
El cementerio de Ciempozuelos, vandalizado: Basura, escombros y tumbas profanadas
El camposanto de este municipio madrileño es ahora un vertedero donde se acumulan ataúdes, bolsas, cascotes y basura
Los vecinos de Ciempozuelos, localidad cercana a Madrid, ya se han quejado más de una vez del estado de su cementerio municipal. Las causas de este deterioro son diversas.
Por un lado, la falta de espacio preocupa a los vecinos, que se preguntan dónde darán descanso a los suyos. Por otro, la mala gestión de los residuos que se van generando en el cementerio y la permisividad con vertidos incontrolados han hecho el resto. Muchas tumbas están rodeadas por chatarra, basura y lápidas rotas, que dejan al descubierto ataúdes.

Los habitantes de la localidad denuncian que el cementerio está siendo objeto de negligencias y preguntan qué hacer con los muertos. "¿Los dejamos en la calle?", apuntan preocupados en conversación con elcierredigital.com.
Ciempozuelos está a 37 kilómetros de Madrid y tiene una población de 26.140 habitantes según el INE de 2024.
El cementerio de Ciempozuelos, un 'vertedero municipal'
"El cementerio de Ciempozuelos no puede convertirse en un vertedero, donde se acumulen ataúdes, bolsas, cascotes y además basura", señalan los vecinos. "En la parcela municipal anexa se pueden encontrar desde ataúdes hasta bolsas, cascotes y plásticos. También plantas decorativas desechadas que antes habían sido utilizadas en las tumbas", denuncian los habitantes del municipio.

A lo largo del terreno y acompañando a algunas tumbas desperdigadas, se pueden ver cascotes, diversos restos de obra y de coronas de flores. E incluso restos de ataúdes, todo ello depositado en una parcela anexa al cementerio, que también forma parte de la instalación.
“El cementerio municipal no puede ser un vertedero incontrolado”, decían en una publicación de X el Partido Popular de la localidad. En la misma pedían la dimisión de la concejala responsable o su "cese inmediato".

Pero este camposanto ya ha sido polémico anteriormente por otros motivos. En febrero del 2022 varios ladrones entraron en el cementerio. En una noche se llevaron cristos, crucifijos y otras figuras de funerarias de metal y cobre que adornaban las lápidas. Incluso rompieron y pisotearon algunas de ellas.

En aquella ocasión, la Guardia Civil sospechó que se trataba de un “robo muy especializado”. Solo se llevaron objetos como crucifijos, que podían tener algún valor para supuestamente darle salida en el mercado negro o aprovechar el material.
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