En la madrugada del jueves fallecía, en su casa sevillana de la calle Asunción, la tonadillera Gracia Montes a los 86 años. El entierro tendrá lugar el sábado en su 'patria chica', la localidad sevillana de Lora del Río. Gracia Montes, pertenecía a la generación de las folklóricas de los años cincuenta. La última tanda de tonadilleras clásicas. Compañeras de generación eran Marifé de Triana o Lolita Sevilla. La crítica la definió como 'la voz de cristal de Bohemia', un sobrenombre que siempre la acompañó y que ganó porque, tal y como la definió un periodista, "su voz llega a unos agudos en los que parece que va a quebrarse como un cristal". 

Gracia Cabrera Gómez nació el 1 de marzo de 1936 en Lora del Río (Sevilla). Como todas las de su generación empezó a curtirse en los concursos radiofónicos y en los que organizaban las peñas o la Sección Femenina. Era sólo una adolescente cuando comenzó su carrera buscando mejorar la situación económica familiar. Algo habitual en una España en la que la posguerra y sus consecuencias se alargaban ya más de una década. 

En 1953 debutó en el teatro, en la compañía de Pepe Pinto y Pastora Pavón 'La Niña de los Peines', con el espectáculo La copla por bandera. Sin embargo, fue la radio la que le convirtió en una estrella gracias a sus intervenciones en Cabalga fin de semana de Bobby Deglané en la Cadena SER. Gracias a su participación en el magazine la canción Será una rosa se convirtió en uno de sus grandes éxitos. 

José Bragueli, representante de estrellas del momento como Paquita Rico, se hizo cargo de su carrera y participó así con breves intervenciones en dos de las mejores películas del cine español: Historias de la radio (1955), de José Luis Sáenz de Heredia y La muerte de un ciclista (1955), de Juan Antonio Bardem

Su presentación en Sevilla con su espectáculo propio La rosa de Andalucía se convirtió en uno de los sucesos más recordados de la época, acudiendo al estreno todo tipo de celebridades como los toreros Ignacio Sánchez Mejías o Juan Belmonte. 

A finales de los años cincuenta se retiró de la canción para casarse. Un matrimonio que acabó pocos años después y una relación sentimental sobre la que nunca quiso hablar. Sobre su vida privada, la cantante siempre mantuvo el mutismo. 

Una folklórica de Balenciaga 

Cuando volvió a los escenarios, en 1965, es cuando más éxitos obtuvo. En esos años destacó con rumbas flamencas como Moscatel o Maruja Limón o coplas clásicas como Caridad la sanluqueña, La niña de Punta Umbría o Soledad del río.

Desde los años 70 comenzó a buscar nuevos autores para su repertorio e incorporó creaciones de Manuel Alejandro, versiones de Chabuca Granda y hasta Vete ya, una canción creada para ella por Julio Iglesias. Ya en los 80 siguió con las rumbas, obteniendo especial éxito con Soy una feria. 

En esa época sorprendió al público luciendo para sus actuaciones trajes de noche diseñados por Manuel Pertegaz, aparcando las batas de cola, lo que constituyó cierta revolución en el mundo de la copla. 

Gracia Montes se mantuvo activa hasta 2002 y en 1988 llegó a compartir escenario en una gira mano a mano con Juanita ReinaMarifé de Triana. Marifé y Gracia se mostraron muy críticas en 1992 cuando su nombre no fue seleccionado para participar en el espectáculo Azabache en la Expo de Sevilla. Un espectáculo construido a mayor gloria de Rocío Jurado y en el que resto de nombres (Nati Mistral, Juanita Reina e Impero Argentina) eran compañeras retiradas que hacían una reentré para acompañar al chipionera pero sin suponer una competencia, ya que no estaban en activo como sí lo estaban Gracia o Marifé. 

Todavía en 1998 giró con un espectáculo que supuso el bautismo de fuego en al música de Pasión Vega. Cuatro años después, entre rumores sobre su estado de salud, anunció su retirad y sólo volvió puntualmente a aparecer en alguna entrevista como la que concedió en 2005 al programa de Antena 3 ¿Dónde estás corazón?.