La crisis del coronavirus sigue haciendo estragos en Estados Unidos. El Estado de Nueva York sigue siendo el epicentro de la pandemia en el país norteamericano, pero ya hay otros focos surgiendo con fuerza a lo largo y ancho de los diferentes estados americanos. Los contagios totales alcanzaron los 215.000, tras sumar cerca de 26.000 en las últimas 24 horas. Con los datos de este jueves los fallecidos suman ya 4.757, una cifra en aumento cada día que pasa.

La situación es caótica y los cuerpos de las personas fallecidas se amontonan en los hospitales neoyorquinos. Así lo demuestran las imágenes grabadas en varios vídeos por un ciudadano que trabaja como sanitario en Nueva York.

En ellas se pueden observar decenas de cadáveres envueltos en fundas negras en diferentes zonas del hospital, con papeles que llevan el nombre de cada fallecido para su identificación. También se pueden observar que los camiones, que se están empleando para el traslado de los cadáveres, ocupan las principales calles neoyorquinas durante estos días.

Con 84.000 contagios del COVID-19 de los 215.000 casos confirmados en Estados Unidos, Nueva York es un día más el epicentro de la pandemia en Estados Unidos y su gobernador, el demócrata Andrew Cuomo, ha asegurado que no esperan alcanzar el pico de la curva hasta finales del mes de abril, aunque advirtió que el número de fallecidos se mantendrá alto hasta agosto. Asimismo, el gobernador advirtió que en Nueva York morirán unas 16.000 personas debido al virus.

La situación ha llevado a que varios gobernadores ordenen a sus ciudadanos que se queden en casa, mientras en otros Estados abogan por la disminución rápida de las existencias de material médico de emergencia, según informa el diario The New York Times.

Según The New York Times, el problema es que el gobierno federal casi ha vaciado su reserva de emergencia de suministros médicos de protección como máscaras, batas y guantes, y algunos Estados reclaman respiradores, mientras aseguran que los que han recibido no funcionan.

El presidente Donald Trump ha defendido reiteradamente a los estadounidenses que el Gobierno tiene 10.000 respiradores en reserva para enviar a los hospitales más afectados. Sin embargo, según informa The New York Times, lo que no se ha dicho es que más de 2.100 respiradores no están disponibles, después de que expirara el verano pasado el contrato para mantener las existencias.

El retraso en la firma del nuevo contrato para suministrar dicho material provocó que la fabricación de estos ventiladores sanitarios no se pusiera en marcha hasta finales del pasado mes de enero, cuando la crisis del coronavirus ya estaba en marcha y se ha llevado por delante miles de vidas humanas.