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Dos hombres sentados en una oficina elegante con una bandera de Marruecos en el fondo.
AUTONOMÍAS

El ruido internacional de Marruecos, Ucrania y Perú compromete a PSOE y Podemos

El PSOE ha sorprendido a propios y a extraños al negarse a rechazar el acoso de Marruecos a la prensa libre.

Los conflictos internos de España en los ejes izquierda-derecha y centro-periferia han alejado al Estado de participar en algunos temas globales desde hace más de un siglo, véanse las dos primeras Guerras Mundiales. 

Aún así, España ha tenido que moverse en el terreno internacional, desde ranco, que pasó de simpatizar con la Alemania nazi a ceder soberanía a Estados Unidos para sortear la autarquía con desarrollismo; a Felipe González, más cómodo impartiendo ejemplos sobre la Transición española que abordando su gestión.

También está cómodo Pedro Sánchez, cuyo uno de sus principales hitos ha sido conseguir la excepción ibérica que ha convertido al país en uno de los de la Zona UE con menos inflación. El presidente del Gobierno simpatiza con su homólogo galo y ha aprovechado el Brexit, la caída de Angela Merkel y el ascenso al poder de la ultraderecha italiana para convertirse en un dirigente escuchado en Bruselas. 

Problemas internacionales

Pedro Sánchez presidirá el Consejo de la UE con el ánimo de cerrar la legislatura y abrir la campaña electoral de las generales en alto. Más controversia generan las relaciones del presidente del Gobierno con un régimen autoritario como Marruecos.

La censura de dictadura alauita a la prensa de su país, en una votación que según los marroquíes ha sido promovida por Francia, ha sido condenada por el Parlamento Europeo con 356 votos a favor, 42 abstenciones y 32 en contra. Entre estos últimos se encuentran tres grupos: no adscritos, lepenistas y el PSOE, con la excepción de su jefa en Bruselas (Iratxe García).

Mujer hablando en un podio con un micrófono.
Iratxe García. | El Cierre Digital

La semana próxima Sánchez y una decena de ministros tienen cita de campanillas en Rabat con los prebostes marroquís, que contienen inmigración hacia Ceuta y Melilla y, según algunos medios españoles, guardan bajo siete llaves la información del teléfono hackeado al presidente del Gobierno español. 

Estos dos últimos extremos podrían explicar el volantazo de Sánchez sobre el Sahara, entregado el pasado año a Marruecos por España. 

Enfados

El periodista Ignacio Cembrero, tantas veces acosado por el régimen de Mohamed VI, que persigue a homosexuales mientras se deja ver con amigos íntimos fuera de su país, ha estallado contra el PSOE: "Yo pensaba que la socialdemocracia estaba profundamente comprometida con la defensa de los Derechos Humanos. He comprobado que no. Me parece una auténtica vergüenza", señala en El Mundo. 

El eurodiputado anticapitalista Miguel Urban, fundador de Podemos, afirmó que "hasta ahora Marruecos ha sido el niño mimado de la política exterior europea. Solo así se entiende que Europa mire a otro lado ante la represión de las protestas en el Rif, en las que cientos de personas, como Nasser Zefzafi, fueron detenidas y torturadas por exigir los derechos más básicos". 

El eurodiputado socialista Juan Fernando López Aguilar ha roto su habitual prudencia para salvar la imagen de su partido quejándose de los "discursos flamígeros y muy ofensivos contra Marruecos y todo lo que concierne a Marruecos, su sistema político, su sistema penal, su monarquía, su rey. Es profundamente insensato, no se puede esperar de alguien que tenga responsabilidades de gobierno utilizar ese lenguaje".

Los españoles, según el exministro, no aceptarían "ver retransmitidas por televisión intervenciones despiadadas con España, con sus instituciones y con su rey en el extranjero. Todo ese discurso despiadado con Marruecos no es inocuo, tiene consecuencias y esas consecuencias no son buenas para nosotros". Y añadió: "La única forma de relacionarnos con esa realidad es desde el respeto mutuo y eso hay que construirlo, tragando saliva o sapos si hace falta, pero hay que construirlo".

Unidas Podemos muestra su desacuerdo con el PSOE

Las estrategias del PSOE escuecen en Unidas Podemos, atónitos ante la postura de Sánchez sobre el Sáhara y sobre el entusiasta apoyo de este a que Alemania envíe tanques a Ucrania. Izquierda Unida, que forma parte de la coalición, asegura que se debería promover una "agenda por la paz" y dice que la solución "no pasa por el permanente incremento del envío de armas".

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Alberto Garzón. | El Cierre Digital

IU también tiene una mirada propia sobre Perú, saliendo en defensa del expresidente Pedro Castillo que sigue en prisión tras ser acusado de "rebelión" y "conspiración". La formación liderada por el ministro Alberto Garzón ha pedido a la presidenta Dina Boluarte que frene "la represión y la violación de derechos humanos de los ciudadanos en el Perú". 

También apoyan "las principales y legítimas exigencias ciudadanas: la libertad y reposición del presidente democrático Pedro Castillo, la convocatoria de elecciones presidenciales, y la convocatoria de una Asamblea Constituyente posterior".

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