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Fotografía de milicianos yihadistas en el Sahel
AUTONOMÍAS

Radiografía crisis del Sahel: Auge del yihadismo, presencia rusa y migración española

En el presente 2024 Europa y en particular España se enfrentan un duro desafío contra el terrorismo yihadista

Este 2024 Europa se enfrenta a uno de los retos más importantes para mantener su presencia en África: el terrorismo yihadista. En España, una de las principales prioridades de los ministerios de Defensa y Exteriores es abordar la situación en la región del Sahel, que ha experimentado un aumento significativo del terrorismo y de la inestabilidad política en los últimos cinco años, con ocho golpes de Estado. 

Ahora, un problema que comenzó siendo ‘aislado’ se ha extendido a países como Níger y Gabón, que se sumaron a la lista de naciones africanas afectadas, junto con Mali, Guinea-Conakry, Chad, Sudán y Burkina Faso. Además, gracias a los avances estratégicos del polémico grupo paramilitar Wagner, Rusia ha ganado influencia en la región en detrimento de los países occidentales, particularmente Francia, que ha sido expulsada de Mali, Níger y Burkina Faso en menos de dos años y que ha visto reducida significativamente su capacidad de acción en el continente africano. 

Fotografía de una de las milicias yihadistas de la zona del Sahel
Fotografía de una de las milicias yihadistas de la zona del Sahel | El Cierre Digital

Esta crisis política y de seguridad en el Sahel, que además obliga a muchos a huir de sus países, es un problema que traspasa las fronteras africanas y que se agrava cada día por las sequías, inundaciones y la escasez de alimentos resultante. Las principales agencias de Naciones Unidas han advertido del empeoramiento de la situación humanitaria, ya que aproximadamente 17 millones de personas, equivalente a una quinta parte de la población total, necesitan ayuda. El yihadismo y los golpes de Estado están estrechamente relacionados en esta región, ya que los derrocamientos gubernamentales se suceden mientras las autoridades luchan por enfrentarse a la amenaza yihadista. 

La situación migratoria del Sahel

Como se ha mencionado, la crisis que atraviesa el Sahel se traduce en migraciones masivas que, en la mayoría de los casos, tienen países como España como destino, usando Mauritania como enlace.

Precisamente a Mauritania viajó esta semana el presidente Pedro Sánchez en compañía de Ursula von der Leyen para tratar de paliar la crisis sin precedentes que atraviesa el país africano con respecto a la inmigración procedente de países como Mali, especialmente perjudicada por la inestabilidad del Sahel. 

A Mauritania llegan día tras día miles de africanos procedentes del Sahel con la esperanza de conseguir un medio para llegar a Europa. La mayoría de los inmigrantes irregulares que usaron la ruta mauritana proceden del Sahel, por lo que las preocupaciones de Europa en torno a la situación de esta área están justificadas.

Europa trata ahora mismo, ante todo, de frenar la llegada masiva de inmigrantes irregulares, problema que deriva en gran medida de la mencionada inestabilidad política que atraviesa la región.

El contexto del terrorismo en África: el caso del Sahel

Según un informe del OIET (Observatorio Internacional de Estudios sobre el Terrorismo), África se ha convertido en el epicentro global del terrorismo por cuarto año consecutivo en 2023, con más de 1.600 ataques registrados solamente en el área del Sahel el año pasado, un aumento del 30 por ciento en comparación con el año anterior y un crecimiento continuo desde 2021. La falta de autoridad efectiva en ciertas partes del territorio, debido a su difícil gobernabilidad por razones geográficas, se suma a los problemas causados por la hambruna y la situación económica. 

En este contexto, los jóvenes, que son propensos a radicalizarse debido a sus condiciones de vida, encuentran refugio en grupos yihadistas. Factores como bajos índices de desarrollo humano, oposición a un gobierno que no brinda oportunidades de futuro y tensiones étnicas en algunas regiones, crean un ambiente propicio para la proliferación de grupos extremistas.

A todo este caldo de cultivo se añade el hecho de que los gobiernos militares de Níger, Mali y Burkina Faso han anunciado su retiro de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO). Estos tres países afirman que la organización regional, compuesta por 15 países africanos, está "influenciada por poderes extranjeros" y ha traicionado sus "principios fundamentales", lo que vaticina un periodo de tensiones entre países que anteriormente gozaban de mejores relaciones diplomáticas en el espacio del Sahel.

Fotografía de mercenarios del Grupo Wagner aterrizando en Mali
Fotografía de mercenarios del Grupo Wagner aterrizando en Mali | El Cierre Digital

Ante la creciente inestabilidad internacional, con conflictos en Ucrania y Palestina, los países del Sahel llevan tiempo barajando sus opciones y buscando reconfigurar las alianzas de seguridad y establecer una red con Rusia a través de grupos paramilitares, como el Grupo Wagner que operaba previamente, pero que ahora opera bajo la marca África Corps. Esta creación de la alianza de Estados del Sahel en septiembre del año pasado busca reemplazar al antiguo G5 del Sahel, una alianza en la que las potencias occidentales y Estados Unidos tenían una presencia importante, pero que con los golpes de Estado parece estar destinada al fracaso, y las potencias occidentales ven su papel relegado a meros observadores.

Sin embargo, el grupo Wagner —el actual África Corps— tampoco atraviesa sus mejores momentos en África, especialmente por su imagen popular. Las acusaciones sobre el polémico grupo paramilitar, según informes provenientes del Sahel, son alarmantes. Destacan por las atrocidades que cometen, con el único objetivo de aumentar el reclutamiento de yihadistas y fomentar el odio hacia una etnia, en este caso los tuaregs.

Esta misma semana saltó una noticia no confirmada oficialmente señalando que miembros del JNIM, la franquicia de Al Qaeda en la zona, mataron a tres mercenarios de Wagner y capturaron a otros dos en la zona maliense de Mopti.

La estrategia española y europea para el Sahel

La única misión con participación española que se mantiene en la zona del Sahel es la EUTM-Malí, la cual brinda capacitación militar y asesoramiento al ejército maliense en áreas como cadena de mando y control, logística, gestión de recursos humanos y derecho internacional humanitario. España tiene 140 personas desplegadas principalmente en la localidad de Koulikoro, al nordeste de Bamako.

Según fuentes militares consultadas por diversos medios de comunicación, en esta misión los participantes no están directamente involucrados en operaciones, sino que su labor es colaborar y asesorar a los órganos de mando y control de las fuerzas armadas del país, así como formar al personal militar para que ellos sean capaces de llevar a cabo misiones en favor de su propia seguridad.

Esta misión difiere considerablemente de la misión que tenía Francia antes de ser expulsada. El ejército francés llevaba a cabo una operación separada de la UE, la cual era una lucha contra terroristas. Además, a diferencia de España, Francia enfrentó una fuerte oposición a su presencia en el Sahel debido a su pasado colonial.

Fotografía de una protesta anti francesa en Burkina Faso
Fotografía de una protesta anti francesa en Burkina Faso | El Cierre Digital

Por su parte, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, mencionó durante una reunión informal de ministros de Defensa que se está formando una nueva configuración geopolítica en el Sahel, donde la influencia rusa ya es muy fuerte en Mali y posiblemente pronto en Níger y Burkina Faso.

En mayo de este año, la misión europea finalizará su mandato y aún no está claro si Mali querrá prorrogarla o poner fin a la presencia occidental en la región. Fuentes de la Comisión Europea indicaron a diversos medios que la misión será revisada en febrero con el objetivo de ampliar su presencia en la zona, aunque la estrategia debe cambiar.

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