El 2 de diciembre de 1985 se estrenaba la película Regreso al Futuro y causaba furor en Estados Unidos, convirtiéndose en la película con más taquilla del año, lanzando a Michael J. Fox a la fama. Pero lo cierto es que sus previsiones del año 2020 no se cumplieron, no acertaron los guionistas al presentarnos coches y monopatines voladores, ropa que se secaba sola y gafas de realidad virtual..

Lo mejor eran las ideas de Emmet Brown “Doc”, un genio prolífico que a lo largo del film nos sorprendía con ideas como la de utilizar la basura como combustible o la de aprovechar la fuerza de un rayo para darle al coche toda la potencia que necesitaba para un viaje a través del tiempo. Unas ideas que en 1985 eran totalmente descabelladas pero que, con el tiempo, resultaron ser casi visionarias.

Por ejemplo salían dispositivos inalámbricos parecidos a las tablets que se le ofrecían a Marty McFly para que hiciese un pago y las miraba con extrañeza. También se veían videollamadas, sistemas de pago electrónico y electrodomésticos que como Alexa se ponen en marcha con una simple orden de voz.

Los guionistas no estuvieron atinados y no vieron que el fax, por ejemplo, se quedaría obsoleto y no tendría demasiado futuro y tampoco se han inventado las correas autónomas que saquen a pasear ellas solitas a los perros.

Los protagonistas de las películas.

Sin embargo, lo que más llama la atención de ese futuro que imaginaba la película desde la lejanía de los años 80 probablemente sean los medios de transporte: los coches voladores y los monopatines que se desplazan a un palmo del suelo invadían el paisaje urbano y futurista de la gran pantalla.

Emmet Brown, Doc, aseguraba no necesitaba carreteras mientras pisaba el acelerador y ponía el mítico coche rumbo al año 2015. Pero seguimos necesitándolas cinco años después de aquel futuro de ficción y, aunque los coches voladores existen, solo son prototipos, muy lejanos a su comercialización. Así que el futuro está lejano, aunque quizás no demasiado.