser sostenible.

La finca es un ejemplo claro de vida sostenible. Posee una caldera que utiliza virutas de madera para calentar el complejo y un sistema que filtra el agua de cañaverales junto a un depósito que almacena agua de lluvia. El comedor fue creado a partir de un antiguo establo, con puertas y contraventanas hechas de roble del Ducado de Cornualles, y la cocina mantiene un estilo tradicional.
Este entorno tranquilo, rodeado de árboles centenarios y prados donde pastan ovejas, es el lugar donde el rey Carlos se siente en paz. Ha declarado que Llwynywermod es su refugio ideal para desconectar y recargar energías, lejos del bullicio de Londres y los deberes reales.

El refugio que simboliza un estilo de vida y un futuro
Aunque Carlos III renunció oficialmente a la finca en 2023 tras asumir el trono, las responsabilidades de ser rey limitaron su tiempo para disfrutarla. Aun así, se sabe que durante su tratamiento médico ha vuelto a este paraíso galés en busca de calma. Más que una simple casa, Llwynywermod representa su compromiso con la naturaleza y la sostenibilidad.
Este hogar refleja su visión de un futuro más responsable con el medio ambiente, algo que ha promovido públicamente desde hace años. El deseo del monarca de terminar sus días en esta finca también muestra su lado más humano y sencillo. No es el Palacio de Buckingham ni una residencia oficial lo que prefiere, sino un espacio modesto y natural, rodeado de paz y familiaridad.

Un legado personal y ecológico
Llwynywermod es también un testimonio del respeto de Carlos III por las tradiciones locales y la comunidad galesa. La finca fue construida y restaurada por artesanos y constructores de la zona, lo que subraya su conexión con el entorno y sus habitantes.
En definitiva, la finca gallega no solo es un lugar para descansar, sino un símbolo de su identidad y valores. Su apuesta por la vida sostenible y la sencillez hacen de Llwynywermod el lugar perfecto para el último capítulo del rey Carlos III.
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