Así es la herencia que Cari Lapique y sus hijas van a recibir de Carlos Goyanes

El pasado miércoles, 7 de agosto, el mundo de la alta sociedad y del espectáculo español se vio sacudido por la noticia del inesperado fallecimiento de Carlos Goyanes.

A sus 79 años, este conocido empresario murió mientras disfrutaba de sus vacaciones en su casa de Marbella junto a su mujer, Cari Lapique, y el resto de sus seres queridos.

Ahora, y tras darle el último adiós a Carlos Goyanes, han salido a la luz los detalles sobre su herencia. Tal y como ha trascendido, este promotor inmobiliario le ha dejado toda su fortuna a su mujer y sus hijas, quienes se han convertido en sus herederas universales.

Durante años, el empresario enfocó sus negocios a la producción de espectáculos teatrales, al igual que su padre. Manuel Goyanes fue un pionero en el mundo del espectáculo, y el marido de Cari Lapique heredó de él esa pasión.

Sin embargo, y con el paso del tiempo, Carlos Goyanes fue diversificando sus inversiones y se metió de lleno en el mundo inmobiliario, donde encontró un éxito considerable.

Ahora, tal y como ha publicado Vanitatis, antes de su fallecimiento, el empresario decidió delegar en Cari Lapique la presidencia de su empresa. Compañía que, a día de hoy, cuenta con un activo valorado en 1,5 millones de euros.

No hay duda de que este cambio en la presidencia va a acelerar el proceso de reparto de la herencia. Y es que, antes de que muriera Carlos Goyanes, ella ya tenía todo el poder de dicha sociedad.

De esta forma ha repartido Carlos Goyanes su millonaria herencia

Pero el millonario patrimonio de Carlos Goyanes no se limitaba solo a su empresa. A lo largo de los años, el empresario y su familia acumularon una serie de propiedades que representan un importante valor económico.

Uno de los inmuebles más destacados es la casa situada en el Paseo de La Habana en Madrid, una de las zonas más exclusivas y codiciadas de la capital española. Inmueble en el que actualmente reside Cari Lapique.

Esta propiedad ha sido el hogar familiar de los Goyanes durante muchos años y es, sin duda, una joya dentro de su patrimonio inmobiliario que ahora pasa a manos de su mujer y sus hijas.

Además de esta conocida residencia madrileña, la familia también posee un chalet de lujo en Marbella. Esta es la propiedad en la que Carlos Goyanes pasó sus últimos días y donde, lamentablemente, ocurrió su fallecimiento.

Por otro lado, un aspecto relevante que ha salido a la luz tras el fallecimiento del empresario es la meticulosa planificación de su herencia que realizó en vida. Decisión que tomó para asegurarse de que su fortuna iba a ser distribuida de forma ordenada y sin mayores dificultades.

Según el mencionado medio de comunicación, en el momento de su muerte, Carlos Goyanes no poseía ninguna propiedad a su nombre. De hecho, el marido de Cari Lapique tan solo era titular del 18% de un local comercial en la zona de Goya, en Madrid, una propiedad que compartía con sus hermanos.